31 de mayo de 2008

TODOS SOMOS GASOL


No suelo escribir los sábados, pero hoy no he podido evitarlo. Ya hemos hablado de mi olimpo de los dioses, en el que apenas quedan deportistas, en concreto dos. Uno pega unos pelotazos con la raqueta de no te menees y el otro tiene unos brazos enormes y es un fuera de serie vestido de amarillo y con el número 16. Precisamente este último es el que me ha invitado a escribir. Ya estamos en la final. Así lo siento, no me había emocionado tanto con una final de un equipo deportivo desde que Pedja marcó el gol histórica de la séptima. El deporte me gusta, y cuando tipos como Gasol me hacen planificar una noche con los amigos, unas cervezas y unos gritos al pedazo de gorro que le ha puerto al Carter, merece un monumento. Gasol ha ganado un mundial, si gana la NBA y nos da el verano colgándose con sus colegas de la roja la de oro en Pekín, por mí que se retire a un pueblo del Ampurdán, que ya lo habrá hecho todo.

Siento cierto rubor por ser tan forofo, pero es que no lo puedo evitar, ¡ aupa Gasol !.

Ladridos
Me despierta un clamor
Y me asomo al espejo.
¿Por qué sangra el albor?
¿A qué ladran los perros?
Debe ser que el amor,
Condenado al destierro,
Se marchita en la flor
Que contuvo un te quiero.
¿Dónde huyó la color?
¿Dónde yacen los besos?
¿Dónde el mudo temblor
De los brazos abiertos?
Debe ser que el dolor
De las horas sin tiempo
Sin piedad los borró
Dibujando un lamento.
Me desangra un clamor
Y me asombro en los perros,
¡Qué ladrido mi voz!
¿Qué será este tormento?
Debe ser que el fragor
Que atenaza a los muertos
Da mordiscos al sol
Que agoniza desierto.
¿Qué son estos ladridos?
¿Qué mi vuelo dormido?
¿Qué estas alas de cuervo?
Debe ser que me abismo,
Sin haberme encendido,
Al glaciar de lo eterno.

30 de mayo de 2008

LA MINISTRA

Tuve una discusión con mi pareja, entendamos esto como un intercambio educado de opiniones, sobre la ministra de defensa y su decisión de no apurar su baja maternal en favor de su marido. Salió a colación por una carta en el periódico que mostraba, precisamente, la opinión de mi pareja, que no es otra que Carme va a ser un malísimo ejemplo para el resto de las mujeres, pues parece evidenciar que para llegar a un puesto de responsabilidad es necesario renunciar a las ventajas (sí, ventajas) de ser madre. No era el único argumento, más bien era un entramado de ellos que defienden, entre otras cosas, que el vínculo entre madre e hijo (madre, no padre) es fundamental en los primeros meses de vida. Y en eso estamos de acuerdo. No hablamos de derechos y deberes, donde somos iguales, sino de vínculo emocional, que si no es la palabra adecuada sabéis de sobra a lo que me refiero. Lo que pasa es que, en el tema de la ministra, yo lo veo de otro modo. Ella ha elegido voluntariamente no disfrutar de su baja. Si no fuera ministra, si fuera una mujer normal y corriente, bastaría una reflexión del tipo ella se lo pierde o pobre crío, va a perder unos meses básicos para él. Bien. Pero, en definitiva, la madre tiene todo el derecho del mundo a no ser una madre tipo, a no entregarse al cien por cien a su maternidad, a darle prioridad a su carrera. No nos gustará porque extrapolamos eso a nuestra realidad y jamás lo haríamos, pero no podemos censurar a esa mujer por haber elegido ser más trabajadora que madre. En cambio, al ser una ministra, al ser un cargo público, la estamos obligando a ser madre antes que a ser mujer. Estamos obligándola a tener una respuesta concreta ante su maternidad, (disfrutar de sus cuatro meses de baja) y eso va en contra, creo, justo de lo que supone el feminismo y el progresismo, que es la libertad de la mujer y el individuo para elegir. Podremos decir que es triste que lo prefiera, que se siente presionada, lo que queráis, pero lo ha decidido voluntariamente y eso va a misa, por muy ateos que seamos.
Algunas veces caigo en la tentación de pensar que siempre vamos a los extremos, que el feminismo, por ejemplo, acaba siendo tan dictatorial como el machismo, porque impone, bajo otros principios, con otros objetivos, pero impone. Y eso no me gusta. Nunca me ha gustado.

El cultureta se nos va de niños. Ayer estuvo en una exposición en Fuenlabrada. Es cierto que está lejos, es cierto que tal vez no merece la pena el esfuerzo (aunque el Centro Cultural Tomás y Valiente (Leganés 51) es impresionante), sí quería rescatarnos los trabajos de un grupo, enterarte, que defienden lo que ellos llaman el movimiento de renovación pedagógica. ¿Qué es lo que buscan?, la reflexión en el ámbito educativo, la formación y el espírituo creativo de los profesionales de la educación. Lo hacen desde exposiciones, creaciones teatrales, la ciencia y un largo etcétera que invita al educador a trabajar en la conciencia de uno mismo y la del resto de las personas (niños, por su puesto). Las intersecciones, por ejemplo. Quizá haya una frase, en su propia web que lo resume todo: el arte no tiene que entrar en el niño, tiene que salir de él.
Cualquiera de los proyectos que realiza este grupo es áltamente interesante. Además, a nivel ideológico muchos nos sentimos especialmente identificados por su meridiana defensa de la educación pública de calidad.

SOMBRA




29 de mayo de 2008

SILENCIOS


Mi pareja y yo somos de esas personas, de esas parejas, que en las bodas suelen poner en la mesa menos homegenea, en la que casi nadie se conoce para que esté asegurada la conversación y las risas. Nos gusta contar historias y hablar. Podría sacar pecho (yo menos que ella, por su puesto) y decir que soy (mejor que hablemos solo de mí) muy sociable. Pero tal vez se le pueda dar la vuelta a la tortilla y reconocer que no soporto los silencios. Creo que he llegado a confiar en una persona, a quererla de forma definitiva, cuando puedo estar muchos minutos a su lado en silencio sin que esto suponga incomodidad alguna para ninguno de los dos. El silencio pesa más que una conversación intrascendente. En las comidas de trabajo cuando hay un pequeño silencio suelo ser yo el que lo rompe, con un chascarrillo, con una idea, con una pregunta, con una polémica. En cambio, y no deja de ser curioso, en los ascensores no soy de hablar nada. No me importan esos cuatro, cinco, seis pisos en silencio con un desconocido. Supongo que no hay tiempo, son diez segundos, ¿qué voy a decir?¿algo sobre el tiempo?. Pues no, eso he de reconocer que no me sale, ese silencio no es nada incómodo. Además me gusta contar historias, mantener a la audiencia entretenida, a poder ser intrigada, y si ya hay un final que rompa con unas carcajadas mejor que mejor. Me descubro muchas veces escuchando la radio y pensando, vaya, ya verán mis compañeros cuando se lo cuente, y llego a la comida y empiezo por el formulando de siempre: ¿habéis escuchado lo de...?. Soy un poco cuentista, sí, eso será, supongo que parte de las razones por las que cada mañana os doy la barrila desde este blog viene de esa manía. Aquí sí, aquí sí que no soporto los silencios. Dime algo...

MICROS

Se hizo una pregunta ¿por qué ya no me gusta que me hable de sus amantes? que le confirmó sus temores: estaba enamorada.

