30 de agosto de 2007

SEPTIEMBRE


Septiembre es el mes de la vuelta al cole, de la vuelta al tajo, del final del verano, del reencuentro, del comienzo de la temporada de fútbol...¡ qué va !, septiembre es el mes de los coleccionables. Solo hay que darse un paseo por las calles y plazas de nuestras ciudades y fijarse en los kioskos. Arriconados por tanto coleccionable descansan los periódicos, intimidados por el color y el cartón. Si uno es adicto a este sistema de compra, en estas fecha ha de salir de casa con unas gafas especiales para no caer en la tentación. Claro, que eso es casi imposible porque ocho de cada diez anuncios son de colecciones para el kiosko. Estoy seguro de que la gran mayoría de ellas están pensadas para que nadie las termine, para que compren el lanzamiento y un par de semanas más y listo. De hecho si por un casual eres un loco de alguna de ellas (yo, de los coches de los ochenta, por ejemplo) eres incampaz de terminar la colección porque jamás llegan a tu kiosko. Es un márketing despiadado. De todos modos, aun entendiéndolo así, a uno le cuesta imaginar la cara del tipo que aparece por la mañana en el kiosko y pide el número uno de dedales de colección. ¿Qué clase de infancia, sin menospreciar a nadie, ha tenido alguien que colecciona dedales?. Porque vale que guarde la docena de ellos que su abuela utilizó por la carga sentimental que pudieran tener, pero ¿los otros?, dónde los va a poner. Entrad, entrad, ahora os pongo una cerveza, pero primero venid a ver el último dedal de mi colección. Yo, por muy fría que esté la cerveza, me marcharía asustado...bueno, aguantaría un poco, por educación, lo que tardara en calentarse. Y como esta hay muchas colecciones verdaderamente extrañas. Las hay clásicas como las de idiomas, de sellos o las de coches, pero otras que invitan desde luego a pensar un poquito: abanicos, muñecas de porcelana, un barco para montar que incluye un DVD explicativo y hasta un teléfono de consulta, ¿oiga?, sí, verá, es que no hay forma de cuadrar el mástil de popa con la línea de la quilla. Coches montables, cursos de dibujo y pintura que incluyen un lápiz en la primera entrega, dinosaurios para montar pieza a pieza, cuentos de Calleja en miniatura, cursos de punto de cruz (hasta la fecha no se ha visto ninguno que incluyera abuela maestra, pero dadle tiempo a la robótica), claves y secretos del tarot, banderines de clubs de fútbol...y mi favorito, sin duda ¡ la maravillosa colección de molinillos de café en miniatura !, por fin la Barbie podrá invitar a la Nancy a un café como Dios manda.
En fin, que si ya es dura la vuelta al cole, la cuesta arriba de septiembre se hace más empinada si caes en la tentación. Y ahora tengo que dejaros, no quiero que nadie me robe el número uno de la colección de vestidos de grandes diseñadores en miniatura, creo que era uno de Grace Kelly...

MICROS

No acababa de entender porque además de matar, para este trabajo, debía confesar el crimen y cumplir condena. La pasta era para pénsarlo. Aunque no lo hizo y aceptó. Cuando la persona que lo contrató leyó la noticia de su propia muerte él ya estaba en la cárcel.

EL EXTRANJERO




El placer que se esconde detrás de la crin del caballo de la Estigia,Solo hay un camino de ida, ¿quien encuentra el de vuelta?, la princesa lo invocaCon sus cantos ponzoñosos de viles versos, no existe salud que resista sus acometidasDurante largo tiempo, las marcas de su paso por los pueriles cuerpos son incisiones que deforman al ser, que llega a metamorfosearse en zombi de esta sociedad implacablemente deteriorada hacia la sin razón del existir,tengo la fuerza en mi yo que esta dentro de el luchando los dos, por el camino de vuelta, aplacando los viles cantos con mis ninfas y mis hadas, resucitara…
Emilio.

29 de agosto de 2007

PUERTA

¿Por qué nos duele tanto?. Estoy hablando de la muerte de personas a las que no conocemos. Pareciera como si hubiera muertes que se nos enganchan a las tripas. La de Miguel Angel Blanco, por ejemplo. Tienen un punto incomprensible y una empatía por encima de otras desgracias, que por desgracia, y valga la triste redundancia, nos rodean en nuestro día a día. Hay muertes que tenemos asimiladas, como por cierto componente de voluntariedad o azar. Los accidentes de tráfico, por ejemplo. Y otras, en cambio, que por incomprensibles o previsibles, nos azotan más (los accidentes laborales). Luego hay personas que se ganan nuestro respeto y que nos obligan a reflexionar cuando mueren. Personas que llenaban espacios concretos de nuesta vida (músicos, políticos, cineastas). La muerte de Puerta, defensa del Sevilla, nos ha tocado un poco a todos. Y me viene a la mente otra vez Miguel Angel. Por la juventud, por la alegría de quien se va, por la lucha contra la muerte, tozuda, por el desenlace final. A uno se lo llevó el odio y la bilis, a otro las pequeñas imperfecciones de la naturaleza. Ambos, cada uno a su modo, nos tuvieron horas atentos, con la esperanza de que al final la vida fuera la que ganara la partida. No fue así. Los dos nos dejaron y con ello un extraño vacío. Es entonces cuando se multiplican los tópicos, que muchas veces son la herramienta que encuentra el dolor para darse forma. Hay pena en el mundo del fútbol. Ha muerto un chaval joven, alegre, con la vida por delante y futuro padre. Eso me aprieta las tripas. Esa madre tendrá que lidiar sola con la vida y su pequeño, y tendrá que explicarle tantas cosas con un nudo en la garganta.
Ayer, no sin cierto masoquismo, me emocionaba viendo la televisión. Es el luto postmoderno que he aprendido, necesito que la muerte me entre por los ojos para fagocitarla. Me ocurrió con el 11M y sus aniversarios. Ayer las lágrimas (que razón tenía Miguel Bosé, los hombres no lloran y eso duele) se arremolinaban en los ojos. Y la vida sigue, lo sé. Veía a la gente en el hospital, sevillistas, béticos, madridistas, hombres, mujeres, niños. Seguramente ninguno estrechó la mano de Puerta, a lo sumo logró una foto o un autógrafo al pie de un autobús. Y, en cambio, ahí estaban, llorando al saber que había muerto. Porque con él se les iba un poco el alma, la inocencia, la esperanza o la ilusión de que todo tenga sentido. La vida no lo tiene, quizá por eso es tan maravillosa, la crueldad que a veces nos regala debe de ser el precio de tanta maravilla.
En fin, Antonio, mala suerte la tuya, y la de tu gente. Y la nuestra, que nos hemos quedado sin tu zurda y sin tu garra. Adios, Puerta, adios.

APAGA LA LUZ, ANDA


ADRIANA: Espera, no agagues. ¿Te has preparado la ropa?, mañana no quiero despertarme.
ADRIAN: Si, cari, tranquila. Está en la silla.
ADRIANA: ¿Te vas a poner eso?
ADRIAN: Pues sí, ¿qué pasa?. La corbata me la regaló tu madre, la camisa tú y el traje lo elegimos juntos.
ADRIANA: Ya, pero el traje es azul, la camisa verde y la corbata naranja.
ADRIAN: Ah, bueno, pues ¡ paso !, no voy a andar ahora buscando otra cosa, además, que paso de cambiar la ropa porque a ti no te guste, ya te lo he dicho miles de veces, déjame al menos decidir que ponerme.
ADRIANA: Bueno, bueno, apaga, no te pongas así.
ADRIAN: Eso.
ADRIANA:...joder, la corbata rosa...
ADRIAN: ¿Qué has dicho?.
ADRIANA: Nada, nada, hablaba sola...
ADRIAN: ...
ADRIANA: Y la camisa verde...
ADRIAN: ¿Qué dices?
ADRIANA: Estoy medio soñando, nada.
ADRIAN: Bueno...
ADRIANA: ...y el traje azul...
ADRIAN: ¡ Vale ya, cojones !, enciende y dime qué me tengo que poner.
ADRIANA: Vale, tranquilo, yo te busco algo que pegue más, no hace falta que me lo pidas así.
ADRIAN: Uf, madre.

