31 de agosto de 2010

OJO A LOS CARTELES


Cuando alguien, que no es la DGT, se molesta en poner un cartel, que no es obligatorio, para salvaguardarnos: tomadlo en serio.

Esto me ocurrió hace unos días, comprando una bicicleta en el decalón. Lo que ocurrió bien puede resumirse, al más puro estilo clásico, en tres actos:


PRESENTACIÓN Y/O SOBERBIA: Un incauto acude a comprar una bicicleta. Estas están situadas en el suelo, en una larga hilera, sobre rieles que tienen una especie de U doblada hacia fuera de hierro. Sobre cada doble U una bici. Y en medio de esta hilera un cartel bastante grande "por su propia seguridad no cruce la hilera de bicicletas" El soberbio piensa qué clase de persona no va a ver un trozo de hierro de más de 20 cm y se ríe.

NUDO (EN LA GARGANTA): El incauto soberbio elige una bicicleta y se interesa por sus características. Un amable operario le explica las excelencias del producto, ya que no se conoce vendedor que no las reconozca, junto a la propia bicicleta, esto es, frente a la hilera en la que hay algunos huecos esperando bicicletas. El incauto no sabe qué es lo que hay en una parte de la bicicleta. Pregunta. El operario no sabe de qué habla. Indica con el dedo. El operario topo sigue sin saberlo, así que el incauto, haciendo honor a su sobrenombre y soberbia adelanta con decisión su pierna para señalar con el dedo el espacio de goma incomprensible. En ese momento, con toda su fuerza, la pierna impacta con violencia contra uno de esos soportes. El incauto nota el hachazo, como si el mismísimo Arteche, aleccionado por Goigoetxea, hubiera decidido hacerle una entrada salvaje. El hachazo casi termina con el incauto en el suelo, o sobre una hilera de bicis descuajeringadas si no hubiera sido por el presteza del operario que lo sujeta, comprensivo, con el brazo.

DESENLACE O GRITO: El incauto contiene las lágrimas tras el hachazo con la poca hombría y dignidad que le queda, con los huevos de corbata dice que sí, que le gusta la bicicleta (no tanto el soporte, todo sea dicho). El operario le indica que en quince minutos la tiene lista. El incauto agradece el tiempo muerto y acude a la sección de alta montaña, donde intuye, dada la canícula, habrá menos movimiento. Nada más doblar la esquina, perdido el pudor, grita como un niño chico acordándose de la madre del topo, que no es otra que topota madre. Ahora sí, las lágrimas de dolor brotan sin pudor y el incauto comprueba como la pierna empieza a amoratarse y tiene un tajo sangrante de considerables proporciones.


El título de esta obra bien pudiera ser: el incauto soberbio y el cartel desestimado. Iñaki Miramón iría que ni al pelo en el papel de incauto.

MICROS


Tomaba tantas precauciones para que no le ocurriera nada malo, que apenas tenía tiempo para que le ocurriera algo.