28 de mayo de 2008

SITUACIONES INCÓMODAS


Vas andando por la calle, pegado a coches aparcados y de pronto te encuentras con un tío enorme, metido en el asiento de atras de un coche, encajado entre la puerta y una silla para bebés. Golpea desesperado el cristal cuando pasas. ¿Qué haces?. Parece realmente desesperado, te está pidiendo ayuda, pero ¿qué hace dentro de un coche?, ¿lo dejaron encerrado?. Dime, ¿qué haces?. No se en que porcentaje exacto, pero buena parte de la ciudadanía saldría pitando. Pues algo así bien pudo ocurrirme a mí en una de esas casualidades cómicas de la vida, que yo llamo momento Jaimito, en herencia a aquellos chistes de nuestra infancia. Cerca de la media noche fui a sacar la silla para el peque de mi coche para meterlo en el de mi pareja. Es un familiar, un alfa, ya lo hemos comentado, pero es, digamos, un familiar de macarra, con mucha potencia, pero pequeñito. El caso es que atrás, con dos sillas, el tercer ocupante, y más si es un tipo como yo, digamos grandote, lo puede pasar realmente mal. Así que, para rematar la faena decidí probarlo yo mismo. Me senté tras el asiento del conductor, a mi izquierda la puerta clavada en las costillas. A mi derecha la silla del peque dándome "caricias" en las orejas. Y, claro, las rodillas taladrando el asiento delantero. Incómodo, realmente incómodo, pero bueno, Barajas-carabanchel no es, pese a los atascos, un Madrid-Murcia. En fin, me dije, es lo que hay y fui a salir. Pero la puerta no abría. Mierda, me dije, el seguro para niños, la puerta no se puede abrir por dentro. Vale, bajaré la ventanilla y la abro desde fuera, pero si no está la llave puesta no funcionan tampoco. Así que, ahí me véis, con mis casi 190 centímetros, mis casi 100 kilos encajados como un vitorino en un chiquero (¿se dice así?). Rodilla arriba, rodilla abajo, brazo sobre asiento, el reposa cabezas que se sube, yo que caigo sobre las marchas, hasta que por fin meto la llave. Pareciera que me hubiera cáido de un sexo piso sobre un descapotable, encajado entre todos los asientos. Quise retornar a mi ratonera para abrir la ventanilla y salir por fin, pero recordé que tampoco se pueden bajar las ventanillas desde atrás, así que en tan indecorosa postura alcancé los mandos delanteros para, no sin esfuerzo, bajar la ventanilla, volver al asiento, abrir la puerta y salir, por fin, a la calle, a la ¡ libertad !. Así que, si hubiera pasado alguien en ese momento, hubiera golpeado el cristal desesperado para que me abriera la puerta y haber evitado salir del coche con magulladuras y el orgullo herido. Claro, que visto de otro modo, al menos así no me vio nadie, o eso espero, teclearé "oso encerrado en el coche" en youtube por si algún vecino me estuvo grabando. Y es que hay situaciones realmente incomprensibles e incómodas que resultan muy difíciles de explicar. Dejo otra. Vives en un piso alto. Llamas al ascensor, cuando entras el olor es insoportable, el último usuario se ha dejado un pedo de esos que te obligan a torcer el gesto y taparte la nariz. Cuando llegas el bajo está esperando ese mismo ascensor esa vecina que tanto te gusta, rubia, alta, te sonríe, la sonríes y cuando las puertas se cierran te das cuenta. Ella estará torciendo el gesto, tampándose la nariz y lo que es peor, no podrás explicarle que tu no...entre otras cosas porque es probable que nunca más vuelva a sonreirte...

MICROS


Si supieras lo bien que me hiciste el amor anoche...le dice, en silencio, a su compañera de asiento, la misma que cada mañana viaja cuatro estaciones a su lado.
Tocaba Julio Medem. Sé que lo he retrasado por el rencor que le guardo por su última película. Pero era el momento. ¿Qué película elegir?, ¿qué escena?. Me he decantado por Los amantes del círculo Polar, porque creo que es la cima de este autor, cima en la que se mantuvo con su excelsa Lucía y el sexo. La escena me era indiferente, porque muchas muestran la filosofía del director y de la película. Pero aquí esta esta. Nawja, desconcertantemente bella, está en Laponía. Sale de una pequeña casa frente a un lago con una silla blanca y un bocadillo. Se sienta para ver el atardecer. La música acompaña su belleza mientras se la disputa al sol y come un bocadillo tan español de pan de chapata. Se escucha un Reno (¿?) y sobre él Otto, el piloto, colgado de un árbol tras saltar en paracaidas. Entonces suena la inconfundible y sensual voz de Nawja...
-Voy a quedarme aquí todo el tiempo que haga falta. Estoy esperando la casualidad de mi vida, la más grande, y eso que las he tenido de muchas clases. Sí, podría contar mi vida uniendo casualidades.
-(Otto) Es bueno que las vidas tengan varios círculos, pero mi vida, la mía, solo ha dado la vuelta una vez y no del todo, falta lo más importante. He escrito tantas veces su nombre, y aquí, ahora mismo no puedo hacer nada. Estoy solo...
Suena un coche, a lo lejos, Nawja corre en su busca, y la silla queda, como metáfora de la soledad y la espera...

27 de mayo de 2008

¿QUÉ HABRÉ SACADO?

No sé a cuantos de vosotros os pasa, pero tengo el síndrome Homer Simpson, es estar en algún tipo de clase o formación y tener ganas de preguntar ¿eso entra para el examen? (él lo pregunta cuando la profesora da su nombre). Los pasillos de la universidad se hacían eternos cuando lo que había al final eran las temibles listas con las notas. Allí nos arreomolinábamos todos, cabeceando, braceando, indiceando (que debe ser mover el índice, o eso espero al menos) hasta que encontrabas la línea con tu nombre. Había sorpresas, buenas y malas, igual que las caras. Normalemente cuando la nota era o muy buena o muy mala había que confirmarlo una segunda o una tercera vez, y si era necesario se buscaba una regla para cerciorarte que tras tus apellidos había un sobresaliente o un suspenso. Ha sido así desde que tengo uso de razón escolar. Siempre exámenes, siempre boletines, siempre calificaciones. Han pasado los años, las décadas y nada ha cambiado. La selectividad, las pruebas de acceso, las oposiciones, todo es siempre un examen donde te enfrentas a un papel en blanco y donde debes demostrarle a un tipo que puede odiarte, quererte, tenerte asco y un largo etcétera, que estás cualificado dentro de la materia que él imparte. Si un licenciado estudia una media de entre quince y veinte años, ¿cuantos exámenes habrá hecho en su vida?. Cada curso de la EGB suponía unos 20, eso ya nos da 150 mañanas de nervios y preguntas. Después en el instituto, ¿no serían al menos 40 más?. ¿Y en la universidad?, qué mínimo de unas 70 asignaturas, a poco que tengas mala suerte, malas praxis y razones varias, te pones en los 100 exámenes. Si a esto le añadimos el carné de conducir y alguna que otra prueba más, nos plantamos en los 300 exámenes en una vida. ¿Cómo no voy a tener el síndrome del estudiante?. Lo digo porque hace unas semanas tuvimos que hacer una especie de curso on line en el trabajo sobre el uso correcto y ético del correo electrónico. Iban dando una serie de indicaciones, ejemplos, ideas y al final había una especie de examen para comprobar que habías asimilado los conceptos. Eran 10 preguntas sobre lo que habías leído y, ¿os podéis creer que tenía cierta tensión mientras el ordenador me mostraba los resultados?. Iba a dar igual, porque como mal mayor tendría que repetir las preguntas hasta conseguir las respuestas adecuadas, y aun así, mientras el ordenador elaboraba la calificación sentí ansiedad, deseos de que lo mostrara y ver que sí, que había asimilado los conceptos. Lo que os digo, el síndrome del examinado.

MICROS

Está viendo fotos de sexo en internet. Páginas donde parejas amateur muestran sus habilidades. Ahora mismo está viendo a un un grupo numeroso de chicos y chicas que están pasándoselo bastante bien y empieza a reirse porque reconoce una mesa de Ikea. Vaya, se dice, esa mesa la tengo yo. Coño, y esa lámapara, que también es de Ikea, y esa cama, y la mesita de noche, y esa colcha, joder, y esa mujer también la tengo yo...
El blog que recomendamos hoy nos adentra en el mundo de los abuelos que gracias a un pellizco de algún nieto, sobrino o hijo, se lanzan al mundo de la blogsfera, les engancha y lo que es mucho mejor, engancha al público. En este caso engancha incluso al jurado de Rede.es, que le da el premio al mejor blog para mayores de 65 años. No puedo deciros mucho más que dejaros el link de este abuelonet.es

26 de mayo de 2008

LA REBELIÓN DE LOS OBJETOS

Muchas veces pienso que los objetos tienen vida propia. Nada nuevo si ya leiste a Millás, ¿verdad?. El caso es que hay objetos esquivos que justifican por si solos la fantasía de su movilidad. En mi caso es el quita grapas, diabólico objeto. No importa el día, no importa la hora, no importa la urgencia, cuando echo mano de él siempre está en otro lugar. Creí dejarlo en el bote del segundo regalo de San José, pero no. Quizá en otro bote, tampoco. ¿En los cajones, tal vez?. Tampoco. Al final está en el estante tras mi silla. Después lo busco en el estante, pero ya está en el cajón, y cuando es el cajón el primero al que acudo aparece en cualquiera de los botes. No es el primero, además, que pierdo y del que jamás vuelvo a tener noticias. Son como hijos esquivos, rencorosos y recelosos que me huyen y un día se van para no volver. Y ni escriben, ni me llaman, ni dan noticias. Me da por pensar que no son felices. ¿A alguien le gustaría trabajar de quita grapas?. A mí me parece un trabajo de lo más ingrato. El bolígrafo, por ejemplo, tiene momentos sublimes de creación, tal vez una firma importante, ese poema, esa frase de amor, esa dirección que cambiará tu vida. Las gomas de borrar son las dueñas de la perfección, ellas son el primer paso para arreglar los errores. ¿Qué me decís de los possit?, su trabajo es el más emocionante de todos, hoy estás aquí, mañana allí, nunca sabes donde amanecerás. ¿Quien no envidiaría la virilidad del sacachorchos?. pero ¿el quita grapas?. Metes tu cabeza entre el metal y el papel, sin saber si estos quieren o no seguir casados, haces click y otra vez a tu escondite. Si yo fuera quita grapas también huiría y tal vez incluso buscara una chincheta con la que montar una familia. No es tontería, ¿cómo pensáis que salieron los lapiceros con goma?, ¿de algún diseñador?.
Creo que a partir de ahora miraré con otros ojos a los objetos que me rodean, sobre todo al quita grapas que, por cierto, ¿dónde está?, quería decirle que levantara el ánimo, que siempre podría ser peor, o eso me ha dicho hace nada la escobilla del vater...

