30 de junio de 2008

POR FIN

Arconanda se lanza a por un balón fácil. La falta tirada por el maestro Platiní ha decepcionado. La defensa se recoloca para lanzar un nuevo ataque, pero el balón, rencoroso con el portero que como un héroe había llevado a su equipo hasta el Parque de los Príncipes, rebota entre el cuerpo y el cesped y rechoncho y cachondón se acerca a la línea para helarnos la sangre a todos. Desde entonces muchos de mi generación, los que ayer volvimos en algún modo a nuestra adolescencia, llevábamos esperando un resarcimiento, una revancha, un poder decir yo lo vi. Con el baloncesto ya lo habíamos logrado. Faltaban ahora los chicos del balón y el cesped. Lo han hecho a lo grande, como nos gusta a los futboleros, con suficiencia desde el primero minuto hasta el segundo. Pese al victimismo que ha rodeado siempre los partidos de la que llaman roja, esta vez, sin hacer ruido de siempre, cuando al primer partido ganado ya nos creíamos campeones, poquito a poquito, con pasitos firmes, han llegado a una final. Otra. Y esta vez sí, esta vez sí teníamos desde el principio la certeza de que se podía ganar. Y así fue. El fútbol es lo que es. Un juego. Nada relevante para nuestras vidas que hoy, pese a esa sonrisilla, pese a esas ganas de bromear con tus compañeros sobre la victoria, pese a todo eso, pese a que nada ha cambiado para nadie, nos sentimos felices.
Y estas cosas luego las recordamos. Dentro de diez, quince años, nos juntaremos los mismos que ayer canturreábamos "que viva España" y diremos aquello de ¿te acuerdas la tarde del gol de Torres?.

MICROS


Se ha enfrentado a negociaciones millonarias. Ha firmado contratos estratosféricos. Se ha codeado con presidentes, ministros, grandes directores. Se ha manejado en caóticas jornadas laborales. En cambio, es incapaz de enfrentarse a esto sin que le tiemblen las piernas. Abre la puerta...¿padre?

¡¡ Chicos, chicos, que ya ha venido Hugo !! Rubén, entrando a clase el primer día de cole después del nacimiento de su hermano.

29 de junio de 2008

No hay otra forma de empezar la semana, entre otras cosas porque hoy es el día. Ya no soy tan futbolero, por madurez, por falta de tiempo, por exceso de neuronas racionales frente a las pasionales, a lo que sea, pero por el niño que fui me merezco disfrutar de este día. Hoy España se juega una final, ¿quién lo iba a decir ? después de tantos chascos merece la pena vivirlo desde el principio. Y así empezó la semana, el lunes España se levantó (al menos la futbolera) con la sesación de que algo bueno había ocurrido. Esas dos paradas de Iker y ese penalti de un niño veinteañero apellidado Fábregas cambió nuestra forma de ver esto de las competiciones internacionales. Falta el colofón de hoy, ¿por qué no?, Alemania, pesea su historia, no es gran cosa, y que yo recuerde, ninguno de sus jugadores es realmente relevante en sus clubs, ni han jugado finales internacionales, ni han gando copas. Como España. Salvo que los españoles encima saben jugar. Bueno, y como no solo de fútbol vive el hombre, pasaron otras cosas en la semana, aunque parece que cuando se viven momentos de este tipo, las cosas malas parecen tener menos ganas, hay menos accidentes, menos enfermos. Aunque la economía sí parece ir mal, tan mal como que hasta el propio gobierno admite que habrá un tercio de millón de parados más este año. Eso son mil personas al día, 40 a la hora, más de uno cada dos minutos. Es impresionante. Encima, para colmo de males, muchos de esos parados tendrán hipotecas, algunas hasta nuevas, que en julio serán las más caras de la historia. Impresionante otra vez. Y la verdad es que poco más que contaros, que si Sarko y su modelo esposa subieron la escalinata de un avión cagados de miedo por un par de tiros, que si Zapatero e Ibarretxe andan a la gresca con el plan del segundo y el referendum. De verdad, poco más, ahora a disfrutar, a prepararnos para disfrutar y ahí va mi forofístico presentimiento:

ESPAÑA 4 ALEMANIA 1

1-0 Fabregas min 23 / 2-0 Torres min 45 / 2-1 Ballack min 76
3-1 Torres min 85 / 4-1 Senna min 91

SOMBRAS


28 de junio de 2008

AL CESAR LO QUE ES DEL CESAR

El tercer día de mi baja paternal recibí el salario del INSS. Hoy, día 28 desde el nacimiento de nuestro segundo hijo, hemos recibido los 2.500 euros que por hijo otorga el Estado (aunque bien debiera decir el gobierno). El INSS también le ha pagado el salario a mi pareja, por su baja maternal. En la nómina última me han descontado los 200 primeros euros de los 400 prometidos por Zapatero. Esperanza Aguirre nos regala una paga única de 100 euros por nuestro hijo, solicitada un día antes de todo lo que acabo de narrar. Todavía estamos esperando.
Ya sé, pan y circo. Pues que viva el pan.

SIGLO XXI
"El tiempo es un río que me arrebata, pero yo soy el río;”
Jorge Luis Borges.

Acabo de nacer y tengo miedo;
La matrona que me asistió en el parto
-La primera de las hijas de Cronos-
Me dijo que, en circunstancias normales,
Se alargaría mi vida cien años,
Y alumbraría en la luz de mi muerte
A un sucesor de mis vastos dominios.
Pero, no obstante –dijo-, mi pequeño,
Las circunstancias ya no son normales
Y es probable que mueras mucho antes
A causa de una extraña enfermedad
O de un grave accidente.

MARKETING URBANO


27 de junio de 2008

DECIR TE QUIERO.