30 de agosto de 2010

EL MENSAJE


Hace apenas diez minutos estaba arrodillado entre sus piernas. Les gusta verlas, sentirlas así, expectantes ante lo que va a ocurrir. Su amante de esta noche era alta y muy delgada, demasiado para su gusto, fibrosa, deportista, tal vez Pilates. El pecho pequeño y firme, casi pareciera el de una adolescente en crecimiento. La piel tostada, la respiración entrecortada, toda una metáfora al placer. Como en un ritual se inclinó sobre ella y susurró al oído las palabras mágicas: voy a hacerte gritar de placer. Se enfundó entonces el pene en un preservativo y con el dedo gordo de su mano correctamente humedecido comenzó los movimientos circulares sobre el clítoris. Ella arqueó el cuerpo y se agarró con fuerza a las sábanas, clavando en la seda su manicura francesa. La polla entró con una facilidad pasmosa. Los movimientos eran estudiados. Primero profundidad, lenta, intensa. El dedo firme en sus movimientos circulares, siempre húmedo, nunca incisivo en exceso. En cambio el pene sí entraba y salía con rotundidad, hasta lo más profundo de la cueva. Ella estaba completamente entregada al placer, perdido el poco pudor que le quedara, gritando, apretando los dientes, entusiasmada de tener por fin un amante a la altura. Tan a la altura que la lleva al orgasmo antes de lo que tenía previsto. Él se detuvo un instante, como el cazador orgulloso que es. Tranquila, esto no ha terminado. Y comenzó de nuevo los movimientos circulares y la penetración, ahora mucho más intensa y acelerada. En los ojos de ella estudiaba la cercanía de un segundo orgasmo, que llegue con prontitud. Tiene su propio código de conducta con las amantes recién estrenadas, y en su escala de valores un doble orgasmo le permite dejar su huella. Así que sin mediar palabra, después de gozar con el rostro desencajado de placer y sorpresa, sacó su polla, se deshizo del preservativo y comenzó a masturbarse sobre el pubis y el vientre. Ella, recuperado el aliento, entendió el final y se apuntó a la fiesta. Se fue colando, poquito a poco, entre sus piernas hasta poder alcanzar la polla con la mano y apuntarla directamente a sus pechos. El orgasmo fue profuso, dentelladas largas que surcaron sus tetas, su rostro, que recibió el semen son sorprendente naturalidad, como si fuera una práctica habitual, y no algo extremadamente extraño. Después ejerció sus encantos postcoitales habituales, todos enfocados a la huída rápida. Ella se quedó en la cama, semidormida, todavía con los restos del placer sobre su cuerpo. Él se vistió, escribió en una nota su frase acostumbrada: “si quieres volver a gritar de placer solo tienes que decirme cuando”. Y su número de teléfono. Lo de siempre. De eso hace diez minutos. Apenas el ascensor le ha facilitado el acceso a la calle cuando recibe un mensaje escueto y directo: “mañana”.

MICROS


NOTA: este micro ha surgido después de que un mosquito y/0 bicho nos haya atacado a toda la familia solo a los tobillos.

28 de agosto de 2010

Cancelaciones

La impuntualidad y la informalidad son dos de las peores características de los brasileños.
Trabajo como profesor (de español) durante el día, y soy alumno durante la noche.
Como profesor es frecuente que los alumnos cancelen sus clases con unas pocas horas de antelación. Esta semana he tenido suerte: tres alumnos han cancelado y todos ellos han avisado con, al menos, un día de margen.
Como alumno, voy todas las noches al Senac (Redes de ordenadores). Esta semana he tenido mala suerte. El martes avisaron de la cancelación; el miércoles, no. Viaje en balde.
En total, tres clases que no doy y dos clases que no me dan.

26 de agosto de 2010

LA FAMILIA


Coincidimos en un semáforo. Era una monovolumen. Detrás iban dos adolescentes de entre doce y quince años. Ambos a los mandos de una máquina electrónica tipo DS o PSP. Ambos con unos cascos conectados al aparato para no perder un solo vatio de potencia musical del juego. Pero también ambos totalmente aislados del mundo y la realidad. Formada, básicamente, por un semáforo en rojo y unos padres. Ellos ocupaban los asientos delanteroS. El conductor se aferraba al volante como si lo tuviera que sujetar incluso parado. Ella miraba por la ventanilla. Ajenos el uno en el otro. Sin decir nada. Dentro de aquel monovolumen había cuatro personas y un profundo silencio. Cuando el semáforo se puso en verde aceleré, quería alejarme de ellos lo antes posible, convencido de que eso jamás me pasaría a mí ¡¡¡ yo hablaré con mi pareja !!!

MICROS


Soy la cara que pongo cuando te veo.

25 de agosto de 2010

POLÍTICO CAMPANA


No niego que soy un vampiro de ideas. Esta se la robo a Fernando Royuela y su novela Violeta en el cielo con diamantes. He decidido hacer una encuesta abierta, que tendrá un par de respuestas tipo, pero de la que espero bastantes más ideas.

Se trata de encontrar el POLÍTICO CAMPANA de este país. ¿Qué es un POLÍTICO CAMPANA? Pues sencillo: el que es TAN-TON-TIN.

Esta es mi propuesta. Si tienes otras...


1.- El AZNAR de las armas masivas, las botas sobre la mesa del mundo y el estamos trabajando en ello.

2.- El socialista ZP del yo ni de coña subo los impuestos, joder, que soy de izquierdas y el follarse a turistas rusos.