MICROS


- ¿Qué tiempo hace por allí, papá?.
- Uy, hijo, buenísimo.
- Vaya, entonces ¿nos llevamos bañador?.
- No, no, hijo, llueve, y mucho, por fin.

-¿Has ayudado a mamá a quitar las cosas del desayuno?
-Ehhh, depende...

SILLA


25 de mayo de 2008

Empezamos la semana con los ecos de los desastres naturales, con una impresionante imagen de centenares de personas corriendo asustadas por las réplicas del terremoto en Beichuan. Estas imágenes minimizan las preocupaciones de artículos como este. De esa portada me quedo con la noticia sobre Mustafá Setmarian, al parecer un español colaborador de Bin Laden que El País ha seguido hasta una cárcel secreta de Estados Unidos. Que digo yo, si El Pais la ha encontrado, no será tan secreta. Siguiendo con la semana, aparece una fotografía en portada de las montañas de basura en la ciudad italiana de Nápoles, donde la mafia parece querer hacer realidad la ficción contada en Los Soprano, con ese Toni responsable del control de los residuos... por decir algo. El gobierno ha parado el plan de emergencia para parados. ¿Queréis saber una cosa?, ese plan se diseñó y se aprobó en la precampaña electoral. ¿Somos tontos o nos creen tontos?. ¿Las dos cosas?, sí, puede que tengáis razón. Mientras tanto sigue el jaleo en el PP. No deja de ser curioso que los mismos que vociferaban y orquestaban todos los movimientos de protestan contra el gobierno hayan buscado ahora otro foco más fratirizada para sus réplicas. E incluso aquellos que demonizaban las manifestaciones frente a la sede del PP ahora estuvieran frente a ella maldiciendo a su líder. ¿El mundo alrevés?. Detienen en el sur de Francia al número 1 de ETA, que siendo tópico y dejándose llevar, más que el jefe de un plantel de asesinos pareciera el jefe de un rebaño de cabras...que visto así, me parece una ironía de la naturaleza. La Comunidad de Madrid organiza un supuesto curso para formar al profesorado en la nueva asignatura de la ciudadanía que en la práctica es un curso para enseñar como objetar y para criticar la asignatura. Más de un profesor tuvo que marcharse horrorizado por la manipulación, pero ¿a alguien le sorprende?. A mí no. La orquesta de Venezuela recibe el Príncipe de Asturias, ¿por qué?¿son muy buenos músicos?. Pues sí, y además salieron de la más dura de las miserias y la música los rescató. Un gran proyecto que bien merecía un premio. Y para terminar, sigue la estampida en el PP. Ahora le toca el turno a Ortega Lara, que me váis a perdonar, pero como persona merece todo mi respeto, pero ¿a qué tanta importacia?, ¿por estar más de un año metido en un zulo es un referente en política?, para mí incluso todo lo contrario, en el seno de sus principios y de sus ideas es muy difícil, que pasado lo pasado, pueda superar el odio y el rencor, y eso es incompatible con un legislador. Va a sonar mal, pero para mí es una buena noticia que personas como él estén lejos de la política. En fin, ya hablaremos la semana que viene.

24 de mayo de 2008

Pues sí, tengo un móvil nuevo, ese cacharro diabólico. Es un regalo ( a cambio de 18 meses). Jamás me he comprado uno. Resulta que este tiene tropecientas utilizades que algún día animaran una espera en una sala de espera. Una de ellas es la cámara. Y he pensado, ¡ por fin !, por fín tendré una cámara siempre a mano. Así que he decidido sacarle partido a mis 18 meses de condena y colgar en esta sección aleatoria (habrá cuando haya foto) las que vaya haciendo. Esta es la primera de ellas. No habrá texto, solo el título de la foto: Reflejos.


Acúname, madre, en la mar


De corales y de espuma,
Cóseme, madre, un vestido,
Que, aunque tú ya estás viejita,
Sigo siendo como un niño
Que, sin mar, vaga desnudo
Con el salitre adherido
A la piel y a la garganta
A la mirada y su nido.


¿Sabes?, madre, tengo miedo
A morirme despacito
Sin haber sentido el mar
Arrullando mis latidos,
Sin el sabor a mareas
Que ambicionan mis sentidos,
Y sin gozar de las olas
Como si fuese un chiquillo;



Que muero, madre, de pena,
Por un cariño perdido,
Y me adelgazan la sangre
Nostalgias como colmillos;



Tengo, madre, el alma yerma
Por la arena del olvido,
Y del hambre de la ausencia
Mi corazón desnutrido;



Madre que me estoy perdiendo
Madre que sangro rendido,
Madre que me duele el alma,
Madre que pavor respiro;



Tú no me abandones, madre,
Y obra en tu pecho un prodigio:



Como está mi quilla rota
Y mi timón se ha partido,
Regálame por mi santo,
De la mar, un caballito,
Que cabalgue a lo más hondo
Del océano infinito;



Que me acerque en su galope
Al confín de mi destino
Y que anegue mis pulmones
De impenetrables abismos;
Y sonoras caracolas
Que susurren a mi oído
Cantos de amor imposible
De los azules nacidos;



Téjeme dos alas blancas
Para mi palo rendido
Que se pudrieron mis velas
De desespero y hastío,
Alas blancas como lunas,
Como faros encendidos,
Que mi mirada está ciega
Y no encuentro mi camino;



Y despliega con caricias,
De algas, un lecho muy fino,
Que me aparte de este insomnio
Donde agonizo sumido.



Madre, estréchame en tus brazos,
Que estoy henchido de frío,
Ven a arroparme en la noche
Que mis sueños he perdido;



Y si canta una sirena,
Reclamándome a gemidos,
Deja que me marche, madre,
Que sin su luz ya no vivo.

23 de mayo de 2008

MATRIMONIOS ¿POR?

¿Por qué se casa la gente?. No, no es una pregunta al aire, una metáfora o algo parecido. ¿Por qué se casa la gente?. La pregunta es más bien otra, o al menos así lo veo yo, a mí ¿qué me importa?. Que alguien se case, en esencia, salvo que sea el invitado o el fotógrafo (de ambos he sido más de lo que me hubiera gustado) poco me va a influir. Mi vida seguirá siendo la misma, no habrá el más mínimo cambio gracias o porque estas dos personas, sean del sexo que sean se hayan casado. Si lo hacen por amor me parecerá tan bien como que lo hagan porque les den un piso de protección oficial. La ley es la que es, y permite los matrimonios entre dos personas. ¿El amor?, bueno, pues puede ser un ingrediente, pero que yo sepa, hasta ahora, a nadie le han hecho una prueba de amor previa al matrimonio. Idílicamente es la culminación del amor, el impulso a una vida en común de dos personas que se quieren y que quieren pasar el resto de sus días juntos. Ya, idílicamente, pero en realidad, y durante siglos, las personas se casaron por dinero, por conveniencia, por seguridad, por diversión, por obligación, porque lo dictaba la lógica, porque lo decían los padres, porque había fallado el preservativo o la marcha atrás, y sí, tambien se han conocido casos, están documentados, de personas que se casaron por amor. Pero, de verdad ¿qué mas da?. Es más, ¿sería lógico cuestionarlo?, ¿cómo iban a medir el amor entre dos personas?. Quiero que me hables de él, quiero ver como lo miras, como lo besas, antes de firmarte el acta matrimonial. Es ridículo. Pues igual de ridículo es cuestionarse los matrimonios entre nacionales y extranjeros. Que lo hacen para lograr la nacionalidad, ¿y qué?, es una razón tan lícita como hacerlo por seguridad, por rutina o por obligación. Que luego hay dinero de por medio, eso es otra cosa, ahí hay que regular, como cualquier actividad economica que funcione fuera de la legalidad. Profesionalizarlo si se quiere, que paguen impuestos como los demás. Pero cuestionarnos otras cosas nos obligaría a hacerlo con carácter retroactivo, o al menos para futuros matrimonios cuando estos no fueran entre extranjero y nacional. Eso sí, creo que sería bastante divertido, ya vería las bodas con otros ojos. Podría ser hasta un negicio, bodas, banquetes, comuniones, bautizos, divorcios y castings prematrimoniales. Un chou.