Mi hijo me dice que me quiere. Él no sabe lo que significa ese sentimiento. Va conociendo poco a poco los demás, los que le ofrece su cuerpo: el frío, el calor, el hambre, el sueño. Pero hay otros que no sabe sintetizar. La pena, por ejemplo, y el amor. Pero me lo dice. Es algo aprendido. No soy persona de decirlo mucho, que se lo digan a mi pareja, a la que adoro y que los recibe con cuentagotas. Aunque, en mi defensa diré que creo que hay miles de formas de decir te quiero sin decirlo. El caso es que con mi hijo (pronto también con el segundo) me esfuerzo mucho por decirle te quiero, te quiero mucho. Con palabras, con esas palabras. Quiero que me escuche decirlo. Una de las consecuencias es que ha entendido que eso nos gusta, que eso gusta a la gente, entonces, sin saber realmente lo que supongo, lo que significa, lo que siente, te lo suelta. Cuando estás con él un rato, se siente importante, él único para tí durante esos minutos, suele soltar una frase que acabaría con todas mis defensas si es que estuvieran activas: ¿a que estamos muy agustito?, te quiero mucho. Y me dan unas ganas locas de abrazarlo hasta que le crujan los huesos y de verdad que tengo que controlarme, porque alguna vez me da que le va a doler tanto amor, tanto abrazo y tanto beso. También soy duro a veces con él, mucho (según dicen) en algunos casos, así que a mí me vienen también fenomenal estas exposiciones aprendidas de amor. Lo bueno es que no solo lo utiliza con nosotros, con los amigos, con la familia, y a todos se les queda una sonrisa de tontos cuando mi hijo les dice, con toda naturalidad, eh, que te quiero mucho.

Pues sí, hoy el cultureta está futbolero. Nos va a recomendar que metamos cervezas, de todos los tipos y graduaciones (que ya nos vamos haciendo viejos, firmado: el capitan Shandy). Que llamemos a nuestros amigos, y a nuestras amigas, que nos pintemos la cara, que tiñamos nuestras sonrisas de rojo y que nos preparemos para sufrir y para gozar a partes iguales el domingo. Ahora da igual el resultado (esto siempre es un decir) porque lo importante es que podamos tener este momento. No vamos a negarle, y menos el Cultureta, al fútbol su capacidad para adormilar conciencias, pero tampoco vamos a estigmatizarlo, porque es lo que es, un punto de unión y un elemento capaz de generar abrazos espontáneos. Solo por eso, ya merece la pena: http://www.youtube.com/watch?v=zhZ-pnzgqzk

MICROS

¿Dónde venderán flotadores para los que ahogamos nuestras penas en alcohol?, se preguntó antes de pedir otra copa.

LAS TRES CERVEZAS

No puedo menos que contarlo. Llevo todo un año sin beber mi (añorada) cerveza. De vez en cuando me tomo una, en singular. Pero ayer hice una especie de pacto con mi salud, tu me dejas yo te cuido. Una cerveza por cada gol de España. Así que, gracias, chicos, a mí las tres me supieron a gloria.

26 de junio de 2008

AFAN POR GANAR

No conozco a nadie al que no le siente como un lata de berberechos caducada perder al fútbol, al mus o al futbolín. Y en los tres casos (sobre todo en los dos últimos, tan de macarra de billar) hay un punto de chulería previo. Toda una liturgia que es, en algún modo, una toma de conciencia del contrario. ¡ Cuantas frases hay para esa liturgia en el mus!. Bueno, echamos la partidilla, pero que sepas que normalmente cobro por las clases. Ya veo que no te has leído mi libro, ¿qué libro?, como aprender a jugar al mus aun siendo un torpe. En fin, con el futbolín es lo mismo. Eso ni hace que ganes más, ni que si pierdes sea menos doloroso, puede que, por el recochineo final, la victoria sea algo más dulce, pero poco más. Entre otras cosas porque, de todos es sabido, que unas veces se gana y otras se pierde. Por decirlo de algún modo, un día mofas y el otro eres mofado. Salvo yo, claro, que suelo ganar siempre (venía cantado, tenía que decirlo).
El caso es que nadie nos enseña a saber perder. Tenemos ese afán, entre innato y aprendido, por ganar, pero nadie nos explica que los juegos juegos son y que unas veces se gana y otras se pierde. O al menos si lo hacen lo hacen muy mal, porque sirve más bien de poco. Una de las primeras frases que aprende un niño futbolero es "no vale". Primero la dice y después la explica. Y en el camino busca la razón por la que el tiro que acaba de convertirse en un gol no debe serlo. Me recuerdo llorando el día que perdí la final del campeonato de futbol sala del colegio. Además fallé el penalti en la tanda final, creo que todavía no he podido superarlo. Mi hijo ha heredado esta desagradable sensación. En los juegos competitivos que realizamos tengo que dosificar sus victorias, para que no piense que siempre ha de ganar, y también las derrotas, porque son un verdadero drama.
Sobre esto de ganar y perder tengo una escena grabada. Uno de los últimos años que trabajé como socorrista organicé en la urbanización una competición de natación. Preparamos las categorías y toda la parafernalia y en el caso de los más pequeños no distinguí entre chicos y chicas. ¿Para qué?, ya era hora, pensé, de que les hiciéramos ver desde el principio que la igualdad empieza sabiendo ganar y perder. Pues una madre, muy indignada, cuando su hija quedó tercera o cuarta, vino a reclamarme que era injusto que su hija no hubiera competido con chicos, que de haberlo hecho solo con chicas hubiera quedado campeona. A todo esto la hija de la mano, supongo que igual de indignada que la madre. Me quedé sin palabras. Era una maldita, insignificante e irrelevante competición vecinal, entre amigos, pero ay, cuando entra la palabra perder, ahí se nubla todo, la razón y los principios.