MICROS

Hla, car. He ido sxshop. No sola, uf, me acompaño compi curro. Compré el q te gustaba. Dijo probáramos para devolver. Nos dieron pilas y compi me aydo a probarlo. Tranq, con lo poco que te gusta devolver cosas, funciona a la perfección. Bss. TQM

28 de agosto de 2007

LAS PIEDRAS EN TU TEJADO


Ya lo he dicho muchas veces, no soy sociólogo (¿qué soy en realidad?). Así que mi comprensión del mundo se limita a lo que leo, veo y oigo, y lo que todo ese batiburrillo de realidades va generando en mi cabeza. Me considero una persona reflexiva, pese a todo, sin que eso sea necesariamente una virtud, porque no siempre van a ser geniales los resultados de ese ejercicio neuronal. Por eso creo que al decir que no entiendo al ser humano, en su conjunto y, sobre todo, en sus particularidades, no estoy diciendo que no lo haya intentado. Me centro. En 24 horas ha habido dos ataques contra las obras de la variante de Lekeito. Son obra, obviedad al aire, de los radicales del llamado entorno abertzale. También fue atacada la tienda de un familiar de un político. Soy capaz de reflexionar asépticamente, con empatía; eso sí que creo que es una virtud. Y no lo entiendo. No entiendo que defendiendo la identidad de tu pueblo (de forma violenta y equivocada según mi parecer, pero esa es otra cuestión), la libertad de tu gente, tu futuro, ataques los bienes de uso común. Entendería, dentro de la lógica de un grupo terrorista y su entorno violento, que se viajara a Madrid, por ejemplo, y se quemara un autobús en mitad de la Castellana. Que de verdad lo entendería, pero ¿quemar el autobús que lleva a las personas por las que se supone has renunciado a tu futuro a cambio de una lucha callejera?. No lo entiendo. Que atentes contra las obras de una carretera que probablemente beneficiará a tu pueblo, tampoco lo entiendo. Lo entendería por la edad de los culpables, (en Estados Unidos no podrían beber y aquí lanzan cócteles molotov). Pero sé que esos culpables no queman, intimidan, destrozan, como ejercicio digamos casi natural de su indolencia y rebeldía juvenil, sino como parte de un engranaje con una rutina histórica. Son una pieza más de la maquinaria de presión terrorista. Ellos, que buscan liberarse del yugo estatal rojigualda, están hincando la rodilla ante otro mucho más irracional y caprichoso. Pero claro, ya lo hemos dicho aquí, la vida de bandolero es muy emocionante, mucho más, dónde va a ir a parar, que trabajar en una tienda de ropa o estudiar una ingeniería. ¿Quien llega a un bar gritando he entendido la transmisión de calor por conducción en régimen estacionario y recibe el aplauso del respetable?. Nadie, pero entrando con un pasamontañas humeante y sin aliento pasas a ser un héroe al que se le echa un cable.
En fin, que por muchas vueltas que le de uno, y mira que lo hago, seguiré sin entenderlos. Claro, que eso a ellos les debe importar bien poquito.

MICROS

¡ No me puedo creer que te pongas del lado de los inmigrantes !, gritó cargado de rabia. No, respondió sereno, me pongo del lado del ser humano.

EL CANCIONERO


Puede que no goce del beneplácito de todos. Puede. Puede incluso que sea meloso hasta la saciedad (hasta la naúsea me dirán otros). Puede. Puede que se música no sea arriesgada y valiente. Puede. Ni que sus letras sean transgresoras y atrevidas. Puede. Pero nadie puede negarme que Jose Luis Perales es un pilar de la historia de nuestra música contemporánea. Para bien o para mal. Por eso quería que estuviera aquí, en este paulatino repaso a las letras que me han acompañado desde que la música entrara por primera vez (imagino que en una nana de mi abuela) en mi vida. He elegido una que es, para mí, la más interesante: Un velero llamado libertad

Ayer se fue,tomó sus cosas y se puso a navegar,
una camisa, un pantalón vaquero,y una canción.
Dónde irá,dónde irá.
Se despidió,y decidió batirse en duelo con el mar,
y recorrer el mundo en su velero,y navegar, nai na na, navegar.
Y se marchó,y a su barco le llamó Libertad,
y en el cielo descubrió gaviotas,
y pintó, estelas en el mar.

Y se marchó,y a su barco le llamó Libertad,y
en el cielo descubrió gaviotas,y pintó, estelas en el mar.
Su corazón,buscó una forma diferente de vivir,
pero las olas le gritaron: vete,con los demás, nai na na, con los demás.
Y se durmió,y la noche le gritó: donde vas,
y en sus sueños dibujó gaviotas,y pensó, hoy debo regresar.
Y regresó,y una voz le preguntó: como estás,
y al mirarla descubrió,unos ojos, nai na na, azules como el mar.
Y se marchó,y a su barco le llamó Libertad,
y en el cielo descubrió gaviotas,
y pintó, estelas en el mar.
Y se marchó,y a su barco le llamó Libertad,
y en el cielo descubrió gaviotas,
y pintó, estelas en el mar.

27 de agosto de 2007

EL RETORNO


Van llegando todos. Con esa nueva modalidad de puesta en escena de retorno vacacional. Ya lo dijo Forges, un visionario, hace un par de años. Él lo decía en una viñeta, yo seguro, afectado por el MPX (mal de la prosopia excesiva, también conocido como el cáncer del mal escritor) necesitaré de una treintena de palabras. Antes explicabas en el primer café tus aventuras fundamentales, lo más excitante, en la comida entrabas en detalles y una semana después traías las fotos. Como la gran mayoría de las cosas ocurrían en el momento menos pensado y no llevabas teléfono móvil con cámara, pues no había pruebas gráficas y tenías que apelar a la voluntad de tu público para creerte. Eso ha hecho que la figura del charlatán postvacacinonal (que tiene su versión corta en el charlatán de lunes), noble y necesaria estirpe de oficinista en la que me incluyo, haya perdido cierta vigencia. Rediez, que ya cualquiera puede entretener una veintena de minutos contando, foto tras foto, todas sus vacaciones. En este sentido se ha llegado a un acuerdo tácito y no verbal en la gran mayoría de las oficinas, sobre todo entre los que somos padres, de hacer una selección fotográfica para evitar en estas fechas posibles socks por exceso de nutriente pixelado. Porque claro, bajo el principio de "como no cuestan" la sobresaturación de imágenes es evidente y uno ya confunde la del hijo de Rupérez vomitando la papilla con la del colega del becario potando a la salida del Festimad.
No voy a negar que soy el primero en disfrutar de que todo, en esta época, tenga su video o su foto. Pero también echo de menos la imaginación, la necesidad de ponerle color a las palabras para que evoquen lo ocurrido. De todos modos esta época, desde que era niño y volvía del pueblo, o de adolescente reencontrándote con los amigos del insti, o los de la universidad mucho después, ha sido una época divertida, una transición hacia la rutina agradable. Después llega el otoño, los días se acortan y el invierno se presenta a tu puerta, sin cámara de fotos, y hay veces que todo se hace cuesta arriba. Lo importante, como siempre, es que todo el mundo esté de vuelta, sea cual sea, ¿verdad, Paquita?, el lugar al que se haya ido.

MICROS


Año diez. Fin del proyecto "conocimiento del extrazantreste humano". Retorno al planeta Zantra sin conclusiones evidentes que demuestren alguna diferencia fisiológica o mental entre inmigrante y nativo salvo por localismos que se detallarán en informe final.

LAS PREGUNTAS DEL PEQUE


Alex (dos años) pisa hormigas divertido. Marcos (cuatro) le mira con aire serio y le dice: ¿te gustaría que ahora viniera un elefante y te empezara a pisar?.

24 de agosto de 2007

PENA


Voy a contar una historia: el padre de un niño muerto retiene contra su voluntad al asesino de su hijo. Durante años, décadas, lo alimenta y lo mantiene encerrado. Cada mañana el asesino piensa que será el último día de su vida. Hasta que uno de ellos lo es al fin, cuando el padre del niño decide matar al asesino que acabó con su vida. Pese a la justificación moral que nos sale a todos de las entrañas empáticas con el dolor del padre, sigue pareciéndonos una atrocidad. Pues esto no es más que una metáfora facilona de la pena de muerte. Y viene a cuento porque ayer ejecutaron a John Ray Conner en Estados Unidos (por poner un ejemplo). Y hiela la sangre la noticia adjunta que incluye El País. Nicholas Yarris demostró su inocencia gracias al ADN en 2003; Ryan Matthews lo logró en el 2004; Curtis MacCarthy lo consiguió hace unos meses después de más de 20 años de cárcel; A. Hernández pasó más de diez años hasta que demostró no haber matado a aquella pobre niña; O Veneral Jimerson pasó casi 20 hasta lograr demostrar su inocencia. Todos estos presos no son más que unos pocos ejemplos de los más de 120 personas que, según la Death Penalty Information Project, pasaron una media de 10 años en el corredor de la muerte demostrándose finalmente que eran inocentes. Es tan injusto, tan inhumano que casi me es indiferente saber que en buena parte de estos casos el Estado no ha ejercido compensación alguna. ¿Cómo se va a compensar a alguien por estar diez años encerrado esperando a morir por un crimen que no ha cometido?. Estoy seguro de que en Estados Unidos hay una ley para evitar la crueldad en los mataderos de animales. Seguro. Y en cambio, este país, que pretende venderse como un defensor de las libertades, como padre de la democracia moderna occidental, siga manteniendo la pena de muerte como una herramienta mása. Un solo error judicial, un solo ejecutado inocente me parece demasiado, ese argumento por sí solo, sin entrar en la utilidad con los verdaderos asesino, debería bastar. Es inconcebible, y creo que en aquellos países en los que la cordura y madurez democrática, además de la más pura lógica humana, desterró para siempre la pena de muerte, deberían ejercer una presión brutal sobre aquellos que la mantienen y en el caso de Estados Unidos o China, siguen haciendo uso de ella con irónica tranquilidad. Sé que pedir una especie de vacío políticio y económico es una locura, una utopía, pero ¿qué nos queda?, para realidades ya está la realidad, habrá, como reza el tópico, que ser realistas y pedir lo imposible.
Mientras tanto: No a la pena de muerte; siempre.

MICROS

Yo no te gusto. Tú no me gustas. Y en cambio creo que hacemos una buena pareja, le dijo Odiarte a la palabra Duele.