MICROS

¡ Como me apetece un bocata !. Mierda, no tenemos pan. Bueno, vamos a comprar, baño a los peques, los visto, los dejo viendo una peli, me ducho yo, me visto, el carro, los arranco de la tele...bueno, un arrocito tampoco estará mal...

El cultureta vuelve a hablarnos hoy de cine. Quizá no sea la de esta semana una recomendación tan intensa como la precedente de la Torre de Suso, pero no deja de ser una película interesante, con ciertos aire de Woody Allen (el genial de Granujas de medio pelo) muy recomendable para una tarde de no siesta, viendo caer la lluvia en los cristales. La historia es sencilla, y su director, Michael Traeger, al que no conocemos de más películas o guiones, la lleva con bastante soltura, haciéndote reir y sin dejar de profundizar sobre las vidas romas de unos protagonistas que viven esta idea de grabar una porno, que de eso se trata, como la mayor aventura de sus vidas. Se deja ver y deja un buen regusto al terminar. Ah, la película se llama Los magnates del sexo.

22 de mayo de 2008

ATESORAR

Tenemos cierto afán por atesorar cosas. Basta con pasearse por cualquier trastero o por los desvanes de los pueblos. O dar algo inútil y gratis en la plaza de un pueblo o ciudad. Harán enormes colas y luego verán si les es útil, total, como es gratis. De pequeño una de mis pasiones, con la edad me he dado cuenta de que era un diminuto adicto a todo, eran los cromos de fútbol. Mi abuela me decía que si empleaba las energías y el cerebro para los estudios como para recordar nombres, equipos, estadios, entrenadores, llegaría a ministro. Lástima, abuela, sigo sin cartera, y lo peor de todo, ya no sé quien juega en La Condomina. El objetivo fundamental era acabar la colección, y a ello le dedicabas los primeros esfuerzos, pero después los cromos no eran más que momenda de cambio y el patio del colegio y las plazas de barrio verdaderos casinos. Nos jugábamos cromos, con lo que cada uno de nosotros teníamos una banca y como un auténtico Gilito contaba mis pertenencias cada día. Hacía montones de cien y los colocaba sobre la mesa. Miles de cromos llegué a atesorar. No servían para nada una vez terminada la colección, salvo para jugar y sentirte rico y poderoso en tu inocencia. Ahora me gusta pensar que eso lo hacía más bien por mi afán coleccionista, digamos que es más políticamente correcto. Y es que tengo esa adicción como otros pueden tener el billar o las plantas del jardín. Lo colecciono todo y si no lo hago es por falta de espacio y hasta de tiempo. Por ejemplo, os podría decir que que fui a ver la película Mucho más que amigos el sábado 6 de septiembre de 1997, y que lo hice con mi pareja y nuestra buena amiga Dori. ¿Por qué lo sé?, muy sencillo, porque desde 1995 y hasta que nació mi hijo y mi idilio con el cine se rompió por completo, coleccionaba las entradas, y lo hacía anotando si me había gustado, con quien había ido, etc, etc. y todo lo archivaba en cuadernos anuales. Coleccionaba titulares de noticias extrañas. Tengo más cds de música de la que voy a ser capaz de escuchar (debo rondar los 500). Guardo los Fotogramas de los últimos 10 años (120 revistas). Llevo 20 años guardando el periódico deportivo de la última jornada de liga. Tengo en torno a las 6.000 fotografías analógicas y voy camino de las 10.000 digitales. Colecciono coches de juguete en los que yo haya montado (debe rondar la treintena ya). Guardo todos los dibujos que va haciendo mi hijo. Guardo el último botellín de mahou que tomé en el bar de nuestro añorado Jorge. Guardo la entrada de la primera vez que fui a un concierto de Sabina. Guardo, incluso, alguna que otra camisa del siglo XX, aunque esto es más desidia que coleccionismo. ¿Sigo?. Creo que mi vida está guardada a retrazos, en los cajones, en los armarios, en las estanterías. En el fondo con los recuerdos hago lo mismo que con los cromos, cuando la nostalgia me invade los pongo sobre la mesa, hago montoncitos y espero para descubrir cuan rico o cuan pobre soy.

MICROS

De todas las fortunas que dilapidó, solo la de la juventud no supo recuperarse.


EL TIPEJO Y SUS SECUACES

Mi primer pensamiento al verle salir del coche me hizo, inconscientemente, sufrir un déjà vu. Yo esto ya lo he visto antes, me interrogó la cabeza, yo esto ya lo he vivido hace algún tiempo. Seguí observando atentamente las imágenes de los otros tres personajillos que salían de los respectivos coches y se dirigían a los medios soltando sandeces cual si fueran héroes de la patria vasca arrebatada.

Y me reafirmé aún más en mis pensamientos, un patriota es un idiota y sobre todo una persona simple, vacía, inconsistente, que necesita envolverse en símbolos e identidades de algo que es absolutamente etéreo. Porque lo blanco no siempre es blanco, ni lo negro, negro. Siempre hay matices. Y de ahí la grandeza del hombre, de los matices, de las discordancias, de las dudas es de donde creo que surge lo verdaderamente interesante y donde el hombre ha labrado su grandeza como hombre, es decir, como ser racional.

Y entonces fue cuando mi cabeza hizo clic, y me topé con la imagen que ya sabía yo que había vivido o visto antes. Ocurrió hace unos meses, también frente a la pantalla de televisión. En ese caso fue en Portugal. Fue cuando de un coche de policía salió un tipo despeinado, orondo, con barba de varios días, desaliñado, que de repente se dio cuenta de que era el centro de atención y proclamó a los cuatro vientos: Buenos días a todos, soy el Solitario.

Efectivamente, Francisco Javier López Peña, considerado por los altos mandos policiales españoles y franceses el número uno de ETA, al salir del coche camino al piso franco que habitaba en Burdeos, era prácticamente el mismo tipo de individuo impresentable que el Solitario. Un pobre hombre, desgraciado y frustrado, con aspecto áspero y rodeado de su propia podredumbre, cuya única salida en la vida, para conseguir creerse ser algo, es convertirse en un cínico y frío asesino.

Y solo esa fuerza, la que hace que alguien cobarde e inútil empuñe una pistola o bomba, es la que le hace a este tipo esperpéntico de hombre, creerse algo, para enfrentarse así a otro hombre desarmado que lo único que tiene son ideas diferentes de la vida y de las cosas.

Y la imagen patética de este asesino me hizo pensar: ¿cómo puede ser que haya más de 100.000 personas que puedan tener en sus cabezas las mismas ideas, bárbaras, torpes y absurdas que este insignificante tipejo?.

Así que solo me queda añadir: A por ellos. La justicia y la razón frente a la violencia y la irracionalidad. Hasta que algún día, esos 100.000 entiendan que con la palabra todo si la idea es mayoritaria, pero con la violencia asesina, cárcel y el mayor de los desprecios.

21 de mayo de 2008

ECHAR CUENTAS

Cuando de una vida se trata, echar cuentas me parece deprimente. Vamos a poner que vivimos setenta años, que no es una mala cifra. Si acumulamos las actividades diarias y las extrapolamos al conjunto de una vida, abruma el tiempo que empleamos en algunas cosas. Por ejemplo, lo normal es que nos pasemos en 20 y 25 años de nuestra vida durmiendo. Cuando se es padre eso parece hasta poco. Fácilmente vamos a estar entorno a los 10 años comiendo, ¡ diez años con sus días, semanas, meses !. Con suerte te pasarás unos 10 meses practicando sexo, esto si no eres actor porno, que eso he preferido no calcularlo. Y si eres hombre como mínimo estarás dos años de tu vida pensando en sexo, que no necesariamente van a coincidir con ese casi año en el que vas a estar practicándolo. En el caso de la mujer, os dejo la cifra a vosotras. Claro, que si vives en una gran ciudad, es muy fácil que te pases entre 15 y 20 meses metido en un atasco, en función de la afición tuneladora del alcalde respectivo. También hay buenas noticias, eh, si eres español no te esperan menos de cuatro meses metido en un bar tomando cañas con los amigotes. Ese es el mínimo estipulado, pero desde luego que los hay que superarían, y con creces, el tiempo dedicado al sexo, e incluso coincidiría más el pensamiento con las cañas que con la práctica. Al cine, a poco que te guste, le vas a dedicar unas 15 o 20 semanas. Y si ya eres un cinéfilo empedernido, te plantas en el año sin problemas. Claro, que si de pantallas se trata, pensar que nos podemos pasar 5 o 6 años de nuestra vida viendo la televisión, con el plantel que tenemos en la parrilla, me da sudores fríos. ¿Y en internet?, estoy seguro de que mis hijos pasarán dos o tres años de su vida navegando por la red, y otro, como mínimo, hablando por teléfono. Cosas tan sencillas como cepillarse los dientes pueden llevarte, haciendo un cálculo sencillo, dos meses si no eres muy paciente. ¿Y en el trono de porcelana?, puedes pasarte sin ser exagerado unos diez o doce meses montado en él...uf, en fin, me parece abrumador todos estos números...¿no?