3.- El RAJOY de yo no me lo pongo porque no me sale. Por decir uno.

4.- El BONO de misa y divorcio en el mismo pack.

5.- El TRILLO de viva honduras.


Ya sabes, vota o propón más candidatos.

MICROS


Siempre se decía "este será mi último trabajo". Hasta que una bala decidió por él.

24 de agosto de 2010

DEMASIADO GRANDE

He descubierto que mi casa puede ser demasiado grande. El salón, libre de conatos de rebeldía de juguete alguno, se me muestra tan alargado como interminable. He descubierto que quepo entero en el sofá y que el mando tiene más de un canal y encima, los hay en los que no hay dibujos. Incluso he descubierto que el disco duro tiene películas para adultos. La habitación pequeña es desmedida. Ordenada se me antoja gigantesca. La mía es como una plaza de toros y mi cama, que siempre he considerado justita, acoge mi cuerpo con suficiencia, incluso me sobra espacio y parece inabarcable. La terraza es un campo de fútbol al que le faltan jugadores...Sí, lo has descubierto, estoy de Rodríguez...

Era el más cruel y certero de todos los francotiradores. Sólo falló un disparo en su vida, y aunque apuntó de muy cerca, curiosamente la bala pasó rozándole la sien.

23 de agosto de 2010

TRÍO


NOTA: Fragmento de la novela inconclusa "Mi amigo David"

(...)La mayoría volvió en el mismo día, porque el que más y el que menos tenía sus responsabilidades. Menos David, Sofía y yo, que quisimos alargar la fiesta al menos una noche más. Borrachos como estábamos decidimos abandonar una de las dos habitaciones porque Sofía decía que era injusto que durmiera sola. Juntamos las dos camas y nos dejamos caer, sudorosos y borrachos, desbordados por la felicidad de lo que nos estaba ocurriendo. Hacía calor, y con toda la naturalidad del mundo Sofía se quitó la ropa, quedándose solo con una deliciosa braguita estilo slip masculino. No estaba dotada de una exhuberancia natural, como Sandra. Su belleza era más bien la de una mujer serena, de curvas tranquilas. David comenzó a acariciarla. Ella se dejó hacer, cerrando los ojos y aspirando con parsimonia el humo del porro. Yo permanecía como espectador, y no niego que me resultaba excitante ver la mano de David recorriendo aquel cuerpo de piel blanca. Sofía se quitó el slip y nos mostró un sexo sorprendentemente cuidado, aquella diminuta mata de pelo coronando su coño se antojaba anacrónico con respecto al resto del conjunto, supuestamente llevado por la dejadez. David no dejaba un rincón sin recorrer, ya fuera con las manos o con la boca. Terminado el porro, las manos de Sofía estaban libres para centrarse en nuestros cuerpos. Así cogió nuestros penes, uno con cada mano, después de pedirnos, con una voz suave, que nos desnudáramos del todo. Mi erección no era total, pero mecida por su mano, mi pene se dejaba hacer feliz. Mi excitación fue aumentando de ver a David, erecto para mí por primera vez en nuestras vidas. La mano de Sofía se movía con maestría, arriba y abajo, con ritmo suave pero pronunciado, intenso, demorando con profundidad. Me faltó valor para robarle la polla de la mano. Me limité a excitarme con lo que estaba viendo, imaginando que era mi mano la que jugueteaba con la piel más íntima de David. Se besaban con pasión y David llevó su mano, después de pasarla por los labios de Sofía, a su coño. Vi como Sofía abría las piernas para facilitar la entrada y comenzaba a gemir. Iba aumentando el ritmo de sus manos, hasta que las tres, y por ende los sexos, se coordinaron en ritmo y velocidad. Era pura intuición, pero cuando ella necesitaba más velocidad, aceleraba la piel de nuestros penes y la mano de David respondía al instante. Si la petición era a la inversa, las manos de Sofía se disparaban y la de David invertía el ritmo. Con esta sincronización, coronada por los gemidos de Sofía, terminó en un orgasmo de nuestra amiga, que arqueó su cuerpo dejándose llevar sin pudor alguno por el placer. No dejó de mover sus manos, esperando que descargáramos nuestro placer sobre ella. Nos miraba a uno y a otro, esperando quien sería el primero en dejar caer el caldo de su orgasmo. Yo buscaba la excitación en los ojos y el cuerpo de David, que arrodillado miraba al techo henchido de placer. Sudoroso como estaba, si fibroso cuerpo se me mostró más hermoso que nunca, la musculatura tensada hasta el dolor pareciera una escultura griega. Fue él, lógicamente, el primero en correrse sobre la cintura de Sofía, que empezó a reír divertida mientras el orgasmo perlaba su piel de gotas blancas. Después, riendo más todavía, dijo que iba a pintar un cuadro con aquella brocha y aquella pintura, e hizo una especie de trazos. Después se incorporó para ponerse de rodillas frente a mí. Yo permanecía tumbado. Con ambas manos siguió los movimientos. Por detrás de su cintura entraron las manos de David, que se pusieron sobre las suyas. Aquella evidencia, que pese a que contra mi piel estaban lo dedos de Sofía, yo sentía dentro de mi cuerpo que eran las de David, hizo que yo también me acercara al orgasmo. Fue intenso y pese a ello luché por mantener los ojos abiertos, quería ver como el caldo de mi placer manchaba los dedos de David. Así fue. Durante unos segundos juguetearon en un baile de piel de dedos, penes y genitales. Después se besaron y ambos se acercaron a fusionarse con mis labios. Después, sin molestarse en limpiar los restos del placer, ligeramente abrazados, se dejaron caer en la cama y se quedaron profundamente dormidos. Yo, ni con todas las drogas del mundo hubiera podido conciliar el sueño aquella mágica noche, tan desconcertante como otras muchas en las que el deseo se mezclaba con David. El cuerpo de Sofía era tan blanco que casi relucía en la poca luz que entraba por la ventana. Era tan delgada como David, y con el pecho tan pequeño que resultaba complicado, si no fuera por el sexo flácido y dormido de David, quien era quien. Ya muy de mañana se despertó Sofía, que se levantó resacosa y directa se fue a la ducha. Antes de ocultarse tras la puerta me miró y sonrió ¿quieres ducharte conmigo? Pero yo prefería quedarme viendo el cuerpo dormido de David. Sofía salió secándose la rasta, desnuda todavía. David se desperezó y se quedó observándola. Eres hermosa, le dijo. Encendió la luz y con el bolígrafo que siempre tenía a mano hizo una silueta de comic, muy a su estilo, de una mujer delgada secándose el pelo. La dobló, la dejó en los pantalones de Sofía y se metió en la ducha.