EL CULTURETA


Hoy el cultureta está contento. Dice que es para estarlo porque, después de mucho tiempo, puede recomendar una película. El ultimatum Bourne. Es, dice, una película de acció al uso. Puede, reconoce, que no le pegue a un tipo como él, pero también dice que no quiere entrar en debates sobre que cine es mejor o peor. El cine es un arte de la diversión y asegura que la película le tuvo dos horas pegado al asiento del cine, y esa es una pero que muy buena señal. No tenía muchos precedentes sobre el director de la película (Paul Greengrass) salvo que es quizá, además del director de la anterior película de la saga, un director comprometido de algún modo con la realidad política americana (a gran escala) con películas como Omag o United 93 ambas sobre el terrorismo internacional. Se maneja el director, por tanto, como un pez en el agua en el caótico y misterioso mundo de las trifulcas internacionales, agencias, super agencias, secretos y más secretos. Viendo este típo de películas le da la impresión al cultureta de que hubiera una especie de submundo, como unas cloacas invisibles que supuestamente manejan los hilos. Son películas, le digo yo, pero cuando el río suena.
En cuanto a la película en cuestión dice que está narrada con una velocidad interesante, con un juego perfecto entre intriga interna (la que te obliga a reflexionar sobre nombres, recuerdos, pasado, acciones etc) y la más pura diversión física (con peleas verdaderamente antológicas como la que tiene lugar en una casa en Tánger). No llegas a perderte nunca en la trama y no aburre ni un solo segundo. Además, y ya es un detalle de agradecer dados los precedentes, el poco tiempo que la película transcurre en España (Madrid) la documentación está trabajada a un alto nivel, y no hay patadas a la lógica como en otros films del tipo Mission Impossible donde en una irreconocible Sevilla era posible ver a un corredor de San Fermín hablando con una fallera mientras pasa el Cristo del Gran poder. Y ese mismo nivel de trabajo lo tienen otros detalles (con errores asumibles como que a una mujer a la que le acaban de dar un codazo no se le haya corrido ni el rimel) como el de los coches, que aparecen sucios, como suelen estar la mayoría. Son pequeñas cosas, dice el cultureta, que hacen de esta una buena película. Porque guste o no, el cine de acción es cine también.

23 de agosto de 2007

REFLEXION


¿Por qué todos los niños que parecen débiles y enfermizos se les protege más, se les abriga más, se mira más que no tengan tropiezos y caídas, que no pasen frío, que duerman más, que no se mojen con la lluvia?. ¿No será que los niños a los que se abriga más, se mira más que no caigan, que no pasen frío y que no se mojen con la lluvia acaban siendo más débiles y enfermizos?

Es una reflexión que dejo ahí...

MICROS

Maldice su buena educación a la par que cierra la ducha. Mierda de conciencia ecológica, no puede una masturbarse agusto.

EL EXTRANJERO


Sigamos con nuestro poeta carabanchelero...



Proseguí esta senda dilapidada,
que el tiempo devoraba en mí contra yo,
hablando de mi mismo fui el percusor
que dio movimiento a la bala
que me hace recorrer estos sinuosos laberintos
de mal gastada soledad;
la solución no pasa por dejarse llevar y dormir en cualquier lupanar,
ni en el bendito-maldito Ron que me abisma,
hasta tocar en la puerta de las iglesias pensando que soy yo,
no se sabe cuando comenzaron estos letargos,
pero rápido se enraízan hasta el fondo del ser
y como la vida marca al loco cada día,
es más loco el egoísta más egoísta,
el solitario camina hacia la anacoresia.


22 de agosto de 2007

EL SEX SHOP


Ayer estuve en un sex shop. De forma privada y voluntaria (es decir, como usuario no como comprador de regalos) ha sido mi primera vez. Se llama los placeres de lola. Supe de él por un par de artículos aparecidos en la prensa. Son un nuevo estilo de sex shop, modernos, elegantes y enfocados sobre todo al universo femenino. Buscan precisamente romper con la imagen estridente y chabacana del sex shop tradicional, que siempre se nos presenta como un tugurio escondido y misterioso. Invita a pasar y sobre todo a quedarte, sin prisas. La oferta no es muy amplia y ya digo, enfocado sobre todo al universo femenino, pero imagino que uno no busca la más amplia gama de dildos (no les gusta hablar de vibradores) sino detalles, pequeños juegos, alicientes, ideas, estímulos. Es más, la mayoría de los que allí estábamos buscábamos otro tipo de cosas. Si ya eres un usuario avezado y buscas algo más avanzado, peculiar o especial, seguro que hay otros canales (incluso ellos mismos lo ofrecerán en su tienda virtual, seguro). Lo que me ha invitado a escribir fue que la visita, con mi chica, fue de lo más agradable, la persona que lo llevaba se ofrecía sin tapujos a explicarnos como funcinaban las cosas, que nos podía interesar y que no. Y lo hacía sin misterios, como el que explica cuales son las maravillas de unas zapatillas con cámara de aire. Esa normalidad se agradece. La clandestinidad y el sexo nunca han sido, para mí, combinaciones muy interesantes. Por lo tanto el encanto del lugar no estaba en los productos que podía ofrecer, que seguro que se encuentran en infinidad de lugares, sino en como está presentado y en algunas actividades alternativas que ellos organizan, como charlas, encuentros o presentación de libros.
Os paso el link de su página web por si os interesa echarle un vistazo:
http://www.losplaceresdelola.net/

MICROS

Ayer era un tipo guapo, elegante, a la última, el rey de la fiesta...hoy es un tipo despeinado y ojeroso que ronca en su cama. Lo mira y sonríe. Está feliz.

APAGA LA LUZ, ANDA


ADRIANA: ¿Por qué no me llevas mañana a cenar, anda?
ADRIAN: ¿Sí?, ¿quieres?. Hablamos con tu madre y salimos.
ADRIANA: ¿Genial?.
ADRIAN: ¿Dónde quieres ir?
ADRIANA: Ah, eso me da igual.
ADRIAN: No, no, di un sitio.
ADRIANA: Que me da igual, en serio...
ADRIAN: Bueno, pues vamos al Miki.
ADRIANA: ¿Al Miki?, joder, las últimas veces hemos ido ahí, vamos a cambiar un poco.
ADRIAN: Bueno, pues di.
ADRIANA: Que no, decide tú, pero al Miki no.
ADRIAN: Pues vamos al Wok ese que han puesto nuevo.
ADRIANA: ¿Comida china?, no sé si mi estómago estará preparado para tanta guerra.
ADRIAN: ¿Al Asador de Donosti?
ADRIANA: Anda, ¿carnuza para la noche?.
ADRIAN: Pues a un argentino.
ADRIANA: ¿El de San Nicasio?.
ADRIAN: ¡¡¡¡ Sí !!!!.

ADRIANA: Mejor un sitio que podamos ir en coche y tomarnos unos vinos.
ADRIAN: ¿Un italiano?
ADRIANA: No me apetece pasta...
ADRIAN: Joder, pues...
ADRIANA: Han puesto uno nuevo vegetariano, en la plaza, puede que esté bien.
ADRIAN: Vale, genial, pues a ese.
ADRIANA: Perfecto, tenemos mesa a las diez...
ADRIAN: Apaga la luz, anda, apaga la luz...

21 de agosto de 2007

EL TITULAR


El tifón se aleja de la zona turística. No acabo de entender el titular. No es que no alcance a comprender lo que sujeto, verbo y predicado pretenden mostrarnos. No entieno el objeto final del mismo. He hecho trampa. Porque yo también he caído en las redes del titular, me he sentido ligera y en la medida de lo razonable aliviado. Menos mal, tengo unos amigos en Jamaica y, aunque sabemos que la seguridad de los turistas es prioritaria, estábamos inquietos por ellos, por lo mal que pudieran estar pasándolo. Qué putada, pensamos, se les han jodido las vacaciones. Y es que el ser humano es tan egoista que da miedo. Pero funcionamos así, en micro mundo concéntricos donde el valor de las cosas, como las monedas en los países, guarda relación con las fronteras que lo acotan. Hay vidas en juego y nosotros maldecimos el fin anticipado de las vacaciones. Y me siento mal, pero tampoco puedo evitarlo. Por eso digo que he hecho trampa al decir que no entiendo el titular. ¡ Claro que lo entiendo !, quiere calmar a lectores que como yo tienen familias o amigos allí, porque para nosotros, nos guste o no, es lo más importante. Después vendrá la solidaridad con el pueblo que sufrirá de verdad (sus casas no están preparadas como los hoteles) los envites de la naturaleza. Es como cuando hay un accidente de avión en el extranjero, 450 muertos pero ninguno de ellos español. Uf, menos mal. Menos mal ¿por qué?, pues muy sencillo, las personas a las que quiero, las personas a las que necesito, son en su mayoría españoles, así que esa sencilla frase hace que pueda seguir concinando, tuerzo el gesto empatizando por un instante el dolor que deberán sentir familiares y amigos, pero después la ensalada se lleva toda mi atención. Sé que a miles de kilómetros a alguien se le habrá caído el cuchillo al suelo al saber que ahí viajaba su primo, su hijo, su amigo...pero gira el mundo gira, en el espacio infinito y que duro es admitirlo.

MICROS

Me voy, susurró sin atreverse a decir la verdad: huyo.

CANCIONERO


No podía faltar, alguien como él tenía que tener un espacio dentro del cancionero. Quizá no sea un músico de escuela digno de estudio, tal vez sus letras rozan el absurdo (y la maravilla) y se manejan en sus mundos muy, pero que muy particulares, pero Kiko Veneno es un genio, y de los buenos de verdad. Crecí aprendiendo a amar su música y si acabé hincando la rodilla al mundo del flamenco fue sobre todo gracias a músicos como él. En fin, he elegido echo de menos porque es una canción de desamor y esa mezcla, universo particular de kiko-desamor-flamenco me parece de lo más interesante:


Echo de menos
La cama revuelta
Eses zumo de naranjas
Y las revistas abierta
En el espejo
Yo encuentro tu mirada
No hay besos en la ducha
Ni pelos, ni nadaEntre nosotros
Un muro de metacrilato
No nos deja olernos
Ni manosearnos
Y por las noches
Todo es cambio de posturas
Encuentro telarañas
Por las costuras...
lo mismo te echo de menos, lo mismo,que antes te echaba de más...
Si tú no te das cuenta de lo que vale
El mundo es una tontería
Si vas dejando que se escape
Lo que más quería
Echo de menos
El crujir de tus tostadas
Sentir por el pasillo
Tu gato que araña
En mi camisa
Llevo tu aroma preso
Y el rojo de tus labios
Por el cuello
Entre nosotros ...