MICROS


Era mucho más caro el sistema antirrobo instalado que el valor de lo que iba a custodiar.

Ha recibido un importante premio (Ortega y Gasset de periodismo digital) pero no ha podido venir a recibirlo, porque buena parte de la razones que hacen su blog tan especial hacen que tampoco pueda salir de su país, y es que reside y escribe sobre Cuba...sobran pues las palabras, ahí va el espacio de Yoani Sanchez: http://desdecuba.com/generaciony/

20 de mayo de 2008

BRICO-PREPARTO

No sé si esto me ocurre a mí sólo o todos los futuros padres han pasado por este proceso. He decidido llamarlo brico-preparto. Os pongo en precedentes, dentro de un mes (si H no tiene más prisa) llegará a este mundo, con lo que esto significa (para bien y para mal) el hermanito de R. Llevamos, por tanto, unos cuantos meses preparándonos, unos más que otros y cada uno a su manera, para esta nueva invasión de biberones y pañales. Es evidente que la madre, como poseedora del continente y dueña y señora del contenido, está mucho más concienciada con el evento que padre y hermano. Nosotros, salvo caricias y palabras y visitas al médico como acompañantes, seguimos nuestra vida normal. Bueno, más o menos. Este es un filón que IKEA y Leroy Merlin todavía no han descubierto, pero no tardarán en hacerlo. Una futura parturienta agudiza sus sentidos en todas las direcciones, ve lo que nadie ve (saca ese cochecito de tu hijo de debajo del mueble del salón, anda), huele lo que nadie huele (pero ¿qué hace este limón tan verde en la nevera?) y analiza lo que nadie analiza: al salón le hace falta una mano de pintura. Y es como en el tema de los olores, se vuelven muy sensibles, ¿cómo hemos podido tener todo este tiempo de este color las sillas?. Sí, las parturientas preparan su cuerpo, nuestra casa y nuestras vidas para la llegada de un bebé, y lo hacen a conciencia, como un ciclón. Y es una tarea agotadora. Hay que pintar, tapizar, comprar, lijar, pulir, alisar, y todo es para ya, por su puesto, porque uno no sabe cuando va a venir. Tanto vamos a prepararnos que como padre me da la impresión de que en lugar de un hijo vamos a tener un invitado de lujo. Y tienen razón, es verdad, es cuestión de limpieza, de espacio, de comodidad...sí, todo eso también, pero es una especie de virus hiperactivo que obliga a las embarazadas a organizarlo todo como si fueran las jefas de una inmensa cocina y nosotros sus sonrientes pinches. Así que con el primer hijo tocaron pasillos y habitación pequeña, y con el segundo, salón y habitación grande. Ah, y un empujón a la terraza en ambos casos, que es campo neutral, y más, camino del verano. Así que así son ahora mis fines de semana, " el tapicero, señora, se tapizan sillas, se pintan salones, se cuelgan estores, se montan muebles...". En fin, todo sea por un hijo y por una madre que, también, se lo merece todo.

MICROS


Cuando salió del armario era ya demasiado tarde, nadie esperaba fuera.

Todos tenemos nuestros, no sé, ¿fetiches?. Esos puntos de inflexión donde algo aparentemente imperceptible se hace eco y hueco y de golpe lo llena todo. El cine, por ejemplo, ¿cómo pasar de Chispita a una película coreana subtitulada?. Pues algo se despierta cuando alguien hace muy bien su trabajo. Eso me ocurrió a mí con una docena de películas, en mi más tierna infancia. Y dos de ellas estaban protagonizadas por la misma pareja, para mí la pareja más importante de la historia del cine: Newman y Redford. Y hoy voy a rendir un sincero homenaje en esta sección a la película que más me llenó: El golpe. Magistral e inteligente, ahí va la escena final, que como la película, habré visto unas veinte veces. No la transcribo porque aquí lo importante no es el diálogo. Si no la habéis visto, por su puesto, ver la película en lugar de la escena, sería un crimen no hacerlo.

19 de mayo de 2008

LA LLAMADA A TOM


- ¿Sí?, digamé...
- Hola, buenos días, quisiera hablar con Tom Fernández.
- Sí, soy yo, ¿quien eres?.
- Mi nombre es Antonio Larrey, pero no me conoce.
- ¿Es usted periodista?.
- No, bueno, sí y no, quiero decir, que no lo estudié ni lo ejerzo pero escribo.
- Me va a permitir que no le entienda.
- Disculpe, tiene usted toda la razón, invado su intimidad con una llamada, pero si me deja le explico un poco.
- Pues sí, no estaría de más, ¿no le parece?.
- Verá, pues yo, en esencia, venía a llamarle para pedirle perdón.
- ¿Perdón?, pero si no nos conocemos, está empezando a asustarme.
- No, tranquilo, quisiera pedirle perdón por haber visto su película.
- Esto ¿qué es?, ¿una cámara oculta?.
- No, no, tiene gracia que lo diga. No, es que la semana pasada vi La torre de suso y quería decirle que hacía tiempo que no veía una película que me llenara tanto. Pero claro, al mismo tiempo quería pedirle perdón.
- Pues sigo sin entenderle.
- Es que no la vi en el cine...
- Ah...
- Es que soy padre, ¿sabe?, y la cosa se complica para una simple cita con palomitas.
- Entiendo.
- Y el caso es que tampoco la compré en DVD, es que ya no tenemos DVD, porque se acumulaban muchos en casa y bueno, no es grande.
- Ya.
- Me la bajé de internet, entonces, claro, me di cuenta de que usted no verá un euro por esto.
- Sí, en eso tiene razón.
- Pero claro, ahí viene mi pregunta, no pude ir al cine, no está a la venta en DVD, ¿usted prefiera que me quedara sin ver su película por no bajármela de internet?.
- Hombre, visto así.
- Y le digo otra cosa, me gustó tanto, creo que es tan interesante, que eso hará que la próxima la vea en el cine, porque lo planificaré con tiempo, haré lo necesario, porque ahora intuyo que lo que haga puede ser tan bueno como lo anterior.
- En ese caso quizá tenga que darle las gracias.
- Bueno, con que acepte mis disculpas y haga un buen trabajo nos conformamos los dos.
- Perfecto, me parece una buena idea.
- Pues nada más que eso, encantado de saludarlo.
- Igualmente.


Esta conversación, que es totalmente figurada (por suerte para sus protagonistas) valga como reflejo de mi forma de ver estas cosas de las descargas "ilegales".

MICROS


Llevaba tanto tiempo esperando que cuando le preguntarón ¿a qué? ya no fue capaz de recordarlo.

Papá, ¿qué es eso?. ¿Esto?, es una berruga. Y ¿por qué tienes una cerruga?. No, be, be, berruga. Ah, y ¿por qué tienes una be,berruga?.