MICROS


¿Sabías que compartimos el 95% del código genético con los primates?. Pues ese cinco por cierto- apostilla su amigo apurando la cerveza- debe de ser el que menos utilizamos.

25 de junio de 2008

AYUDAR

Recuerdo que cuando me cambié de casa me estimuló la idea de irme a vivir a un barrio marginal. Mi pareja se rie de mí porque dice que esto es una fachada. Os explico, nosotros vivimos en Carabanchel, barrio de Puerta Bonita, para ser más exactos. Pero la siguiente calle a la nuestra es ya Pan Bendito, y, la verdad, me hacía gracia eso de decir que vivía en Pan Bendito. Ahora lo pienso y tal vez es una falta de respeto para aquellos que sí que viven (y tal vez sufren) en Pan Bendito (que por suerte no es ni la sombra de lo que era); desde luego que no había ninguna mala intención en mi juego administrogeográfico. De hecho a mi hijo el mayor lo sigo llamando de vez en cuando el Nene de Panben.
Cuando uno cambia de casa todo es nuevo. Tiene que readaptarse a los espacios, buscar los lugares comunes. El primero para mí siempre es el kiosko de prensa al que seré fiel mientras viva por la zona. El segundo los bares. Ahí me decepcioné, porque no encontré ninguno que me gustara más que mi terraza o el salón de mi casa. Después, reconociendo el barrio en paseos, vi una asociación. Era algo así como la asociación de vecinos de Pan Bendito. Al no tener hijos disponía de bastante tiempo y pensé, bueno, con mi formación tal vez pudiera ayudar en apoyo escolar a los muchachos, ya sabéis, para motivarlos a que estudien y no anden por ahí zascandileando. Más paternalista e inocente no podía ser. El caso es que me puse en contacto con la asociación. Hablé un rato con la persona que me atendió. Le expliqué mis situación, mi interés por echar una mano, y él me explicó un poco lo que se hacía en la asociación. Quedamos en tener una cita y me invitó a pasar a verlo cualquier dia a los salones parroquiales. Ahí corté mi conversación. ¿Cómo salones parroquiales?. Sí, es que soy el cura. Ah, dije, pues me va a perdonar, pero mi interés por participar en asociaciones religiosas es nulo, así que con todos mis respetos me va a perdonar, pero creo que mi deseo de ayudar lo canalizaré por otro lado.
Ya, ahora me diréis que podría haber superado mis prejuicios, lanzarme a echarle una mano y tal vez cambiar de idea. ¡ Y una mierda !. Sé de donde vengo, de donde viene mi ateismo y no voy a cambiar jamás de idea.
No es la única decepción que he tenido en este sentido, pero de otras hablaremos otro día.

MICROS


Pese a su extremada puntualidad, jamás dejó de llegar tarde a las cosas.
Supongo que con el tiempo la película será una más. Pero en su día marcó mi forma de ver el cine. No suelo llorar. No sé si es una idiotez de machito involuntaria, pero no es fácil verme llorar en una sala de cine. Con La lista de schindler lloré, y varias veces. Recuerdo prácticamente todas las escenas en las que lo hice: la de la ducha de las mujeres en el campo de concentración, la de la niña que acude a la montaña de cadáveres y sobre todo la escena final, en la que buena parte de los actores acude a la tumba de Schindler con las personas reales a las que han interpretado. He vuelto a verla para colgarla en el trastero y reconozco que he tenido que esforzarme para no volver a llorar. Os la dejo. Solo he encontrado esta, que es muy larga, pues incluye parte del final de lo que es la película en si, pero creo que merece la pena.

24 de junio de 2008

LA MODERNIDAD

Uno tiene un coche moderno (sí, el P.U.T.O. coche), hace un esfuerzo económico que beneficia a un banco (como casi siempre) y que mensualmente le va sangrando. La primera semana y media la trabajo para el coche, el resto, para la casa. Y las cuatro se las lleva el banco. Y todo lo hace por seguridad. Es padre, carajo, ¿no merecen un esfuerzo?. Un coche moderno y fiable, mejor que uno de segunda mano, no queremos quedarnos con el (ahora los) peque en la carretera tirados. Algo de diseño también, que a la muchacha le gustan los coches bonitos. ¿Resultado?, un flamante alfa romeo 156 Distintive full equipe. No voy a repetir el historial de pequeñas incidencias que hemos tenido (y una grave). No, me voy a centrar en algo que tarde o temprano le ocurre a todos los coches y de lo que no puedo culpar a la marca: la batería se agota. Una semana aparcado, mientras cambio pañales y mocos lejos del trabajo el coche es un trasto olvidado. Cuando vuelvo a necesitarlo está muerto. Cachis, va para cuatro años, me digo, la batería, lógico. Llamo a la asistencia. Un amable macarrilla cuarentón que se empeña en llamarme señor Antonio me arranca el coche con una batería auxiliar. Déjele, señor Antonio, déjele que cargue el no sé que de la no sé cuantos y después apagamos y volvemos a arrancar. Siguiendo sus instrucciones fielmente el coche se empeña en hacernos una peineta a modo de ahora que arranque otra vez tu puta madre. Nada, señor Antonio, algo más hay por ahí. Bueno, pues arrácamenlo otra vez que lo cambiaremos de sitio. Ay, amigos, cuando vuelve a arrancar, empiezan a salir señales en el ordenador de abordo, tantas cosas iban mal, tantas siglas raras (abs, srd, EDO, epo...) que por un momento estuve a punto de bajarme del coche y gritarle al de la grúa ¡ al suelo, al suelo, va a explotar !. Odio ese pitidito del ordenador y el maldito "acuda al concesionario". No sé si en ese concesionario hay al típico y americano cartelito del trabajador del mes, pero si lo hubiera de clientes, ya me estarían llamando para pedirme la foto. Así que decido olvidarme del concesionario y vuelvo al taller de siempre. A todo esto con el coche subido en una grúa (por segunda vez en menos de cuatro años). Me llaman del taller y aparentemente no le pasa nada, la batería, se ha gastado y al arrancarlo se han desconfigurado todos los comandos. Genial, vamos, que el coche es tan moderno que si se acaba la batería se vuelve loco. Ayer miré precios de segunda mano, y porque no entramos la familia, que si no, un Seat Panda con elevalunas manual y limpiaparabrisas de monovelocidades.