20 de agosto de 2007

INVENTOS


Hay infinidad de inventos inútiles que, pese a todo, tienen su hueco en la historia. No sé, intentaré hacer memoria, el lápiz linterna, cosa más incómoda oiga, salvo para vincular mareo y literatura, con lo que era ideal para novelas sobre barcos. La yogurtera, que era una especie de tortura para que la leche muriera con dignidad cocinera y de su putrefacción saliera un nuevo alimento. Era como una incubadora, ¿quién se podía comer luego un yogurt?, con el cariño que le había cogido, hasta nombre le poníamos a algunos. La goma de borrar bolígrafo, ¿por qué no llamaban a las cosas por su nombre?, era lija de bolígrafo, porque era cierto que desaparecía, pero también lo hacía el papel.
En cambio hay otros muchos a los que no se les da la importancia necesaria, carecen de glamour, al menos el que hoy os voy a presentar. Estoy seguro que, como otros muchos, llegó por casualidad. Alguien descubrió la utilidad de naftalina de los urinarios masculinos, más allá de la higiene y el olor, tanto es así que desaparecieron como su utilidad primaria. Vamos a explicarlo un poco. De todos es conocida la afición grafitomiccionera del género masculino. Viene en los gérmenes, que dirían algunos. Estoy seguro de que un hombre aislado en una isla desierta, crecido sin el más mínimo estímulo u orientación cultural, acabaría haciendo grafitis con su pis sobre una palmera o en la arena de la playa. Está en algún lugar oculto de nuestro código genético, no tengo la más mínima duda. Así que el cien por cien de los hombres hemos jugado con la bolita del meadero, para arriba, para abajo ¡ a ver quien la mantiene más tiempo en movimiento!. Somos así de primarios. Y que nadie se escandalice, que con esa bolita han jugado desde el jardinero hasta el ministro pasando por el asesino en serie y el premio Nobel. Así que, supongo que alguna persona encargada de la limpieza llegó a esa conclusión. Pudo ser por casualidad, el urinario que carecía de bolita tenía a su alrededor una mayor cantidad de suciedad que limpiar. Al no tener un objeto con el que juguetear, la dirección del chorro, digamos, era más anárquico. Eureka, se dijo, estos tipos (me da que fue mujer) juegan con su minga…perdón, con la bolita. Seguro que lo comentaría con sus amistades, con su familia y la voz se fue corriendo hasta que llegó a alguna mente con el clic operativo y lanzó los primeros urinarios con diana. Una cara sonriente que con nuestro orín cambia de color, una bolita que gira y gira alentada por nuestro chorrito, una diana con puntuación (mi favorito) a la que solo le faltaba un contador en la parte superior ¡ premio ¡ acaba de hacer la meada más certera de la semana, gracias señor, fdo: la señora de la limpieza. Tanto se ha generalizado este tipo de jueguecitos que cuando llegas a un urinario que carece de ellos te sientes como huérfano, como si hubieras pasado de una película en color a una en blanco y negro y si no te cambias es por vergüenza, que pasear con aquello fuera por una bolita como que no, pero el chorrito ya no te hace gracia, y sales del baño con gesto torcido. ¿Qué pasa, cariño?¿no has podido hacer pis?. Nada, mujer, nada, cosa de hombres. Ya se sabe, los gérmenes.
Ahora, viendo el de la imagen que he elegido, además de alimentarnos nuestro ego (supongo que será una tienda y debes de salir con unas ganas de consumir) ¿qué logran?, porque con la diana enchufas dentro, ¿en estos?...

MICROS

Mira, te voy a presentar a las pocas personas que nunca me han fallado, le dijo el hombre solitario, y empezaremos por don Jose Luis, Sampedro, para más señas.

LAS PREGUNTAS DEL PEQUE


Mira, mamá, mira, la colita, la tengo para arriba.


Rubén, dos años y ocho meses mirándose la cola en su primera erección.

14 de agosto de 2007

NATALIE

Hablando con unos amigos me preguntaron cual era la mujer más hermosa que conocía. Evidentemente, por timidez, no dije que ella porque presuponía que se referían a gente famosa, actrices o cantantes. Y no supe que responder. Y me resultó desconcertante, porque siempre he sido muy platónicamente enamoradizo. También muy fiel, todo hay que decirlo, porque cuando la belleza de una mujer se ponía en lo más alto, ninguna llegaba a su altura. Me pasa en otros órdenes de la vida, soy un poco endiosador, ya hemos hablado de ello y de mis ídolos.
A algunas mujeres las admiraba por su belleza en conjunto (Judit Mascó, por ejemplo) a otras fue la acción de un hombre (director de cine) quien me la sirvió en bandeja (Enma Suarez en La ardilla Roja) y puede que incluso una melodía sirviera de trampolín (Demmi More en Ghots). En este aspecto tengo que reconocer, y no sin cierta vergüenza, que soy bastante patriota, y es que quitando Demmi y en algún momento (breve) Angelina, siempre me he quedado con el producto nacional. Tuvieron reinados breves actrices como Maribel Verdú, Penélope Cruz, Silke o Ingrid Rubio. Pero también hubo hermosuras discutibles que siempre estuvieron allí (y lo siguen estando). En este grupo ocupan un lugar especial Silvia Munt y Najwa Nimri. Nos quedarían por tanto los grandes reinados abiertos por Enma Suarez, Elena Anaya, Monica Bellucci o Leonor Wailting (tentado estuve de decir que ella cuando me preguntaron).
Muchas de estas mujeres perdieron su reinado y su trono por un mal endémico en la belleza femenina: la extremada delgadez. Lo hizo Maribel, o Enma. Y luego, claro, está el caso de aquellas que lo perdieron por la llegada de una belleza mucho más arrebatadora. El caso es que ayer buscando no sé qué por la red apareció su imagen. Tengo que admitir que la había olvidado, por completo, pero su belleza fue en una sola imagen tan ilustrativa, tan subyugante, tan arrolladora, que si me hubieran vuelto a pregunta lo hubiera tenido muy, pero que muy claro: Natalie es la más bella. La miras y hay algo, pese a que sabes que no puede respoderte, que ella es de pixel o papel, que te hace sentirte tímido, como desnudo. Son sus ojos, o sus labios, o su gesto. No sé si por ella pasan los años, pero amigos, hoy os puedo decir que creo que ella es la segunda mujer más hermosa del mundo...

NOTA: espero vuestras opiniones, ¿vale, Rafa?.


MICROS

Es alto, guapo, un hombre de éxito, licenciado, con un master MBA, con diez años de experiencia... aun así, sonríe al pensar que, por suerte, en los curriculum todavía nadie pone fui (o no) feliz.

EL CANCIONERO


Hace un par de meses puse en esta sección una canción de Leño. Siguiendo esa estela, e intentando no avergonzarme (es broma) de mi pasado heavy, he rebuscado en mi memoria (en la parte más oscura del trastero, sección derecha, junto a las mujeres que nunca besé) un grupo con el que sinceramente me identificara en aquella época. He canturreado en improvisados botellones, en la soledad de mi casa (cuan hermosa es la estampa de un granoso adolescente tocando las cuerdas de una wilson infantil en un esforzado karaoke) muchas canciones míticas del heavy español del estilo resistiré, resistiré hasta el fin, vamos muy bien, borrachos como cubas, ¿y qué? y un razonable etcétera. Pero quería poner una canción que recordara sin la neblina etílica o la euforia infantil. Barón Rojo. Esa fue mi primera elección, sobre todo porque es el único que se elevó sobre la rutina de la doble pletina y me compré un disco: Tierra de nadie, año 1987 (ya tenía mis quince añitos). De Barón siempre me gustó aquella balada (oasis en el que nos escondíamos los falsos heavys) de Hijos de Caín...la biblia cuenta una historia, que un Dios terrible dictó. Pero para ser fiel a mi memoria, me quedo con la primera que entendí y admiré por lo que decía: Pico de oro.


Ten cuidado con él
no es lo que crees
va de honesto
te engañará
No te fíes de él
duro con él
sus discursos
te embaucarán
Y ahora hay más...
Y ahora vienen más.
Desborda de ambición y nada le detiene
y sabe darle al pico cuando le conviene
Se hará cantante de boleros o rockero
si hay una manifestación ira el primero
Lo que reivindiquen
lo mismo le da
le importa la foto
que es un punto a favor
de su promoción
todo puede servir para trepar
Y ahora hay más, más
cada día hay más
picos de oro con carnet
vienen más, más
Patria, ¿qué les das?
pico de oro, te va bien.
Le encanta pronunciar palabras bien sonantes
y así disimular que es un ignorante
quiere ser concejal de algún Ayuntamiento
porque lo cultural, tío es el mejor invento
Y si es necesario
para destacar
cambiar de chaqueta cambiará su rubor de ropa interior
porque el caso es pillar
un buen lugar
Y ahora hay más, más
cada día hay más
picos de oro con carnet
vienen más, más
Patria, ¿qué les das?
pico de oro, yupi es.
Le importa más a este país
hablar en vez de hacer
un pico de oro puede aquí
ascender
al poder
Ten cuidado con él
va de legal
pero es sólo
un charlatán
Ten cuidado con él
duro con él
con su labia fatal
te hipnotizará
Y ahora hay más, más
cada día hay más
picos de oro con carnet
vienen más, más
Patria, ¿qué les das?
pico de oro, te va bien.
Si a una fiesta en su honor
te invitan por error
te abrazará y te clavará
un puñal
por detrás.