18 de mayo de 2008


Abrimos el análisis de portadas de esta semana con la noticia de la bacteria asesina (¡ 18 muertos !) en el Doce de Octubre. Ese es mi hospital, lo tengo al ladito de casa y pareciera que estas noticias de tintes tercermundista no podrían ocurrir tan cerca que mi hogar. Pero ocurre, en pleno siglo XXI (¿o por ser el XXI?) siguen ocurriendo. Lo más curioso es que un año antes el propio Hospital había negado la existencia de dicho brote. Al parece la mentira y el escondite son juegos que no pierden vigencia. San Gil, dirigente carismática del PP, ha levantado el vuelo y ha colocado a Rajoy contra las cuerdas. A mí me da miedo, pareciera que Marianito quisiera darle nuevos aires tras la derrota (que según quien no lo fue tal) al partido y las vacas sagradas hubieran dicho ¡ hasta aquí podíamos llegar !, y el que no se va amenaza con irse. Y no me parece tan mala idea, Mariano, piénsalo bien, empezar de cero, perder la referencia de la crispación y dejarse llevar por un partido joven y con ilusiones (si es que la juventud pepera no viene con la crispación de serie). Claro, que Rajoy me ha dejado de piedra, no va y se me alía con Gallardón. Extraños compañeros de viaje, sin duda. ¿Sabéis lo que más me inquieta?, ya he leído varias cartas al director (de ningún profesional de momento) referencias a un retorno de Aznar, y como diría el ínclito Sabina, y eso si que no, no, no, no, no, no, ya está marchita, la margarita...Y si lo del PP nos parece un seismo, la naturaleza, que de esto de fracturar superficies sabe más que nadie, nos dio un buen ejemplo esta semana. Si no he escuchado mal vamos camino de los 20 mil muertos en el terremoto que ha conmocionado China. ¡ 20 mil !, es una barbaridad, es un estadio de fútbol medio lleno, dos años de brutales accidentes de tráfico...Todo esto a menos de tres meses de las flamantes Olimpiadas. Y como hacía mucho que no hablábamos de nuestros amigos los pistoleros de la serpiente y el sinsentido entre los sinsentidos, pues que los Etarras, poco amigos del ostracismo, pues que le ponen un pepino a un coche para que destroce una casa cuartel y en el camino se llevan a un ser humano, que todavía tenemos que dar gracias, que bien pudieron haber sido una docena. Ni una sola tecla más por estos desgraciados, que no acaben con nuestra normalidad, y nuestra unidad, ahí les esploten todas las cloratitas. No deja de ser curiosa otra noticia en portada del viernes, la sentencia en contra del pleito planteado por Telma Ortiz, la hermanísima, contra la prensa en general y la rosa en particular. Ha dicho el juez que al ser personas de relevancia pública tienen derecho los de los objetivos a sacar sus imágenes con total libertad cuando estas salgan de la luz pública. Bien, bueno, pues no sé a quien darle la razón, porque vale que uno vaya por la calle, pero de ahí a que no pueda sacarse un dichoso moco sin ser fotografiable y, lo que es peor, publicable. Y que esto lo diga un juez...yo, se me ocurre, si fuera Telma, contrataría a una piara (el desprecio es voluntario, lo siento) de profesionales de lo ajeno objetivo en mano, para seguir al juez y publicar todas y cada una de sus acciones públicas. Quizá la siguiente vez se lo pensara antes de sentenciar tan alegremente. O no, lo mismo le pillaba el gusto y terminaba en la isla de los famosos. Aun así, Telma, hay muchos famosos que pasan sin posar involuntariamente, supongo que basta con la indiferencia para no ser noticiable. Bueno, no lo sé, de eso no puedo saber mucho. No pierdes nada con probarlo. Y claro, puestos a reclamar, ¿por qué no se lo dices a la princesa?.

17 de mayo de 2008


Por problemas técnicos llevamos un par de semanas sin poder publicar el poema de Rafa. Sé que muchos lo echáis de menos, porque cuando uno se acostumbra a lo bueno, resulta difícil renunciar. Pero no os preocupéis, si la tecnología no nos traiciona, a partir de la semana que viene podremos retomar esta bonita constumbre.

Un saludo a todos y un perdón a Rafa. Y como de poesía va este espacio os dejo otro poema, de un tal Juan Carlos, el protagonista de la novela El poema de Luz, de un tal Antonio Larrey. Evidentemente Juan Carlos no está a la altura de Rafa...ah, y os pongo en precedentes, se trata de un escritor de éxito que se retira a una pequeña aldea para recuperar su frescura, aquella que le permitía escribir poemas como este:

EL POEMA DE LUZ

Segundos yermos, vacíos,
tiempo, dedicación y olvido.
La vejez son las arrugas del alma,
una arruga por cada sueño perdido.

Cuando en el lugar donde reside el amor
no hay más que oscuridad...
el tiempo, el vacío y el olvido acampan
y la vejez dibuja sus surcos con libertad.

Cuando en el lugar donde reside el amor
no hay más que oscuridad...
una luz repentina siempre deslumbra
y da miedo, y a veces incluso cierras los ojos.

Por eso la distancia no es más que el camino,
no importa siquiera el tiempo,
ni si vas o vienes, o vuelves o llegas;
tan solo importa que seas capaz de mirar la luz,
y entonces importa que camines hacia ella.

Pero hay veces en las que buscamos
perdido en un mar enrarecido
la referencia de una lejana luz.

La soñamos y hacia ella nadamos con fuerza.
Sorteamos olas, rocas y llegamos
y entonces descubrimos que no es otra luz,
sino el reflejo del sol, o de la luna, o de la estrella.

Es una roca y nos giramos, y buscamos la luz.
Sabemos que para encontrarla
necesitamos lanzarnos otra vez al mar
pero no importa, porque lo que importa es
caminar hacia ella.

Sabemos, guardamos, sentimos,
que antes de nosotros
todas esas personas a las que hemos querido
a las que nos hemos entregado
navegaron por el mismo mar enrarecido
y se dejaron parte de su vida
que vemos, mientras nadamos.

Puede que nos haga sentirnos tristes, pero son como la roca
aunque no son luz, son el reflejo.
Esos reflejos, aunque ya no son vida,
son al menos la imagen de haberla sido.


16 de mayo de 2008

ESQUINA EL OLVIDO

En la calle del Desengaño, esquina el Olvido, hay una pequeña Tasca hecha de retazos, donde te sirven la tristeza en vaso largo. Hay tapas de desencuentros bajos en nostalgia y un estupendo estofado de lágrimas. Su camarero nunca te negará un suspiro, y si es martes, tendrás la especialidad de la casa: una taza de recuerdos con una nubecita de remordimientos. Los días de partido aquello está repleto de miradas huidizas y la barra se inunda de brazos marchitos con ansias de abrazar. Si tienes suerte, algún paisano puede arrancarse con una bulería de mentiras, a la que los parroquianos responden con palmas de pena. Los fines de semana la especialidad es el suflé de olvido, receta de la casa, sazonado con pequeñas virutas de pérdida. En la carta nunca faltan una buenas raciones de besos nunca dados y algún pastel de reproches al baño de melancolía. Y si quieres beber, no te olvides de la cosecha Más vale que te marches, un caldo reservado para miradas perdidas, pero sí lo que quieres es algo frío, pide una botella de No me esperes levantado en copa corta. Y si lo tuyo son las infusiones, hay un te fuiste que es conocido en leguas a la redonda. Pero amigo, cuando el cocinero busca sorprender, araña de su recetario una moussaka de desilusiones a la desesperanza desencantada, un salmón al abandono, una tarta de indiferencias rellena de desánimos y, entre plato y plato, un sorbete de angustia o un consomé de soledad y lamentos, con trozos de disimulos. Para terminar la fiesta nada mejor que unos chupitos de ensoñaciones muy fríos. Lo bueno es que en este lugar siempre habrá un sito esperándote y lo malo es que este lugar no es un lugar, al tiempo que lo son todos. Es un lugar donde nadie te hará preguntas, ni sentirá pena cuando te marches y te esperará sin esperarte, desesperados de no verte. En este lugar no hay ningún culpables porque lo son todos, y las preguntas las hacen las respuestas, los silencios están llenos de sonidos y los sonidos son sordos y mudos. Este es un lugar donde aunque te quieran nunca querrían conocerte y aunque te conozcan nunca se atreverán a odiarte. Es un lugar donde estamos todos si haber estado ninguno. En este lugar yo te esperaría si no fuera porque ya no estoy allí.

MICROS


Encontró justo lo que le faltaba para perder lo único que le ataba a aquel hombre: el valor para perder el miedo.

Hoy el cultureta nos va a recomendar una película: La torre de suso . Una tierna película española, que para los que nos vamos acercando a los cuartenta, va directa al centro de la nostalgia. Digamos que vimos a nuestros mayores, que son Suso y sus amigos, acercarse peligrosamente al precipicio de la droga y en no pocos casos, en un traspiés, perder la vida en su pozo oscuro. Todo en la película es sincero, y tierno, y divertido. Es de esas películas, que de verla en el cine, te deja sentado en la butaca y van pasando los títulos de crédito, con la música (¡ magistral !) y no sientes ni la necesidad , ni encuentras las fuerzas para levantarte. ¿La mejor película que he visto en mucho tiempo?. Sí, sin duda. Puede que aquellos que rechacen el cine español, que busquen emociones fuertes, tiros y bombas salgan del cine maldiciendo al amigo que se la recomendó, pero para mí es uno de los guiones más frescos y bien contados de los últimos años. Tiene un aire entre Los peores años de nuestra vida y El pico, entre La lengua de las mariposas y Mensaka, en fin, en esencia es todo aquello por lo que personas como yo amamos el cine español.
La dirigió un tal Tom Fernandez, del que poco puedo decir, salvo que recibió un Goya por esta maravilla. Los actores bordan el papel, desde Cámara, que está genial en su papel de mejor amigo de Suso, hasta Gonzalo de Castro (Siete vidas), pasando por una impagable Malena Alterio, que engrandece un papel ya de por sí enorme, pese a parecer en esencia anecdótico en la cinta. Incluso Carmelo Gómez, dando voz a Suso, el muerto que nunca aparece, se come la pantalla con su voz. La historia no tiene misterio, más allá de la amistad, la distancia y el rencor que genera el querer a las personas y sentirte defraudado. Un grupo de amigos se reencuentran por la muerte de uno de ellos y, en fin, hay que verla.