MICROS


Precisamente porque a nadie le iba a importar no le pareció tan buena idea lo de suicidarse.

No sé por qué no me sonaba bien la idea. Lo tenía apuntado, recomendar esta página, la del piso por cinco euros. Lo hablé con compañeros, decían que era una gran idea y yo era más bien escéptico, después de caer en el Yo amo a Laura y en la falsa autoría del Chiquichiqui con Pedro Guerra y Santiago Segura (ahora me entero que es de mi amigo Cotobal). Pensaba en alguna campaña de marketing. Pero entré en la página y realmente parecía la de un amateur, al parecer, desesperado, que estaba dispuesto a sortear su piso por cinco euros. Hoy he vuelto a entrar, y bueno, juzgar vosotros.

23 de junio de 2008

OEOEOEOE

Pues sí, hoy tenía claro que iba a hablar de fútbol. También creía tener claro de qué, del otro vez, del todo sigue igual, de esto es un juego y alguna que otra reflexión sobre la relevancia de lo que es, repito un juego y que, en cambio, nos deja a todos con el corazón en un puño (ese mérito hay que dárselo a los deportes en general y al fútbol en particular). Pero no, se acabó, esta generación podemos decir que siendo adultos hemos visto pasar a España de cuartos.
Esta es mi versión de los hechos, mi particular forma de verlo:


MICROS


Se arrepintió de todas las veces que se fue a hurtadillas y en silencio la primera que fue él quien se quedó entre las sábanas.

Bueno, papá, ahora sí, ¿qué es lo que me querías comentar?. Rubén, tres años y medio.

22 de junio de 2008

SPAM (CORREOS BASURA) EN LA CALLE



El gobierno prepara la operación salida. No poniendo a trabajar a la guardia civil en los atascos, sino estudiando ayudas para repatriar a más de un millón de inmigrantes. No voy a hacer reflexiones al respecto, pero estoy seguro de que este millón no estuvo en la calle robando y delinquiendo, sino colaborando al crecimiento económico patrio. Porca miseria. Al menos España está en cuartos (como siempre). La portada del lunes es espectacular y morbosa, Jose Tomás por los aires en una de sus cornadas. Que sí, que es un machote, que es un valiente y que viva la madre que lo parió. Para mí no es más que un zumbado que se juega la vida para deleite de los demás y un tío que se gana la vida matando animales para que los demás le aplaudan. De psiquiátrico. Mi odio por la fiesta va creciendo logarítmicamente. Los transportistas, en la más sospechosa y extraña huelga que yo recuerde, terminaron sus protestas y aparentemente vuelve la normalidad. Hacía unas horas que no hablábamos de corrupción, y ahí va otra más, en Estepona. Pero que colección de curreptelas más lustrosa nos están dando estas legislaturas. Mientras tanto el PP sigue en su circo interno para elegir lo que ya está elegido. Esta costosa pantomima es un cachondeo. Aunque no puedo negar que el resultado, al menos en una parte, me está gustando, Rajoy ha designado como número dos a una mujer, que para mi alegría, está, aparentemente, enfrentada a la Iglesia. ¿Sangre nueve versus vieja guardia?. Pues sí, y por lo visto en la última portada de la semana es esta última la que lleva la voz cantante. Nada nuevo bajo el sol y la gabiota, que ya se sabe, cuanto más mayor, más...

21 de junio de 2008


¡Navaja!

Fatal navaja afilada,
Fragua de miedo y carencia,
Que has amputado mi voz;
Que penetras mis entrañas
Mutilando mis deseos,
Cercenando mi esperanza,
Decapitando la luz
De una vela mortecina
En noche de estrellas parca
-la última vela, la última luz, la última noche-,
Plagando de heridas nuevas
La cicatriz que es mi vida
Que se desangra en las lunas
De su cara avergonzada.


Luna nueva…
Doliente,
Doliendo.


Fatal navaja afilada
Por qué no muerdes también
mis venas atormentadas.


Es qué acaso tienes miedo
A renunciar para siempre
A beber mi sangre amarga.


Fatal navaja afilada
¡Termina lo que iniciaste!
¡No esperes más a mañana!

20 de junio de 2008

¡ SERÁ POR MOTIVOS !

Un beso. Un abrazo. Un te espero. Una caricia. Unos ojos tiernos. Tanto ¿por qué? por contestar. Un gemido. Mil orgasmos. Una novela de Sampedro. Un artículo de Millás. Una canción de Sabina. Un buen regate. Un triple en el último segundo. Un espérame levantado, no llegaré tarde. Un ¿te vienes a la cama?. Un te invito a comer. Un invítame a cenar. Un ¿nos vemos esta tarde?. Una escena de Berlanga. Un diálogo de Allen. Una histora de Medem. Algún personaje de Aranoa. Un punteo de De Lucía. Un taranto. Un fiesta flamenca. Un chiringuito en la playa. Un atardecer. Mil amaneceres. Una cerveza bien fría. Descubrir un horizonte. Sentarse a pensar. Una llamada inesperada. La comida de los amigos. La partidita de la tarde. El paseo. La lluvia en verano. La nieve en invierno. El periódico los domingos. Aprender. Enseñar. Reír. Soñar. Cantar. Las cuerdas de una guitarra. Un hoja en blanco y un bolígrafo. Un teclado expectante. El email de un viejo amigo. Un blog por descubrir. Las aceitunas con pepinillos. Las almortas. El campo. La familia. Los viajes por hacer. El que regresa. Los reencuentros. Acunar. Un chiste. Las bromas. Una mesa para dos. Cien museos. Mil artistas callejeros. La sobra de una fachada a la tarde. Una terracita. Mil ciudades. Las fotografías. Los cuentos. Un millón de suspiros. Cientos de anhelos. Un circo sin bestias. Una platea llena. Veinte músicos esperando aplausos. Correr por la arena. Pisar los charcos. Escuchar lo que te cuentan. Leer lo que te escriben. Que te lean...¿quieres que siga?.