13 de agosto de 2007

YOUTUBE


Hay un montón de cosas que no entiendo de internet. No ya del complejo universo al estilo matrix que resulta ser la realidad relativa de la red, sino de lo que es el entramado económico que subyace por debajo de los cables de mi adsl. Me considero usuario de la red, como el que más...bueno, usuario, sin más. Descargo, cotilleo y todo lo que huele a timo: equis blanca sobre cuadrado rojo. Compro lo necesario, sobre todo billetes de avión, y no le hago caso a la publicidad. ¿Soy o no un usuario tipo?. No sé lo que vale google, pero seguro que me lío con los ceros. ¿De dónde sale todo ese dinero?. Estamos hablando de miles de millones de euros. ¿De la publicidad?, ¿de lo que pagan las empresas por aparecer el primero en la búsqueda?. Y todavía hay una cosas que me sorprende más. Creo que youtube es todo un invento, tengo familia lejos de Madrid, y muchos amigos y ahora con los niños estas páginas de videos se han convertido en nuestro mrv de envíos digitales. Cuelgas el video, llamas y dices como verlo y más barato que grabarlo en un cd y mandarlo por correo. La cantidad de videos que hay es impresionante. Se habla de 250 millones de videos. Leo en alguna noticia (de fiabilidad relativa) que hay en torno a los 65.000 diarios. Si buscas alguno de sexo, suele haber una advertencia que te obliga a demostrar que eres mayor de edad. Ni me parece bien ni me parece mal, la página es suya y que hagan con ella lo que quieran. Lo que me genera inquietud (relativa también) es ¿cuanta gente tienen trabajando para poder visionar 65.000 videos al día. Si la media fuera de un minuto, por poner un ejemplo, estaríamos hablando de 1083 horas de trabajo diarios. Digamos que hay tres turnos, eso supone que cada turno tiene que visionar 361 horas en sus 8 de trabajo. Eso nos deja un resultado de al menos 45 personas por turno que ni comen, ni mean, ni fuman. Una plantilla de 135 personas para filtrar los videos que tienen o no carga erótica. Ímprobo trabajo, ¿no os parece?. Por no hablar de los miles de idiomas, ¿o solo se revisan las imágenes?, puede salir una monja contando sus deleites sexuales que mientras lo haga en arameo y no haya imágenes explícitas. Para mi que hay truco, mucha moral y mucho truco.

MICROS

Se lanza al aire con olvidado espíritu juvenil, la mano alzada al cielo. Al caer queda tendido junto a un charco. En él se ve reflejada una arrogante estrella. La mira y sonríe, je, por fin te cacé.

LAS PREGUNTAS DEL PEQUE


¿Dónde te vas de vacaciones?.
A Canadá.
¿Sí?, ¿y dónde está eso?
Pues mira, tú sales del portal, te montas el coche, al final de la calle hay una curva y allí está.





Kike, cuatro años

12 de agosto de 2007

LA SONRISA VERTICAL


EP3, viernes 10 de agosto: (...) la editorial Tusquets fue la pionera cuando en 1977 creo la colección y el premio "La sonrisa vertical", (...). Después de 26 años se suspendió el galardón porque de los escasos ejemplares que se presentaban ninguno tenía la calidad adecuada. Gigoló, escrita por un tal Antonio Larrey se presentó a esa última edición.
Recuerdo cuando supe la noticia que me sentí ciértamente indignado. ¿Ni una sola?. No es que mi novela no hubiera ganado el premio porque había otras mucho mejores, a lo que ya estoy más que acostumbrado (aunque mi ego de escritor tardó en aprender), sino porque como el resto, y siempre su subjetiva y engreída versión, era una mierda. ¿Por qué no dicen la verdad?, y es que la colección carecía de sentido y, sobre todo, las ventas habían caído alarmantemente. En el momento en el que nació tenía su espacio, el erotismo era un lugar privilegiado y único, pero ahora cualquier novela puede incluir como un ingrediente más unas buenas dosis de erotismo. Por eso no hace falta acudir a colecciones marginales para, de vez en cuando, verse en la necesidad de leer a una sola mano. Que lo disfracen diciendo que todos los escritores somos unos mediocres me parece ofensivo. Eso al menos piensa mi ego, que no tengo claro si tiene bien aprendida la lección.

MICROS

Mierda, mira que es mala suerte, lleva meses sin llover y justo el día de mi boda tiene que hacerlo. A menos de cien metros un hombre mira al cielo emocionado, por fin, por fin, ya era hora.

11 de agosto de 2007

SER TONTA


Voy a pediros que veaís primero el vídeo (en la parte derecha o haz clic) y después charlamos.
¿Ya lo habéis visto?, increíble, ¿verdad?. Esto ocurrió en un programa de televisión, no hace mucho, se llama nadie es perfecto. En esencia se trata de enfrentar en un duelo ¿intelectual? a guapos y tontos contra feos y listos. Sin entrar en la esencia tópica y humillante del programa (es para y por adultos, así que cada cual que reflexione) vamos a centrarnos en lo que hemos visto. No sé que es peor, si que haya personas que a estas alturas estén tan aisladas en su propio mundo (¿los de yupi?) o que de ello se haga un programa de televisión (que desconozco si tiene o no éxito). No, ya lo tengo, lo peor es que esta mujer se ofrezca para semejante espectáculo. ¿Qué le dijeron en el casting?, mira, das el perfil, eres muy guapa y muy tonta, las dos características que estamos buscando, pasas a la siguiente fase. No consigo entenderlo, ¿cómo va a presentarse a futuras entrevistas de trabajo?: ¿qué has estado haciendo últimamente?, ah sí, participaba en un concurso, era la guapa tonta, ¿me contratas?. Pero vamos a centrarnos en el video. No solo tenemos a la morena que no es capaz de saber quien es la vicepresidenta del país en el que vive (aceptemos que el nombre es algo complejo, pero ¿Teresa de Calcuta?) sino que tenemos a todo el equipo de los guapos que cuando la muchacha lanza la bomba salen corriendo a celebrar el punto conseguido. Pero ¿cómo es posible?¿todos pensaban la misma sandez?¿se creerían cualquier cosa que hubiera dicho la morena de frente limitada?. Me cuesta creer que haya personas en este país tan...tan...tontos, es que realmente no encuentro otra palabra, siento si es ofensivo, pero tontos me parecen y tontos diré que son. Puede que me estén engañando, eso debe de ser, es un papel, son grandes actores que todavía están por descubrir, probablemente inteligentes y cultos, lectores de los clásicos, con un historial amateur de obras de Tirso o de Lope, que están realizando el primer papel importante de sus carreras. Prefiero pensar eso...esto, esperad, llaman a la puerta, es un tipo con gorro blanco y rojo ¡ Papá Noel !.

MICROS

Se sentía orgulloso, creía estar solo porque nadie estaba a su altura...en realidad, nadie quería estarlo.

