¿Por qué se casa la gente?. No, no es una pregunta al aire, una metáfora o algo parecido. ¿Por qué se casa la gente?. La pregunta es más bien otra, o al menos así lo veo yo, a mí ¿qué me importa?. Que alguien se case, en esencia, salvo que sea el invitado o el fotógrafo (de ambos he sido más de lo que me hubiera gustado) poco me va a influir. Mi vida seguirá siendo la misma, no habrá el más mínimo cambio gracias o porque estas dos personas, sean del sexo que sean se hayan casado. Si lo hacen por amor me parecerá tan bien como que lo hagan porque les den un piso de protección oficial. La ley es la que es, y permite los matrimonios entre dos personas. ¿El amor?, bueno, pues puede ser un ingrediente, pero que yo sepa, hasta ahora, a nadie le han hecho una prueba de amor previa al matrimonio. Idílicamente es la culminación del amor, el impulso a una vida en común de dos personas que se quieren y que quieren pasar el resto de sus días juntos. Ya, idílicamente, pero en realidad, y durante siglos, las personas se casaron por dinero, por conveniencia, por seguridad, por diversión, por obligación, porque lo dictaba la lógica, porque lo decían los padres, porque había fallado el preservativo o la marcha atrás, y sí, tambien se han conocido casos, están documentados, de personas que se casaron por amor. Pero, de verdad ¿qué mas da?. Es más, ¿sería lógico cuestionarlo?, ¿cómo iban a medir el amor entre dos personas?. Quiero que me hables de él, quiero ver como lo miras, como lo besas, antes de firmarte el acta matrimonial. Es ridículo. Pues igual de ridículo es cuestionarse los matrimonios entre nacionales y extranjeros. Que lo hacen para lograr la nacionalidad, ¿y qué?, es una razón tan lícita como hacerlo por seguridad, por rutina o por obligación. Que luego hay dinero de por medio, eso es otra cosa, ahí hay que regular, como cualquier actividad economica que funcione fuera de la legalidad. Profesionalizarlo si se quiere, que paguen impuestos como los demás. Pero cuestionarnos otras cosas nos obligaría a hacerlo con carácter retroactivo, o al menos para futuros matrimonios cuando estos no fueran entre extranjero y nacional. Eso sí, creo que sería bastante divertido, ya vería las bodas con otros ojos. Podría ser hasta un negicio, bodas, banquetes, comuniones, bautizos, divorcios y castings prematrimoniales. Un chou.
23 de mayo de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario