12 de mayo de 2007

PREJUICIOS AL VOLANTE


Me jodió más. Lo reconozco. Llevaba detrás de nosotros una veintena de kilómetros. Era un coche negro, enorme, un mercedes todo terreno. Ibamos a una velocidad alta, en torno a los 140, adelantando a una serie de camiones y vehículos lentos. Ibamos una decena mínimo de coches en hilera educada y manteniendo, unos más que otros, la distancia de seguridad. Como siempre algunos listos utilizaban los espacios entre los lentos de la derecha para ganar diez segundos al trazado, forzando hasta obligarnos a los demás a dar frenazos. Al llevar la distancia necesaria yo iba frenando con tranquilidad. Pero el vehículo negro que iba detrás no llevaban la misma distacia y una y otra vez me llevaba la mano al corazón esperando que los frenos le funcionaran al cien por cien, porque su cordura iba en reserva. En cuanto pude me hice a la derecha para que me adelantara, me estresa tener que vigilar lo que tengo delante y lo que tengo detrás. Cuando nos adelantó miré con odio, con todo el desprecio que pude sacarle a mi gesto. Y la vi, una mujer joven, con gafas de sol enormes que me devolvió la mirada como si me perdonara la vida. Reconozco que me jodió mucho más que fuera una mujer. Me esperaba a un macarra o a un yupi cocainómano con prisa. No me encaja que una mujer haga eso, y es que siempre he pensado que ellas tienen más aprecio a la vida, y que por tanto no se la van jugando al volante. Son esas mentiras que me nacen de no se sabe donde y que luego me duele ir abandonando por las esquinas de la vida. En fin, si diera la casualidad de que esa conductora que me tuvo quince minutos con el corazón en un puño estuviera leyendo esto le diría algo referente a su madre, pero no estoy seguro de que su madre tenga la culpa, además, ¿qué culpa tendrán las putas de todo esto?

2 comentarios:

Dudu dijo...

Estadísticamente las mujeres conducen mejor que los hombres. Por eso y por estadística esperabas que no fuera una mujer.

Larrey dijo...

Esa estadística no es del todo cierta, está basada en incidencias con los seguros, pero no tienen en cuenta el porcentaje de seguros a nombres de mujeres y hombres, por ejemplo. Pero es verdad, siempre he pensado que para mi, como el otro conductor, eran mejores ellas.