GIGOLO; capítulo décimo: celos


Susana Tomillo Álvarez de Asenjo, de los Álvarez de Asenjo, familia de alta alcurnia, poseedora de una de las fortunas más respetables de este país, viuda, con cuatro hijos, dos de ellos casados y empresarios de postín, un tercero abogado de prestigio afincado en Estados Unidos y una cuarta en la saga familiar, prestigiosa neuróloga y lesbiana, para la ignorancia de su familia, saca la polla de Adrián de su boca y se relame, obscena, divertida. Mira lo que hago, parece decirle al mundo. Hacía mucho que no probaba esto, piensa mientras se recuesta sobre la cama. Está desnuda y las evidencias del paso del tiempo han dado a su cuerpo un aspecto que le cuesta asumir. Ésta no soy yo, se dice algunas mañanas frente al espejo. Tiene cincuenta y cinco años y cuatro embarazos, pero aun mantiene en su retina el recuerdo de quien fue, la aristócrata más hermosa y codiciosa del reino. Si hubiera necesitado trabajar, ha pensado siempre, el cine hubiera sido su destino. Pero ¿para qué trabajar?. Además, cuidar niños enfermitos de cáncer los jueves y hacer cenas benéficas en Navidades ¿no son trabajo?. Claro, que ahora mismo, recostada sobre los almohadones, en su inmenso dormitorio, con Adrián, joven, apuesto y dispuesto, expectante a sus deseos para convertirlos en órdenes, todas estas cuestiones le importan bien poco. Ahora es mi turno, le dice a Adrián. Está algo despistado, no lleva un buen día y eso repercute en su trabajo. Además, la amante de hoy, su mecenas de esta noche, no responde al tipo de mujer que despierta sus pasiones. Se trata de trabajo, puro y duro, y no está a la altura. Lo sabe y promete esforzarse a partir de ahora. Es algo que le ha sorprendido estos meses. La última vez que comió con Luz se lo dijo. No pensé que fuera a encontrarme con mujeres tan atractivas, uno se hace a la idea de que quien acude a un profesional como yo es porque no encuentra lo que busca sin dinero ¿no?. No, la prostitución de lujo masculina, amigo mío, se rige por otros criterios, aunque siga siendo encontrar con dinero, no te engañes; pero una mujer rica, normalmente con cierto poder, la vida resuelta, estando insegura de su aspecto jamás acudiría a un hombre como tú; son orgullosas y tienen que sentirse hermosas y deseadas, también envidiadas, cuando se enfrentan a la sociedad, cuanto más cuando se trata de un gigoló. Luz saboreaba la lubina divertida, maestra otra vez con el alumno aventajado. Claro que hay de todo, pero te habrás dado cuenta de que son mujeres que tienen muy claras las cosas, lo que buscan y por lo que pagan, ellas se sienten hermosas y muy probablemente lo sean. Susana, su clienta de hoy, en cambio, no cumple ese precepto. Y no porque tras ese cuerpo que ya cede a la presión del tiempo no se esconda una mujer hermosa, sino porque esta mujer, lo ha notado en su forma de desnudarse, en su forma de enfrentarse a la situación, no está feliz con su madurez casi recién llegada. No era una habitual en las fiestas de Luz, un par de ellas tal vez, y en alguna de ellas tuvo tiempo, eso sí, de fijarse en Adrián. Por eso, cuando estas últimas semanas una amiga la vio triste trató de animarla, vamos, habla con Luz, seguro que una cita con ese muchacho te alegra la vida. Y no es que hasta ahora no haya sido lo que en la calle llaman mosquita muerta, ni mucho menos. Mientras estuvo casada mantuvo algún que otro romance, también con jovencitos, que siempre fueron su predilección. Ocurrió después, que con la edad se empezó a sentir insegura e incómoda, se aburguesó y cuando se quiso dar cuenta no solo se había quedado viuda, sino que había perdido toda práctica de seducción. Por eso su amiga tuvo que insistir, tampoco mucho, para vencer su pereza y sus temores y se pusiera en contacto con Luz y arreglar una cita con Adrián. Él ha sido cuidadoso, ha administrado la situación con sabiduría, evitando que fuera traumática la llegada del cuerpo a cuerpo, del que ahora, Susana, con los pulmones repletos de suspiros, no quisiera salir jamás. Es mi turno, le dijo hace un par de segundos y Adrián, convencido de que tiene que estar a la altura de su clienta, se arrodilla frente a las piernas abiertas sin decoro alguno. La piel, pese a que los años le han robado la firmeza con premeditación y alevosía, sigue mostrándose tersa y suave, con siglos de masajes, cremas y cuidados en sus recuerdos. Finge estar deseando desplegar su ingenio por ese sexo, también cuidado, con el bello recortado a la perfección, una obra maestra gracia, sin duda, de una especialista por cuenta ajena. Cuando no hay deseo, el ingenio y el orgullo ponen lo que falta. Por eso Susana no puede percatarse de nada, para ella hay un hombre entregado lamiendo su coño, haciéndola sentirse joven, deseada, viva, sin más, ¿para qué reflexionar sobre el asunto?. Sí que reflexiona, en cambio, sobre el tiempo que llevaba sin encontrarse en esta tesitura. Entre suspiro y suspiro, llevada por una extraña dejadez, recuerda. Con su marido apenas hubo contactos de este tipo, alguna vez, más por exigencia suya que por iniciativa conyugal. En cambio, caminaron mucho en la otra dirección, para su marido verla con la polla entre los dientes, no merecía objeción alguna, salvo aquella vez en la que no se retiró a tiempo, el semen la manchó y él enfureció gritando que de dónde se había sacado esos juegos, que con que tipo de depravadas se relacionaba. Recuerda una última y difusa vez, con el estudiante de derecho que vino a limpiar la piscina y acabó limpiando también algún que otro elemento no decorativo de la mansión. Aquel jovencito fue su última alegría oral. Sabe que carecía de la sabiduría de quien ahora lame sus pliegues, pero le ponía tanto entusiasmo que pasó muy buenos momentos con él. Adrián, sin olvidarse de caricias, besos, lametazos y mordiscos, también tiene la mente en otro lugar. No deja de ser curioso que pese a eso sus cuerpos sigan una conjunción perfecta basada en el deseo. Piensa en Sofía, por su puesto. No voluntariamente, porque no le gusta pensar en ella mientras trabaja, no deja de ser una rémora que le impide disfrutar de lo que hace. Justo lo que le está ocurriendo hoy. Desde aquella maravillosa noche en la Torre Madrid, le cuesta mucho justificarse en lo que hace. Cuando pasean de la mano siente deseos de sincerarse, de decirla, escucha, Sofía, no trabajo en una multinacional, voy a volver a estudiar y todo lo que gasto, la moto, la ropa, las cenas, sale de mi cuerpo, vivo de las mujeres. Pero descansa cada noche tranquilo porque sabe que hay una parte de su cerebro, a la que un día tendrá que hacer un monumento, que controla esos impulsos con la misma fría profesionalidad con la que está a punto de provocar un orgasmo en la respetable señora de Álvarez de Asenjo. Se plantea que tarde o temprano, por muy rentable que esto sea para su bolsillo, y para su ego, deberá dejarlo, convertirse en un respetable ciudadano de bien que paga sus impuestos y todas esas cosas. No hay que tener prisa, algún día no es una fecha concreta en el calendario. Sabe que Sofía está loca por él. Lo dijo hace una semana, después de hacer el amor. Te quiero. Quiso responderla, no con la misma moneda, porque no puede, no es capaz todavía de catalizar esas cosas extrañas que siente, pero sí al menos decir algo. Ella lo detuvo. No, no digas nada, no busco respuesta, solo busco que lo sepas, me sale del alma y me dolería demasiado retenerlo, porque quererte ya me duele. A cualquier ser humano le hubiera bastado para trasformar las cosquillas en el corazón, los suspiros inesperados mirando unos ojos, y convencerse, sí, estoy enamorado. Pero Adrián lleva toda la vida consigo mismo, y, ya se sabe, a las relaciones largas es complicado ponerles el punto y final.
Aun así, no todo es dulce turbación en sus pensamientos, porque mientras desliza suavemente la lengua por el clítoris de su clienta, es María la que aparece en escena. Su obsesión. Su perdición. Su agujero negro. No puede apartarla de su vida, y lo que es peor, todavía no se ha planteado hacerlo. Cada vez es más posesiva, más exigente. ¿De dónde vienes tan tarde otra vez?. ¿No te irás tan pronto porque hay otra mujer?. Sabe a qué se dedica, sabe que se folla a otras por dinero, y sin embargo, en ocasiones parece olvidarlo. Y es cuando siente miedo, cuando la mira a los ojos y espera de ella algo trágico. Después su cuerpo ejerce de bálsamo, su insaciable curiosidad y deseo de juego pueden con todo. En las últimas semanas ha instalado una costumbre que lo incomoda más que ninguna otra: los mensajes al móvil. Me vas a comer el coño como a mí me gusta, para hacerme gritar. Espero tu polla como siempre, grande y sabrosa. Muchos han llegado en momentos comprometidos, estando con Sofía, que se siente demasiado insegura cuando a Adrián lo acecha otra sombra femenina. Cualquier mujer es un riesgo, una tentación. Y ella misma se lo justifica en soledad con un argumento matemático e irrefutable: si yo estoy loca por él, ¿por qué no van a estarlo el resto de las mujeres de este planeta?. Adrián no sabe nada de estas turbaciones. A él lo que no le gusta que su relación con María condicione absolutamente nada de su vida privada. Por ejemplo, tener que cambiar de móvil para evitarla, heriría demasiado su orgullo. Intenta que comprenda, entre polvo y polvo, que no debe mandarle mensajes, que no debe llamarlo más que para lo imprescindible. Arremete estos asuntos con mucho cuidado, con mucha mano izquierda. Pero María no se da por aludida. Tal vez, piensa intentando que éste sea el último pensamiento ajeno a su trabajo, un día de estos tendré que acudir a su cita a hablar, simplemente, a dejar las cosas claras, porque parece que María está desempeñando roles en este juego que no le corresponden.
Por fin logra concentrarse en los gemidos que deben guiarlo. Sí, me gusta, mi vida, sí, me gusta lo que me haces, ahí, suavecito. Con suerte Susana se correrá y el asunto quedará zanjado. A cobrar y a casa, a descansar un poquito. Una especie de zumbido lo saca de su tarea. Es su móvil, que vibra en el pantalón. Piensa en María. Otra vez, joder, esta mujer es un puto tostón. Sigue chupando, sigue penetrando. Oh, cariño, como me estás poniendo, grita Susana, que ahora sí que está completamente fuera de sí, sobre todo de la Susana aristócrata y recatada. El zumbido desaparece y vuelve a su trabajo. Media docena de lengüetazos después regresa y con él María, la dichosa María. Con la misma arbitrariedad, el zumbido vuelve a morir. Este ir y venir, del zumbido al coño, del coño a María, de María al silencio, del silencio al zumbido, se repite tantas veces que cuando quiere darse cuenta Susana grita que se corre, incorporada, agarrada a su cabeza. Después se deja caer, mientras el zumbido vuelve por enésima vez. No pierde el control, la cosa puede terminar aquí y como es lo que desea, la abraza con ternura, notando bajo sus brazos la perdida firmeza. ¿Te ha gustado?, pregunta, con voz inocente, como si lo que acabara de hacer hubiera sido una novedad también para él. Me ha encantando, cariño, hacía tiempo que no me sentía así, ya sabes, demasiado sin un orgasmo tan, tan intenso, creo que me lo merecía. Por su puesto que te lo mereces. En el fondo la aristócrata, piensa mientras la besa para ponerse en pie, no deja de ser una mujer más, madura, con sus miedos, sus grandezas y sus miserias. Y ahora, si no te importa, casi preferiría que te marcharas, voy a darme una ducha, porque mañana tengo un día muy largo. Claro, por su puesto, sonríe tranquilo de saberse sin más ataduras. En la salida, a la derecha, debajo de una escalera, hay un sobre; verás que no es lo acordado, pero Luz me habló tan bien de ti, que puse la propina por anticipado. Sonríe por última vez y todavía sin terminar de vestirse, desaparece de la alcoba a toda carrera. Se detiene tan solo a por el sobre, comprobando la generosidad de la aristócrata y sale a la calle. Antes de arrancar la moto recuerda las llamadas. Nota como la tensión se acumula en la mandíbula, comprimiendo sus dientes, y titubea antes de sacar el móvil. Teme que si las llamadas son de María no pueda controlarse. Hay al menos cuatro. Acciona los botones y comprueba, felizmente, que no se trata de María, sino de su princesa. Es extraño, piensa, porque no suele ser tan insistente. Confusamente, mientras intenta rescatar de su memoria el número de Sofía porque los dedos están poco ágiles en la búsqueda, imagina motivos para la insistencia, e incluso piensa en su prima, en una recaída. Cuando escucha, por fin, la voz de su princesa, intenta serenarse. Hola Adrián, ¿dónde estabas?. Es una pregunta impropia en ella, pero Sofía está mucho más desconcertada que él. Pues mira, estaba en casa de Edu, y me he dejado el móvil en la mía. Ah, es que te he llamado un par de veces. Ya, ya, ¿pasa algo?. Bueno...Está nerviosa y Adrián lo nota. Venga, princesa, ¿te ocurre algo?. No, no, simplemente quería hablarte, ¿todo bien en el trabajo?. Sí, claro, todo bien, nada nuevo bajo el sol. ¿Me echas de menos?. ¿En el trabajo?. No, tonto, ahora. Claro, y en el trabajo, siempre te echo de menos. Lo dices para que te deje en paz. Ya, pues no me sirve de mucho, así no sé porqué iba a hacerlo. Ah, que quieres que te deje en paz, pues cuelgo, eh. Anda, tonta, que sabes que es mentira, ¿para qué me has llamado?. Por nada, no sabía que necesitara un motivo. No te enfades, sabes que no me refiero a eso. Ya, a veces me da la impresión de que te molesta que intente hablar contigo, quedar, que nos veamos. Bueno, anda, mejor hablamos mañana, ¿te parece?, sabes que estos cacharros no me gustan. Ya, así nunca hablamos, en fin, mañana nos vemos, si puedes me pasas a buscar por la tarde. Vale, un besito, y donde tú quieras. Claro, para eso siempre tienes tiempo, ¿eh?, ah, una cosa, se me olvidaba. No solo es mentira, sino que es la verdadera razón de las llamadas y los nervios. Dime. Pues que, que me ha llamado una idiota. ¿Una mujer?, ¿a dónde?. A cámara lenta se representa en su cabeza una película de terror, protagonizada por un pelo color fuego atado un nombre. Pues al móvil, joder. ¿Y quién era?. No sé, eso a lo mejor me lo tenías que decir tú. ¿Yo?, joder, pues no sé, ¿qué ha dicho?. Nada, que era María, y que bueno, que estaba intentando localizarte, y que no era nada importante, que no me molestara en contarte nada. Adrián está muy nervioso, no podía ser otra quien hiciera la llamada, pero ¿por qué?, ¿qué busca?, ¿dónde ha sacado su número de teléfono?, ¿por qué miente fingiendo querer localizarlo?. El nerviosismo crece, necesita soltar el teléfono, porque siente una extraña claustrofobia pese a estar en la calle. Necesita poner las cosas en orden y hacer algo, definitivamente, para zanjar el asunto. Bueno, pues que me vuelva a llamar. ¿Quién es María, Adrián?. Sofía siente una repentina punzada de odio en su interior, una sensación horrible y que ha dejado de ser novedosa, el miedo que abre la puerta a los celos. Nada, una amiga, pero hace mucho que no sé de ella, ¿te ha dicho algo?. Teme lo peor. No, nada, es muy simpática, pero ¿por qué me llama a mí?, ¿cómo sabe mi número?. Pues no lo sé, habrá preguntado por ahí. Tú no vas dando mi teléfono a nadie, ¿verdad?. Le duele el corazón de imaginarlo sudando sobre otro cuerpo, poseyendo otras almas. Claro, princesa, ¿cómo se lo voy a dar?. Pues entonces no lo entiendo. Seguro que tiene una explicación, mañana la llamaré, ahora es tarde, que me lo explique todo y punto, ¿te parece?. Claro, cariño, un beso. Sigue el corazón a mil. Otro, más grande, mi vida. Así de sencillo es el amor, un instante atrás la sangre que llegaba a su corazón estaba tan cargada de odio que era bilis lo que este expulsaba, y una simple frase, una simple palabra por primera vez salida de los labios de Adrián, ese inocente mi vida, ha bastado para que todo vuelva a su lugar, para que el corazón se serene. Sonríe, feliz. Así es el amor. Hasta mañana, mi vida.
Antes de colgar ya está sobre la moto. Ni se molesta en ponerse el casco. A medida que el caucho devora el asfalto se va sintiendo más irritado, pleno de ira maneja la moto con temeridad, zigzagueando entre los coches, sin respetar semáforos ni señales. Va tan rápido como su cabeza. Hija de la gran puta, me cago en su puta madre, si le hace algo a Sofía la mato, vaya que si la mato, reviento su cara de puta viciosa de una patada. Llega a la casa, que ya no le resulta tan familiar, ni tan inquietante, sino un lugar odioso que quisiera borrar de un plumazo de su vida y hasta de sus recuerdos. Llama al telefonillo y presiona la puerta esperando el pitido. La flanquea y golpeando la pared del ascensor con el puño llega a la última planta. La puerta está abierta, así que entra como un huracán. María parece esperarlo en el salón, fumando, sonriente, curiosamente con la misma camiseta con la que abrió la puerta la primera noche. Sabía que vendrías a verme. Adrián no dice nada, de un puñetazo, que antes la hace girar sobre sí misma, la lanza contra el sofá. Sangra por la nariz, y está un poco aturdida, pero el dolor la hace sentir especialmente viva. Vaya, le dice, sin esperar un segundo puñetazo, veo que la zorrita te gusta. No me toques los cojones. Se balancea sobre los dos pies, como si una fuerza lo impulsara a continuar lo que ha empezado y otra lo obligara a permanecer, en tensión, ahíto de ira. Pues sabes que es una de las cosas que más me gusta, tocarte y comerme tus cojones, y tu polla ¿o es que ya no te acuerdas?. Son ironías que no favorecen a que Adrián se tranquilice, y es que no es lo busca, busca tal vez otro puño sobre su rostro, y después un cuerpo que se lance y acabar brutalmente follada contra el sofá. Adrián no entra en el juego, se mantiene expectante, intentando controlar su ira para no cometer una locura, y no sabe cuanto tiempo podrá aguantar. Todavía sangrando, María se pone en pie, buscando recuperar el aliento y la dignidad. ¿Qué es lo que te da esa zorra que no te de yo?. Le parece una pregunta patética, le gustaría decir la verdad, que lo único que ella le da es lo que Sofía no debe darle. Yo te doy algo más que dinero. Parece haber leído sus pensamientos. Se quita la camiseta y le ofrece su cuerpo, ese cuerpo que tantas veces estrujó y que ahora no le parece ni tan hermoso ni tan apetecible, porque no es a sus ojos más que otro cuerpo de una mujer madura entrada en carnes. Ponte esa puta camiseta ahora mismo. Mira mis tetas. Se las acaricia como haría una actriz pornográfica, mordiéndose la lengua. ¿No te apetece comértelas?, ¿no te apetece correrte sobre ellas y que me coma tu semen?. Lo único que me apetece es pegarte otro puñetazo y arrancarte la cabeza. Y ¿por qué no lo haces?. Respira antes de hablar. Solo quiero que desaparezcas de mi vida, que no volvamos a vernos, que me dejes en paz, que encuentres a otro idiota que te siga los juegos, me he cansado, ¿sabes?, ya no aguanto más, y tu dinero no me basta ni me sirve. ¿Qué estás diciendo?, ¿quién te hace sentir las cosas que sientes conmigo?, ¿quién crees que va a pagarte lo que te pago yo?, ¿con quién crees que follarás mejor?, ¿eh?, contesta, contesta si crees que hay alguna mujer en el mundo como yo, ¿quién coño te crees que eres?, por haberme echo gozar un par de veces ¿te crees en el derecho de despreciarme de este modo?; no te das cuenta, pero hemos sellado una alianza para toda la vida, y ni una puta enfermera, por muy buena que esté la morenita, puede acabar con esto. Es la gota que colma el vaso. Respira y cuenta, uno, dos, tres, cuatro, hasta llegar a diez, resistiendo la tentación de acabar con todo de una puta vez. Eres patética. Es lo único que acierta a decir antes de darse la vuelta. Al tercer paso se detiene y la mira con todo el desprecio que le sobra. Si le ocurre cualquier cosa, lo que sea, si se tropieza en la calle y sospecho lo más mínimo, vendré aquí y haré con tu cuerpo tantos pedacitos que van a necesitar un ejército para recomponerte. María no dice nada, la ira alimenta su deseo carnal, sigue imaginándose sobre el sofá, rota por las embestidas de su amor. Pero también está asustada, porque siente que lo pierde, que si sale por esa puerta no volverá a verlo. Adrián se pone en marcha, decidido, pero antes de llegar, María lo detiene en seco. No te muevas, hijo de puta. Se da la vuelta y ve como una pistola, en unas manos temblorosas, intenta enfilar el cañón a su cuerpo. Si sales por esa puerta te pego un tiro. El corazón le va a mil por hora y apenas si controla el temblor de sus piernas, pero no quiere dejarse llevar por el pánico, al fin y al cabo ha llegado hasta aquí, es demasiado crédito para perderlo por el miedo. ¿Vas a matarme?, ¿esa es tu forma de retenerme?, ¿pegándome un tiro?. Ésta vez María parece tocada por sus palabras y baja la pistola, pero cuando intuye que reinicia la marcha, cambia de argumento. Pues me pegaré un tiro, si te vas me mataré, ahora mismo. Adrián la mira, está horrible, la sangre reseca, el rostro hinchado, las lágrimas brotando, los ojos perdidos. Me das asco. Casi ha escupido al suelo sus palabras antes de decidirse a abandonar la casa. Cuando suena la puerta a sus espaldas teme por un instante escuchar un sonido brusco y seco, el sonido definitivo y claro de la locura consumada. Pero no escucha nada más. Dentro, María ha soltado la pistola y se ha dejado caer. Llora con amargura, con el dolor instalado en su estómago, como una losa enorme y fría. Intenta encontrar en el propio odio una forma de fagocitar ese dolor. Os mataré, a los dos, os mataré a los dos. Fuera Adrián ha perdido las fuerzas definitivamente y se ha sentado en las escaleras, llorando también. Las lágrimas brotan de muy dentro, como el llanto, casi infantil, y no logra controlarse. No entiende por qué todo, cuando parecía arreglarse, cuando la vida parecía enderezarse, se ha estropeado de golpe. Y, sobre todo, no comprende como no se dio cuenta antes, mucho antes, antes de haber puesto a Sofía de por medio. Piensa en su padre, en los zarpazos de la vida e intenta serenarse, todavía tiene que volver a casa, en la moto, y vivir, vivir una vida que una hija de puta como María no puede estropear. Con ese convencimiento, secando sus lágrimas, se encamina escaleras abajo, hacia la moto, hacia la libertad, hacia la vida.