MICROS

- He visto amaneceres en lugares únicos. He caminado por bosques misterioros. He volado. He presenciado un crimen. He descubierto a su culpable. He soñado con una mujer madura, hermosa y misteriosa. Me han amado y abandonado varias mujeres increibles. He tenido que correr por callejones oscuros para que un asesino implacable no diera con mis huesos en la morgue...
- ¿Cómo es posible?, ¿se puede saber de qué hablas?.
- Nada, que ya me he terminado la novela.

Stephen King escribió un relato titulado La niebla. No he leído el relato, pero si la película es un fiel reflejo del mismo este es, a su vez, un fiel reflejo del autor, porque tiene los puntos cardinales que han hecho famoso a este escritor de misterio. La cinta es obra de un tal Frank Darabont, del que no tenía noticias hasta esta película, salvo por la Milla verde, una colaboración más entre director y escritor (de las varias que narra winkipedia). Es un guionista de prestigio al otro lado del charco, (Salvar al soldado Ryan, por ejemplo) y eso se nota en el film. No es una gran película al uso, hay, entiendo yo, un voluntario tufo a película de serie B, obligado por el requiebro que exige la existencia de animales extraños en el propio relato, y aunque muchos puedan pensar que esto desvía la tensión necesaria en toda película de miedo, para mí son destacables, por encima de todo, los conflictos personales que surgen de someter a los protagonistas a una situación extrema. Los actores están correctos salvo, a mi entender, el protagonista, que no está a la altura del resto.

Es una película entretenida, tal vez para ver en casa, que te deja, eso sí, sentado en el sofá durante unos segundos con el último minuto o minuto y medio. Es duro e inteligente.

19 de junio de 2008

SE LO MERECE

Sí, se lo merece. Este artículo y mucho más. Todos mis desvelos, todos mis esfuerzos. Debería incluso cambiar el nombre a este blog y poner el suyo.
A un hijo se le quiere por sistema. Sí, por un sistema genético que nos obliga a priorizar su vida frente a la nuestra, porque en el fondo es la única forma, porque la suya nos importa más que la nuestra. Todo esto antes de nacer. Por eso algunas veces reflexiono sobre todos esos desgraciados que campan por nuestra realidad, terroristas, asesinos, pederastas, que todos han tenido un padre y una madre, unos padres que, pese a todo, seguirán queríendolos por esa presión genética de la que hablo. Pero es verdad que después se les quiere además por lo que son. Y ahí es donde mi hijo (el mayor) me ha gando por la mano. Teníamos ciertas preocupaciones con la llegada del hermano. Ha sido el rey (creemos que no consentido, pero no somos quienes para juzgarlo) de la casa (de varias casas) y se ha ganado el cariño de todo su entorno a pulso. Ahora viene un invasor a comerle espacio, un tipo que no ha sido invitado que ocupa tiempo y preocupaciones de sus padres. Sé que no es adecuado, pero también estamos muy orgullosos de como hemos planificado todo esto para que él se sintiera parte del proceso. El caso es que la llegada del hermano no ha cambiado en nada a nuestro hijo mayor. Siguie siendo inmensamente divertido, simpático, cariñoso, comprensivo, educado, obediente, sin dejar de tener las cosas que tienen (y deben tener) todos los críos, como abrazarse a su madre y decirle que ahora él es el bebé, como su hermano. Nada que reprocharle, ha dejado espacio a su hermano, siente una afinidad inmediata por él, lo trata con sumo cariño y quiere participar en todo. Como siempre nuestro hijo nos ha sorprendido y nos ha vuelto a demostrar por qué, genéticas e instintos a un lado, daríamos la vida por él. Ahora su hermano acaba de empezar a caminar, y lo está haciendo por la misma senda.

MICROS


...ah...sigue...sigue...ummm...sí....sí....me corro...me corro...ahhhhh...me corro....¿Ya?. Pues sí, parece que sí. Hoy ha sido más bien poquito. Pues sí, más bien poquito, que sorpresa. Bueno, pues nada, hasta mañana. Hasta mañana. Y los dos cierran los ojos sintiendo la misma envidia por los vecinos.

Esperando...