15 de mayo de 2008

EL CHERIF DE COSLADA


No voy a hablar del macarra sin fronteras y sus colegas los extorsionadores barriobajeros. Para eso ya están los profesionales. A mí me ha dado por pensar en los daños colaterales, que es la gran aportación a la humanidad del amigo Bush. Eso y la guerra preventiva. Joya de hombre. Volvamos a Coslada. ¿Os imagináis ser policías ahora allí?. Eres un corrupto cabrón y extorsionador por llevar uniforme. Leí en el periódico que por la calle les insultaban o les acusaban de cobrar comisiones por el simple hecho de estar en un cajero automático. No voy a decir que la gente sea justa, entre otras cosas porque muchos esconde su cobardía bajo la masa y saben nadar solo a favor de corriente. Pero es verdad que cuando uno está amedrentado durante años cuando consigues alzar la voz puede que lo hagas más de la cuenta y no siempre de forma justa. Al parecer este tipejo se había granjeado el odio de sus conciadanos con mucha profesionalidad y paciencia, poniendo para ello todo su empeño y sapiencia. Y ahora la gente, que ve al animal enjaulado, gusta de vengarse a su manera. Pero no todos lo policías de Coslada son corruptos. Ya, lo sé, cuesta creerlo y puede que hasta encontralarlos si nos pusieramos a la búsqueda (visto el número de detenidos), pero no debemos tomar la parte por el todo. Cuenta en el mismo artículo como un niño volvió del colegio llorando porque sus compañeros de clase, que saben que su padre es policía local de Coslada, le insultaban y le decían que su padre iba a ir a la cárcel. Tal fue así que el padre se vio en la necesidad de acudir al día siguiente a llevar a su hijo (por horario nunca podía, y se buscó la forma) para que los compañeros vieran que él no era de los que estaban en la cárcel. No creo que esta persona, visto lo visto, que muy probablemente tuvo que luchar para mantener su integridad moral en una comisaría donde al parecer lo difícil era seguir siendo inocente, pague el pato de veinte indeseables que vivieron su ley como si Coslada fuera el oeste americano. Cuando a un gremio reconocible le salen una docena de ovejas negras, bien negras, es muy difícil quitarse el San Benito, y eso me da algo de pena.

MICROS


Era el vivo ejemplo de la indecisión, de dos opciones siempre elegía una tercera.

SUTILES VENGANZAS

Si algo se demuestra con la detención del jefe de la policía local de Coslada es que no todo vale. Aunque la justicia actúe tarde, finalmente actúa a veces. Y así debe ser. Y lo de Coslada no es más que una pequeña costura a la cultura tradicional española del trapicheo, el escaqueo, el choriceo y el cachondeo. Y no, las cosas no deben ser así.
La gente se vanagloria de no pagar impuestos, de cobrar dinero en negro, de no pagar las multas, de aparcar “dónde me sale de los cojones” como me han dicho en mi barrio, de intentar evadir las colas haciéndose el loco, de contaminar ríos sin poner las medidas adecuadas en la empresa que uno dirige, etc etc etc.
Y lo peor de todo, estos tipejos sin escrúpulos no hacen más que reírse de los demás como si el resto fuéramos gilipollas por hacer las cosas medianamente bien.
Luego también en España existe la desprotección absoluta al ciudadano ya que uno se queja al capullo (no me sale ni siquiera poner individuo) infractor y poco más y acabas en comisaría por escándalo público y el infractor de verdad, descojonándose en tu cara.
Por eso propongo medidas ciudadanas, que rozan lo delictivo, pero que están plenamente justificadas para escarmentar a los listos:
Vas a aparcar y llega el típico listo que se cuela y aparca allí. Lo que hay que hacer es tomar aire para serenarse y esperar tranquilamente a que el tío se vaya. Una vez el tipo ha dado la vuelta a la esquina, bajas de tu coche y tienes varias opciones, romperle los dos espejos retrovisores (una buena putada), o pincharle las cuatro ruedas (una gran putada). Sí, sé que es una medida excesiva, pero sin embargo, tengo claro que ese cabrón la próxima vez se pensará lo que hace. Además que uno va a buscar sitio mucho más relajado.
Igualmente al típico hijo de puta que se pica en la carretera contigo y el asesino, porque no tiene otro nombre, se acerca a ti tanto que te arranca en movimiento el espejo retrovisor. Eso le ha pasado a mi hermana. Ella puso una denuncia y no sirvió de nada. Pues lo que hay que hacer, una vez hayamos recuperado el pulso del corazón que nos ha desbocado la acción del tío capullo, es seguirle. Que él no sea consciente. Una vez el tío haya aparcado procedamos de la misma forma que en el ejemplo anterior, pero en este caso añadiremos un toque mágico que nos va a satisfacer enormemente. Le dejaremos una nota en el cristal que diga: “Buenos días. Soy la del retrovisor. Que pases buen día”. Esta nota es el remate al ataque de mala ostia que le va a entrar al tío cabrón. Y va a convertirse en una dulce venganza.
Lo mismo pasa con el banco. Te llega un recibo a casa en el que te cobran las tarjetas, las transferencias que hace uno mismo por internet, etc. Vamos que te cagas en todo. Calma. Uno llama al banco para que le aclaren el porqué de esos cobros. Si contesta un tipo listo te dirá que no se preocupe, y te hará una oferta para engañarte por otro lado. Pero al menos habrá sido listo. Pero si te contesta el típico imbécil y te dice que es lo que hay, hay que sugerirle muy sutilmente que te vas a cambiar de banco. El capullo se reirá, pero cuando se les marche mucha gente, la cosa no será tan graciosa.
¿Y llegar a tu coche a las dos de la mañana y encontrarte con que está encerrado por otro que ha aparcado en doble fila?. La mayor putada que uno puede hacerle, después de tener experiencia y pitar, molestando a los vecinos, sin resultados hasta al menos 20 minutos después, "es que estaba en el bar", es coger directamente el teléfono y llamar a la policía para que avise a la grúa. Tú le dices que llevas media hora allí y que has avisado a todo el mundo en los bares de los alrededores. Una vez esté la grúa, al cabrón le van a cobrar la multa y la recogida de su vehículo mal estacionado. Uno perderá una hora, pero al menos la venganza será dulce.

14 de mayo de 2008

MIS AMIGOS

Anoche vinieron a visitarme unos cuantos amigos. Estaba el escritor de éxito que se había retirado a buscar en su perdida costumbre de escribir poemas un resquicio para la felicidad. También estaba el estudiante aprendiz de revolucionario que me llevó por diez caminos y un paseo, la actriz de moda adicta al sexo que fue madre y tardó décadas en saberlo, que venía de la mano del adolescente al que se le rebelaban las palabras de los cuentos camino del final triste cuando él buscaba una y otra vez ese final feliz. En una esquina se arrinconaba el hombre taciturno que camino de la madurez pierde a un ser tan querido que le cuesta encontrarle a la vida las asas para mantenerla en vilo. El abuelo y su nieto, que me contaron la gran aventura que fue conocer el mar juntos. El grupo de amigos que camino de la madurez se enfrenta al gran reto de sus vidas: hacerse mayores. También estaba el cocinero que en aquel futuro inventado luchó por recuperar la maravilla de los sabores no digitales. Y, ¿cómo no?, allí estaba el gigoló, parapetado en los hombros de su primer amor, mientras una pelirroja de mirada inquisitorial sonreía a su lado. Estaban todos, el coleccionista de piedras, el hombre del tiempo secuestrado por fallar una predicción, el emigrante que vivió dos vidas, la de exiliado del hambre y la que quedó y creó en su cabeza, donde nunca dejó su pequeño pueblo manchego. El joven escritor que logró colocar a modo de venganza su cartel promocional frente al despacho de su antiguo jefe. El escritor de telenovelas perseguido por sus lectores por asesinar al protagonista de su obra, el indigente que sonrío al creer cazar una estrella desde lo alto de un edificio, justo antes de que la muerte lo dejara frente al reflejo luminoso en un charco, la mujer que miraba el cuadro de su salón, en el que se sentía tan presa, y encontró, después de décadas, una puerta muy escondida por la que fue capaz de escaparse, el hombre que perdió en un accidente a su mujer y guarda la chaqueta del desconocido que la acunó en sus últimos suspiros, el amputado que consigue por fin un trasplante para su mano y al descubrir que es la de un asesino decide cortar por lo sano, los futbolistas homosexuales del penalti en el último segundo, la mujer que buscaban y probaba hasta que encontró el pene perfecto que regalarle a su marido…y por su puesto estaba el vigilante…estaban todos. Después, me desperté y me sentí algo turbado, como si una vieja sensación se apoderara de mis dedos y tuve, como antaño, la necesidad de sentarme a escribir.

