18 de junio de 2008

NOTAZAS


Nos han dado las notas del peque. ¡ Qué orgullosos estamos !, casi todo han sido puntos verdes(conseguido), menos algún que otro azul (en desarrollo) y ningún rojo (no conseguido). Y no penséis que lo que digo es baladí; no, ni mucho menos, menudo dossier que son sus notas. Lo primero lo urgente, lo que necesita atención, esos dichosos puntitos azules que rompen el inmaculado verde escolar de nuestro pequeño: crear animales moldeando plastilina, crear el número tres con el mismo sistema y en lengua inglesa the child is able to say these greeting and expressions: clap yur hands, click your fingers, stamp your feet and blind your eyes. Lo cual no me extraña lo más mínimo, porque he tenido que recurrir al diccionario para saber a ciencia cierta que es blindear los eyes. El caso es que sin criticar a la escuela a la que voluntariamente (al no ser adminitido en una pública) hemos llevado a nuestro hijo, si que nos hace reflexionar el rigor con el que tratan a los pequeños. Nos da la impresión de que quieren hacer de ellos (con la connivencia del resto de los padres, que están encantados) pequeños hombrecitos del conocimiento demasiado rápido. Porque está muy bien que se les sensibilice (voy a poner un ejemplo) con las normas de tráfico, que como en la DGT hay priridades, si en el mundo adulto un semáforo es prioritario sobre una señal, la voz de un padre (¡ te paras hasta que te diga que puedes cruzar!) está por encima de todas. Pero de ahí a que conozcan y sepan para que sirven las siguientes señales (estoy literalizando su boletín de notas): semáforo, paso de peatones, dirección obligatoria, parada obligatoria, zona de aparcamientos, precaución zona escolar, prohibido pasar, glorieta y ceda el paso. Pues bien, estoy seguro que por el sistema de repetición van a poder repetir los conceptos, pero ¿me están diciendo en la escuela que va a aprender mi hijo el complejo funcionamiento de una glorieta y la verdadera utilidad de su sistema circular y de prioridad de paso?.
En las reuniones a las que hemos ido la gran preocupación de los padres era lo que iban a aprender si se iba a cumplir el objetivo (estamos hablando de niños de 3 años) de saber leer (algo, supongo) al terminar el ciclo (6 años). Para nosotros eso, visto lo visto, era lo de menos; para nosotros lo prioritario era la pregunta que soltamos y que despertó ningún interés en los presentes: ¿y cuando juegan?. Porque nos han sugerido (y vuelvo a citar textualmente) que en verano le dediquemos un ratito todos los días (¡ todos los días !) a reforzar los trazos (de escritura) adquiridos (...) ya que el curso siguiente van a empezar a trabajar la escritura. Hubo quien preguntó por los cuadernos Rubio. Por amor a la naturaleza, que son crios de tres años, lo único que tiene que hacer en verano es bañarse, corretear, saltar, reir, hacerle cosquillas a su hermano y pintar lo que le de la gana con el trazo que le salga de lo más profundo de sus infantiles posaderas. Mi hijo es un niño, y ni la mismísima señorita Roten Meyer nos hará cambiar de idea.

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