AMANECE

18 de junio de 2008

NOTAZAS


Nos han dado las notas del peque. ¡ Qué orgullosos estamos !, casi todo han sido puntos verdes(conseguido), menos algún que otro azul (en desarrollo) y ningún rojo (no conseguido). Y no penséis que lo que digo es baladí; no, ni mucho menos, menudo dossier que son sus notas. Lo primero lo urgente, lo que necesita atención, esos dichosos puntitos azules que rompen el inmaculado verde escolar de nuestro pequeño: crear animales moldeando plastilina, crear el número tres con el mismo sistema y en lengua inglesa the child is able to say these greeting and expressions: clap yur hands, click your fingers, stamp your feet and blind your eyes. Lo cual no me extraña lo más mínimo, porque he tenido que recurrir al diccionario para saber a ciencia cierta que es blindear los eyes. El caso es que sin criticar a la escuela a la que voluntariamente (al no ser adminitido en una pública) hemos llevado a nuestro hijo, si que nos hace reflexionar el rigor con el que tratan a los pequeños. Nos da la impresión de que quieren hacer de ellos (con la connivencia del resto de los padres, que están encantados) pequeños hombrecitos del conocimiento demasiado rápido. Porque está muy bien que se les sensibilice (voy a poner un ejemplo) con las normas de tráfico, que como en la DGT hay priridades, si en el mundo adulto un semáforo es prioritario sobre una señal, la voz de un padre (¡ te paras hasta que te diga que puedes cruzar!) está por encima de todas. Pero de ahí a que conozcan y sepan para que sirven las siguientes señales (estoy literalizando su boletín de notas): semáforo, paso de peatones, dirección obligatoria, parada obligatoria, zona de aparcamientos, precaución zona escolar, prohibido pasar, glorieta y ceda el paso. Pues bien, estoy seguro que por el sistema de repetición van a poder repetir los conceptos, pero ¿me están diciendo en la escuela que va a aprender mi hijo el complejo funcionamiento de una glorieta y la verdadera utilidad de su sistema circular y de prioridad de paso?.
En las reuniones a las que hemos ido la gran preocupación de los padres era lo que iban a aprender si se iba a cumplir el objetivo (estamos hablando de niños de 3 años) de saber leer (algo, supongo) al terminar el ciclo (6 años). Para nosotros eso, visto lo visto, era lo de menos; para nosotros lo prioritario era la pregunta que soltamos y que despertó ningún interés en los presentes: ¿y cuando juegan?. Porque nos han sugerido (y vuelvo a citar textualmente) que en verano le dediquemos un ratito todos los días (¡ todos los días !) a reforzar los trazos (de escritura) adquiridos (...) ya que el curso siguiente van a empezar a trabajar la escritura. Hubo quien preguntó por los cuadernos Rubio. Por amor a la naturaleza, que son crios de tres años, lo único que tiene que hacer en verano es bañarse, corretear, saltar, reir, hacerle cosquillas a su hermano y pintar lo que le de la gana con el trazo que le salga de lo más profundo de sus infantiles posaderas. Mi hijo es un niño, y ni la mismísima señorita Roten Meyer nos hará cambiar de idea.

MICROS

Y tú- le preguntó la mujer- ¿qué quieres ser de mayor?. Él levantó la vista de sus juguetes y no lo dudó un instante: niño, respondió antes de volver a los juguetes.

La habitación de Fermat es una película que pasó más bien sin pena ni gloria por nuestras salas. No voy a decir que es una gran película, porque no merece ese apelativo, pero creo que si la protagonizaran Cruse, Pitt, Angelina, Redford y Ford (el Harrison), todos ellos darían el perfil de la película, ésta hubiera tenido un éxito rotundo. Claro, que también hubiera sido de otro modo. El caso es que es una especie de película de intriga que tiene a las matemáticas y una habitación menguante de invitadas estelares. No voy a dar más detalles, tan solo cuento que en esa reunión de matemáticos, discuten sobre qué sería mejor, si volar o ser invisible. Dos de ellos se decantan de inmediato por volar, a lo que un tercero aduce que volar está sobrevalorado, a mí- continúa- me parece mucho más práctico ser invisible. ¿Para qué? Pregunta el cuarto matemático. Para ver sin ser visto. Yo pienso que ser invisible solo sirve para hacer el mal, ¿qué querría hacer una persona al ser invisible?¿colarse en el vestuario de las chicas?¿robar propina de los bares?¿ir a misa desnudo? Nada bueno, cuando hacemos algo bueno nos gusta que nos vean.

17 de junio de 2008

EL UNIVERSO "ITO"

El universo Ito es un universo paralelo, que vive entre nosotros, habitado fundamentalmente por mujeres de mediana edad. Huele a talco y a arrullo, a culito limpio y a aceite de almendras. En este universo no hay azul, ni rojo, ni blanco, sino azulito, rojito y blanquito. No hay camisetas, sino camisetitas, y los pantalones son pantaloncitos que hacen juego con unos zapatitos verdecitos. El único que no es Ito es el mono, que las acompaña a todas, porque los bañadorcitos son monos, igual que las chaquetitas, y las braguitas, y por su puesto los carritos y las cunitas. Es el universo de las manos sobre las rodillas y la mirada que busca en un carrito y sonríe, pero que mono (¡ otra vez !) con esa carita, y esas manitas, y esos ojitos...Un universo lleno de cariño, de cariñito, mejor dicho, de sonrisitas, de suspiritos, un universo donde todo es pequeñito, suavecito, tiernecito como un bollito en la mañanita. Ahora que lo pienso, ¿no será un universo gobernado por el vecinito hola holita Ned Flanders?, el de los Simpsons...

MICROS


Cuando le preguntaron por qué traicionaba de ese modo sus principios, se limitó a señalar la foto de su hijo y a seguir trabajando.

Jamendo, ¿qué es Jamendo? pues es un servicio (cito textualmente de EP3) que ofrece escuchar y descargar líbremente música publicada bajo licencia Creative Commons. Es libre, legal e ilimitado, así que suena bien, y nunca mejor dicho: http://www.jamendo.com/es/

Supongo que requerirá algo de tiempo, pero estoy seguro de que encontrarás artistas interesantes. Ahora, no busques el Chiquichiqui...

16 de junio de 2008

QUINCE DÍAS NO SON NADA.


Ya lo decían de 20 años, así que haceros una idea de lo que son quince días, un suspiro, un estornudo, un microorgasmo. No me ha dado tiempo ni a enterarme. Ayer, como quien dice, estaba descolgando la camisa del armario de la habitación del hospital para traer a Hugo a casa y al mismo tiempo estaba preparándome la que llevo hoy en mi vuelta al trabajo. Han sido quince días de baja paternal que han pasado volando. Y eso que han sido duros, administrativa y morfeísticamente hablando. He estado más tiempo con tareas de registros y haciendas que realmente durmiendo. Pero no puedo quejarme, no porque estoy es algo por lo que hemos pasado todos (la memoria es muy frágil) y lo hemos elegido (la mayoría) de forma voluntaria. Ser padre es duro, y los primeros meses más. Hoy, cuando ha sonado el despertador, (curiosamente era un extraño momento de sueño de toda la familia) no sabía si era sábado, domingo, vacaciones, si me había despistado, si era la siesta y tenía que ir a por el mayor al cole...Ahora, reencontrado con mis teclas, con mis papeles (con mis muchos papeles, no sé quien los ha regado en mi ausencia, pero crecen con una facilidad que asusta), mis correos (idem), y me da la impresión de que nunca salí de aquí, que los quince días han sido una espumosa bruma, un sueño. Así que voy a llamar a la supermamá para ver como han ido esas primeras horas con los peques en soledad y recordar que soy padre, por partida doble...madre, que duro.

MICROS


Le ha ocurrido siempre. Es escuchar la canción y sentirse bien, protegido, feliz, con una sonrisa. Nunca supó la verdadera razón hasta que revisando las viejas cosas de su padre encontró un video polvoriento. Buscó un equipo donde ponerlo y ahí se vio, diminuto, recién nacido, en brazos de su padre, que canturreaba "echo de menos, el crujir de tus tostadas...".

Mamá, ¿cuanto cuesta gratis?. Jorge, siete años.

14 de junio de 2008

La última esperanza

Tras la nostalgia, agazapada,
Está la muerte. Pacientemente
Aguarda. Sólo un viento, que brota
En la luz sin origen de estrellas
Pretéritas, entretiene a sus fauces
Hambrientas. Poco a poco las sombras
Extienden su manto de cenizas
Apagadas sobre la esperanza,
Difuminando el último pétalo
De la flor de la duda –insólita
Luminaria que destila vida-,
Y abriendo las puertas a la nada.
Mientras, las garras del exterminio,
Con su horrenda sonrisa, avanzan.
Pero aún en la mirada, un ansia
Hace frente a la postrer ceguera
Desgranando lágrimas candentes.
Y crece un rescoldo que ilumina
El pozo azabache del vacío,
Componiendo la débil barrera
Que remansa el agua del estigio
Esperando que un rayo de luna
Rompa el cielo. Pero está la noche
Calma. Y una bruma de cemento
Se alza como amenaza. Busco un
Suspiro de fuego que requiebre
Su alma enlutada. Tras la nostalgia,
Agazapada, está la muerte.

REFLEJOS2

13 de junio de 2008

PRINCIPIOS

Recuerdo la última huelga general (en tiempos de Aznar) como uno de los momentos más tristes de mi vida ideológica. Fue una bofetada de realidad que me zarandeó durante meses. Ya, sé que exagero, pero es lo que tiene ser como soy: que hago lo que hago. El caso es que estaba subcontratado en una empresa. Como auditor externo aunque llevaba más de dos años haciendo el mismo trabajo. Creo que en esos dos años renové unas diez veces mi contrato temporal. El caso es que llegó una huelga con la que yo estaba totalmente de acuerdo. Quería hacerla. Pero tuve miedo. Hablé con mis compañeros y la respuesta de casi todos era la misma: en tu situación yo vendría a trabajar. ¿Cual era mi situación?, las teóricas puertas de un contrato fijo. Me acochiné en tablas, renuncié a mis principios y fui, con un enfado tremendo, a trabajar. Unos meses después las puertas del contrato fijo se cerraron y las que se abrieron fueron las de la calle. Ahora estoy trabajando en otra empresa, tengo contrato fijo desde el segundo mes y muy poquitas quejas con respecto al trato que he recibido. ¿Para qué mentir?, creo que he dado tanto como he recibido, y eso es todo lo que puedo esperar de mis jefes. Y sigo teniendo mis principios, que son que mi vida privada está por encima de la laboral, que mi familia es lo primero y que ciertos valores como el descanso (las vacaciones) y los horarios son incuestionables. Ahora, según un amigo, acabo de dar el primer paso como jefe (que más o menos es lo que soy): volverme idiota. No le culpo por sus reproches, después de décadas de aguantarme soflamas contra el patrón. El caso es que en menos de un mes he ido a trabajar (una reunión de tres horas) en un día de vacaciones, he vuelto a hacerlo otro día (otras tres horitas) en mi baja paternal y lo que es todavía más grave, me he llevado trabajo a casa. ¿He renunciado a mis principios?. Pues sí y no, según se mire. Nadie me ha presionando ni me iban a cuestionar por no haberlo hecho. Lo hice porque me interesaba. La reunión era clave para mi nuevo puesto, el día que tuve que ir mientras la baja paternal fue en parte culpa mía por permitir ser el único en la compañía en saber realizar un complejo y clave proceso mensual. Y el trabajo que me he traído para casa es creativo, de análisis y si soy sincero y despojo de dramatismo todo esto, de los que me gusta hacer. Si no lo hacía ahora tendría que hacerlo deprisa y corriendo a la vuelta, disfrutando mucho menos y con un resultado mucho menos espectacular. Podría no haber hecho ninguna de estas tres cosas, pero me hubiera quedado fuera de juego, hubiera complicado la vida, y mucho a mis compañeros, y no podría haber seguido demostrando porqué estoy donde estoy y empiezo a tener las responsabilidades que tengo. A lo mejor todo esto forma parte del proceso en el que me voy volviendo más conservador (tengo más que conservar ahora que con veinte años), me hago mayor, pero ni mucho menos siento que me estuviera traicionando, no he sentido esa desazón, me he sentido más libre, como si de verdad tuviera las riendas y decidiera. Con aquella huelga no, con aquella huelga me sentí atenazado por el miedo y no me lo he perdonado. Todavía no.