MICROS

Aquel alienígena, después de años estudiando La Tierra, mandó un mensaje al mando central de la nave nodriza: abortado plan de colonización, empresa poco rentable, planeta en vías de autodestrucción.
Es una película de la que guardo muy buen recuerdo, es inteligente, divertida, fresca y algo tópica, sí, pero ¿qué película no lo es a estas alturas?. El indomable will hunting no pasará a la historia como un película imprescindible, pero tiene su lugar, y ese se lo quiero, como mínimo, buscar yo en mi blog. Tenía muy clara la escena, la entrevista de trabajo al protagonista, cuando el entrevistador le pregunta ¿por qué no trabajar para ellos?, a lo que Will responde...

Pregunta difícil, pero intentaré responderla, imaginemos que empiezo a trabajar y me ponen un código sobre la mesa, un código con el que nadie puede, yo intento descifrarlo y lo consigo y me siento satisfecho porque he hecho bien mi trabajo, pero a lo mejor ese código era la situación de un ejército rebelde en el norte de África y entonces en cuanto han localizado su escondite bombardean el pueblo donde se esconden los rebeldes, mueren quinientas personas a las que no conocía y con las que no tenía ningún problema, luego los políticos dicen, enviemos a los Marines para asegurar la zona, aunque les importa una mierda, no serán sus hijos los que vayan a morir, los suyos tienen recomendaciones y se pegan la vida padre en la Guardia Nacional, será un chico de Southcity al que llenarán el culo de metralla y cuando vuelva descubrirá que la planta en la que trabajaba ha sido trasladada al país del que acaba de volver y el tipo que le llenó el culo de metralla le ha quitado el trabajo porque lo hará por 15 centavos al día y sin pausas para mear, luego el chico comprende que el único motivo por el que le enviaron allí fue para instarurar un gobierno que nos vendería el petroleo a buen precio, y las compañías petrolíferas han aprovechado el conflicto para disparar los precios de la gasolina, lo que supone un hermoso beneficio para ellas, de modo que a mi colega no le ha servido de nada. Así que se toman su tiempo para traer el petroleo nuevo y se toman la libertad de contratar a un capitán mercante borracho que le gusta darle al Martini y hacer slalon sobre los iceberg, a medio camino choca con uno, derrama el petroleo y se carga la fauna del Atlántico Norte, mi colega está en el paro, no puede pagar la gasolina, va andando a buscar empleo y eso le putea, porque la metralla del culo le ha provocado hemorroides y está muerto de hambre porque cuando va a comer el único plato del día que sirven es pescado del Atlántico Norte al aceite de motor...¿Que qué me parece?, creo que puedo montármelo mejor, pienso, ¡ qué coño !, ya puestos, ¿por qué no me cargo a mi colega ?, le quito su trabajo, se lo doy a su enemigo, subo la gasolina, bombardeo a un pueblo, mato una foca a golpes, fumo maría y me apunto a la Guardia Nacional, podría llegar a presidente...

13 de mayo de 2008

MI MAMÁ TIENE ONCE AÑOS

Intento no escribir de la actualidad (la que sale en la prensa). Me gusta más hacerlo de la realidad que nos rodea (y no sale en la prensa) e incluso haceros reír (con más o menos suerte). Pero hay veces en las que no lo puedo evitar, que una noticia da un puñetazo en la mesa y me dice, eh, de esto tienes que escribir. La noticia hiela la sangre. Hay una niña, una madre, con diez años. Es una madre involuntaria por dos razones igual de dolorosas. La primera porque no pudo abortar, su vida corría peligro y su madre valoró que no había que arriesgarla. Y la segunda, aunque en realidad es la primera, la original, la que hiela la sangre, la que dan ganas de...de...es que esa niña fue violada. Con once años un hijo de la gran puta de fuerza a mantener relaciones sexuales y te destroza la vida, para simpre, dejándote un recuerdo en forma de maternidad al que has de alimentar y cuidar porque, en el fondo no tiene culpa. ¿Qué puede pasar por la cabeza de esa niña cuando se enfrente a las noches sin sueño, a las necesidades de su pequeña que son muy parecidas a las suyas porque no ha dejado de ser ella también una niña?. La madre/abuela dice que en el fondo son como hermanas, que la pequeña madre no puede reconocer a su hija como tal, que la primera vez que escuchó de los labios de su hija un mamá salió corriendo muerta de miedo. Lo que rodea a la historia, en el fondo, me deja indiferente, me da igual si el violador era amigo de una amiga, primo de una prima, o sobrino de un sobrino, es un hijo de la gran puta, malnacido, que no merece ni el aire que respira y que debería pagar en la cárcel, en forma de años de sufrimiento, lo que le ha regalado a esta niña y a su familia. Todo eso importa poco, lo que no puedo quitarme de la cabeza es la imagen de esa niña con una muñeca en los brazos, una muñeca que come, ríe, llora, la necesita, una muñeca que no es tal, sino un ser humano, su hija...

MICROS

Enséñame primero videos de tus anteriores amantes. Él, orgulloso, dijo que sí y eso le bastó a ella para decir que no.

Es alta, rubia, guapa y azafata. Buena presentación ¿verdad?. Se llama María y es la fundadora de la ONG Mano a Mano. Ya sabéis mi opinión sobre las ONG en general, pero siempre hay espacio para un resquicio particular. Por eso este va a ser el que recomiende esta semana en la blogsfera. La conocimos hace menos de una semana, dentro del interesante proyecto que mi empresa lleva a nivel mundial en lo que se llama el caring day (día de la caridad): los trabajadores nos implicamos (de forma voluntaria y colectiva) en un proyecto solidario cada año. Unos años ha sido una fiesta con unos ancianos en su residencia, colaboraciones con centros de personas con minusvalías (sistema de becarios, en los que el trabajador "aprende" más que el becario), acompañar a niños deficientes visuales a una visita a un museo, en fin, dedicar un día a los demás y a las organizaciones que se desvelan por ellos.
Mano a mano, que como buena persona de letras que es (María es antropóloga) nos supo mostrar muy bien, llegando directa y sincera al corazón, surgió bajo una premisa: ocupar espacio. Tras una enfermedad que la hizo plantearse la vida de forma global comprendió cuanto espacio vacío viajaba en los aviones, y fundó la ONG para llenar ese espacio de cosas útiles, necesarias y necesitadas (sobre todo eso) en los lugares de destino. Y ahí está, una ONG que cuenta por centenares las empresas colaboradoras, que mueve casi 200 mil kilos de material al año, que ha recibido varios premios y que yo os presento aquí. Lo demás es cosa nuestra:


Página web y blog de Mano a Mano.


12 de mayo de 2008

ALEGRARSE

El deporte algunas veces es una metáfora de la vida. Ahora que llega el final (por eso debe de ser que me acuerdo tanto de él para escribir) de la gran mayoría de las ligas deportivas, me da por reflexionar sobre lo curiosa que es la alegría cuando está relacionada con un resultado, ya sea deportivo, o de otra índole. Es caprichosa está sensación de júbilo, pero también es generosa y sabe readaptarse a las necesidades del usuario. Intentaré explicar lo que digo con un ejemplo actual: el Valencia FC. Es un equipo de los que llaman grandes, por historia y por presupuesto. Y también, como todos, es una empresa, por lo que al principio de cada ejercicio se plantea unos objetivos, unos mínimos y unos máximos. Los primeros son, por ejemplo, llegar a Europa (para los profanos en la materia, estar entre los seis primeros) y de los segundos algún título, cuantos más mejor. Pues las cosas no han ido bien, ni mucho menos, y la gente no está contenta, pero se da la curiosa circunstancia que evitar el descenso es un motivo de alegría, y si esto se logra en el último minuto, de forma agónica, provocaría en el público, jugadores y directiva un mayor grado de alborozo que hacerlo una semana antes, cuando da tiempo a la reflexión y entonces es todo un desastre. Es el resultado de evitar el desastre con épica, que es otra forma de alcanzar el triunfo.
Y esto se puede aplicar a otras muchas cosas. Por ejemplo, nos alegramos de encontrar algo que hemos perdido más de lo que nos alegramos de tenerlo. Y con las relaciones humanas mucho más, nos alegra más reencontrarnos con un viejo amigo que las ganas que tenemos para forzar un encuentro. Estos encuentros, además, lo digo a modo anecdótico, siempre terminan con un tenemos que vernos más o como mínimo con un día de estos quedamos. Con los exámenes pasaba lo mismo, estudiabas para sacar nota y si te salía mal el examen y aprobabas era mucho mejor que sacar un sobresaliente, dónde va a ir a parar.
Supongo que en el fondo lo que realmente nos genera miedo, angustia es la derrota, o la pérdida, sobre todo cuando es la de un ser querido. Pensar que alguien a quien amas ha sufrido algún daño serio y está en riesgo de perder la vida, que luego no ocurra y sea una falsa alarma es la alegría de saber que todo seguirá igual, que en el fondo, cuando se trata de personas a las que se quiere, es lo mejor que nos puede pasar.