Se ha enfrentado a negociaciones millonarias. Ha firmado contratos estratosféricos. Se ha codeado con presidentes, ministros, grandes directores. Se ha manejado en caóticas jornadas laborales. En cambio, es incapaz de enfrentarse a esto sin que le tiemblen las piernas. Abre la puerta...¿padre?
30 de junio de 2008
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