10 de agosto de 2007

EL EQUILIBRIO


Me he quedado sorprendido, resulta que Madrid (la comunidad) tiene más kilómetros de litoral (en agua dulce) que Cantabria y el País Vasco juntos. Es paradógico lo que le fascinan los pantanos a alguien como yo, que odia la figura de paquito rana. En general los ríos me despiertan pasión. Su pulso con la tierra, su tenacidad y su frescura. Un baño en las aguas limpias de un río, a ser posible en la montaña, es una verdadera delicia.
El entorno que rodea Madrid es un emjambre de panatanos, algunos de ellos verdaderas aberraciones a la lógica (pero ya están, así que a disfrutarlos). Hay una carretera, además, que se llama la de los pantanos. Es la M-501. Ahora están de obras para su desdoblamiento, y en la prensa de hoy he leído una frase que me ha invitado a escribir: "Europa no ve las cruces de los muertos en la carretera". Lo dice el alcalde de uno de los pueblos a los que se llega por medio de esta emblemática y controvertida vía. Una comisión europea estudia (si no lo ha hecho ya) denunciar las obras porque atentan contra parajes protegidos. ¿Dónde está el equilibrio?. Creo que soy ecologista de medio pelo, incluso de boquilla. En actos soy como cualquier otro ser humano, antepongo mi comodidad y sobre todo mi integridad a la naturaleza. El ser humano es el virus más letal y resistente que ha dado la naturaleza. No nos podemos negar a ello, pero como también estamos dotados de raciocionio (en conjunto, individualmente habría mucho que discutir) habrá que buscar el equilibrio entre la naturaleza y nosotros. Por pura lógica, si se quiere, dependemos de ella para seguir vivos. Pero es muy complicado. El ejemplo de los pantanos es bueno, en su día fueron auténticas masacres a la naturaleza (¿cuantas especies tuvieron que cambiar de hábitat en cada uno de ellos?) y en cambio hoy son un elemento más a proteger; pasaron de villanos a víctimas. Voy en coche a trabajar y sé que contaminaría menos que utilizara los dos medios de transporte que me llevarían a mi trabajo. Pero antepongo dos horas de mi tiempo a la capa de ozono. No es ecológico, lo sé, pero me compensa. Evidentemente me esfuerzo en otros órdenes, sobre todo en la educación de mi hijo. No me gustan los extremos, aunque muchos lectores del blog me consideren un extremista (cuando no idiota), por eso la ecología llevada a su extremo no despierta mi admiración. Y creo que son necesarios, pero para el efecto cuerda tensada, para buscar el equilibrio, no porque su objetivo me parezca un fin adecuado. Creo que ahí esta la verdad, como diría Aristóteles, en el medio. Aceptar que somos letales, que matamos animales para comer (pero no lo haremos con saña ni por diversión), que talamos árboles (¿de dónde salen si no los papeles de los libros) pero lo hacemos con lógica, que ensuciamos los ríos (por que no nos queda otra) pero nos esforzamos por minimizarlo al máximo. En fin, que no quiero vivir en un mundo donde todo el mundo vaya en bicicleta (porque no vería a mis amigos y familiares lejanos nunca), coma solo fruta y verduras y se lave con tierra en lugar de con jabón. Pero tampoco quiero vivir en un mundo donde un árbol sea un objeto de culto, donde para ver un animal en libertad tengas que ir a un documental antiguo, etc, etc. El equilibro, creo que en él está la clave.

MICROS

Ningún compañero entendió porque se jugó la vida para evitar que se suicidara. Solo él lo supo, y se lo dijo al oído al asesino ¿crees que iba a dejar que la muerte te librara de pagar por lo que has hecho?.

EL CULTURETA


Hoy el cultureta se nos ha puesto rumbero. Dice que quiere recomendarnos un grupo fresquito, de chiringuito y parranda, de fiesta y compromiso: El combolinga. Ya hemos hablado de este grupo, y el cultureta lo sabe, hay truco (somos amigos del guitarrista) pero como es época de surf le gusta subirse a la ola. El combolinga no es más que la quintaesencia del flamenco fusión y la parranda selecta, la senda abierta por Peret, por los Gypsi King y que ha tenido vertientes tan diametralmente opuestas como Navajita Platea o Albert Pla. Del combo el cultureta destaca la frescura y fusión valiente de sus melodías y la gracia y compromiso de casi todas sus letras, la mayoría obra de nuestro amigo Cata (así que barremos para casa). Nos recomienda que invitemos a unos amigos a cenar, que la sangría reine la mesa y que cuando esta haya pasado a mejor vida le acompañe la propia mesa, que el salón sea una pista de baile y que el Combolinga nos invite a bailar. Si la historia no funciona, como siempre, se admiten reclamaciones. Ah, nos deja un link para aquellos que desconocen quienes son y a qué se dedica el Combolinga: http://www.youtube.com/watch?v=M8XS4EXrwrY

9 de agosto de 2007

EL ¿PADRE? Y LA PISTOLA DE FOGUEO


Supongo que a todos nos ha helado la sangre la historia del padre(¿?) que ha tiroteado a su hija en presencia de la madre, para luego descerrajarse un tiro. La pregunta tópica es la de siempre ¿no podía haber empezado por ahí?. Particularmente en esta historia hay una par de cosas que me dejan perplejo. La primera es que tuviera una orden de alejamiento y, en cambio, gozara de citas puntuales con su "alejada". No voy a culpar a la mujer maltratada, ni mucho menos, pero cuando hay un incendio lo que uno intenta hacer es apagarlo, no echarle más leña. Y no digo que sea fácil, y mucho menos habiendo niños de por medio, pero en estos casso parece demostrado que más vale pecar por exceso que por defecto. Además, creo que hay que esforzarse en hacer entender a estas mujeres que el arrepentimiento no existe, que en lugar de un te perdono deberían gritar haberlo pensado antes, simpre, sin ningún género de duda. Por otro lado chirría lo particular de este caso. El hombre no disparó a la mujer, que a la sazón era la "culpable" (las comillas, leánse las comillas) de sus desventuras. No, lo hizo sobre su hija, lo que parece algo incomprensible, pero en realidad no lo es. ¿Qué puede haber más doloroso para una madre?. Ese hijo de puta disparó a su hija para "matar" a su mujer. Y me queda un último fleco: el arma. Por lo visto este tipejo, al que la mala sangre le venía de lejos, tenía sentencias que le impedían la compra de armas. Y lo que hizo, al parecer, es comprarse una de fogueo y manipularla hasta que fueran balas lo que saliera por su cañón. ¿Se dan cuenta?, el muy cabrón tuvo que buscar una tienda donde comprarla, adquirir los conocimientos para hacerlo, las balas, trabajarla y luego acudir a la cita. En todo ese laborioso proceso ¿no le llegó la lucidez en ningún momento y se dijo pero qué cojones estoy haciendo?. No, era plénamente consciente. Me aterra lo que una persona puede llegar a hacer por celos. Me lo imagino alimentando su odio en una pequeña mesa, con las piezas de la pistola, tal vez iluminado por la luz de una diminuta lámpara, y me dan náuseas.
Entre tanto el bebé sigue vivo. Luchando por seguir adelante en un mundo donde, por desgracia, cualquiera puede cruzarse con un hijo de puta como su padre.