Ayer era un tipo guapo, elegante, a la última, el rey de la fiesta...hoy es un tipo despeinado y ojeroso que ronca en su cama. Lo mira y sonríe. Está feliz.
¿Cambio radical? Sí, creo que sí, que este es el más genuino. Sin doctores, sin estilistas, sin nada de nada. Basta una mujer. Si es que... lo que no consigan ellas.
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¿Cambio radical? Sí, creo que sí, que este es el más genuino. Sin doctores, sin estilistas, sin nada de nada. Basta una mujer. Si es que... lo que no consigan ellas.
Un abrazo.
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