MICROS


Cada año tiene la misma sensación de desamparo, de nostálgico abandono cuando entrega las calificaciones finales. Le dura justo dos meses, lo que tarda en llegar la nueva remesa de alumnos.


Dedicado a Merce, de filoabpuerto.

12 de junio de 2008

EL PRECIO DE LAS COSAS

Hace unos días fue el cumpleaños de mi pareja. Mayo, el mes de la flores, ¿qué mejor regalo para la más bonita de todas las flores que más flores?. Así que, me dije, para la terraza un par de plantas, unos arbustos. Me doy un presupuesto de 100 euros y me voy al mejor vivero de la zona. Impresionante, como una ciudad. Cuando sepan que voy a gastarme 100 o 150 euros, me dije, van a seguirme todos los empleados como perritos falderos, sí señor, sí señor, mire este que bonito, como lucen sus flores. Madre mía que iluso puede llegar a ser uno. Ni me miró la muchacha cuando pregunté por los arbustos, coja un carrito y la segunda calle a la derecha. Había una variedad enorme, así que me felicité por mi elección. No quería precipitarme, por lo que me di un paseo por toda la zona y fui marcando en la memoria los que más me iban gustando. Terminé y en el segundo paseo ya fui mirando los precios de cada planta: 190, 260, 300, 150...ninguno de los que había elegido se ajustaba a mi presupuesto. Me recordó un poco a una escena que tengo grabada en la memoria de una serie británica en la que un veinteañero va a ingresar al banco el cheque de su primera paga. Quiere hablar con el director del banco, cuando está frente a él le entrega el talón de 240 libras y espera su reacción. El director lo mira con incredulidad y él le dice, que, ¿a que no habías visto nunca tanto dinero junto?. Pues lo mismo me ocurría a mí, poco más que entro en el vivero al grito ojito que llevo cien euros para plantas, ¿dónde está la furgoneta para que vaya llenando?. Tuve que darme una tercera y hasta una cuarta vuelta subiendo mi presupuesto y bajando mis pretensiones para encontrar un par de plantas a la altura de las circunstancias. Pasé cierta vergüenza al llegar a las caja, no querían que supieran que era yo el que se creía el rey de la selva (urbana) por pensar gastarme cien euros en plantas.

MICROS


¿Cómo podré volver a componer?, se preguntó cuando supo que sus canciones habían animado las salas de tortura de la dictadura.

11 de junio de 2008

LOS PALETOS


En cierta manera no me siento de ninguna parte. Nací en Valencia y he vivido 34 de mis 35 años en el foro. Pero mis raíces son conquenses y cuando hablo de mi pueblo me cuesta diferenciar entre el de Castellón (de la familia de mi pareja) y el de Cuenca (el de la mía). Pero si he de mostrar admiración por alguna tierra de este país no sabría decirme entre Asturias y Canarias, donde tengo a personas que quiero mucho y no son familia (al menos no de sangre). Pese a todo, no he sentido especial apego a ningún espacio salvo a unas gachas y un porrón de vino; y a los lugares comunes de mi infancia. Eso no quiere decir que no sea consciente de dónde vengo. Todo lo contrario, y no voy a presumir aquí de barrio marginal, sino de herencia: soy hijo de unos paletos. Con todas las letras, el respeto y la sinceridad que se merecen. Sí, mi familia fue (casi en su totalidad) de ese grupo de paletos que "invadieron" (las comillas son para evitar explicar la idea) la ciudad a finales de los sesenta y principios de los setenta. A nuestra vera crecieron todos los barrios del sur y las otras ciudades dormitorio. Durante décadas invadimos los espacios comunes y gratuitos de la ciudad, como lo eran sus parques y la Casa de Campo, Todavía me recuerdo jugando al tenis con raquetas de madera y una red cosida con las mallas de las naranjas. Y lo hacíamos sin olvidar nuestras raíces, intentando no perder el vínculo con el pueblo que nunca quisimos dejar. Así que no era difícil encontrar a un grupo de conquenses en torno a un botijo y unas almortas en las explanadas de la Casa de Campo. Y ¿qué me decís de todas las casas y asociaciones regionales que tenemos en la ciudad?. Por todo esto ahora me duele tanto cuando veo en personas de mi familia, las mismas que vinieron con una mano delante y otra detrás, mirar con recelo a los inmigrantes, que no han hecho otra cosa que seguir la senda que ya dejamos andada nosotros décadas atrás. Ellos hacen lo mismo que hacíamos nosotros, buscar los lugares para el encuentro, los espacios abiertos y las reuniones para no perder el vínculo con lo que dejaron atrás. En nuestras reuniones bromeamos con el cántico de guerra ¡ que viva la Cuenca libre ! mientras suena Carlos Cano en nuestros corazones. Ellos lo hacen con una bachata y alguna loa caribeña o helvética. ¿Alguna diferencia?, kilómetros, a lo sumo. Porque una cosa está clara, a nadie le gusta huir, a nadie le gusta poner tierra de por medio, a nadie le gusta que el hambre le apriete tanto que tenga que vagar sin destino por los rincones del mundo de los ricos. Además, cada persona es un mundo en sí mismo, y si obra bien o mal no lo hace por haber nacido en Ávila o en Quito, sino porque tiene un corazón que riega el cerebro, cerebro que da órdenes a las manos, a los brazos, a las piernas...

MICROS


Lo nuestro no tiene sentido. Lo dijo son sincera frustración. ¿Por qué dices eso?, contestó él, de vuelta a la realidad. Pues porque no soy astronauta. ¿Qué quieres decir? Pues que solo con una nave espacial podría llegar al planeta en el que habitas.