MICROS


Curiosamente no escribía para sacar su mundo interior, sino para esconderse dentro.

19 de agosto de 2010

PUBLICIDAD


Cualquier trabajador de una multinacional está encantado de hacerle publicidad gratuita a su empresa. Ya sea con gorras, polos, mecheros, sudaderas, toallas...siempre que el departamento de marketing se estire, que los hay que se estiran menos que el portero de un futbolín, el trabajador estará encantado de ejercer de abanderado del producto. Pero estos días, viendo a la gente en la playa, con enormes toallas corporativas, se me ha ocurrido que depende un poco de la empresa para la que trabajes o el producto que decidan promocionar. Por ejemplo, si trabajas para Pfiezer y marketing decide promocionar el viagra, pues es posible que no tenga tanto éxito entre los trabajadores. Eso de levantarse de la toalla y que todo el mundo ve que usas mucho ese producto, o Hemoal, pues a lo mejor, lo dicho, no apetece tanto la publicidad gratuita ¿no? Supongo que si trabajas en Durex, por ejemplo, estarás encantado de que te den productos del nuevo preservativo XXL...

6 de agosto de 2010

IF A GÜERA RICHMAN


Es un juego que repito mucho ¿y si fuera rico? El caso es que nunca me hago la pregunta más importante, entre otras cosas porque el juego perdería encanto ¿cómo? porque no conozco a nadie que se haya hecho rico trabajando. El caso es que me imagino, lo primero, viajando a Argentina. Un mesecito con mi pareja, sin prisas. Mierda, soy padre, me digo después ¿cómo voy a estar un mes sin los pequeños? No puedo, soy adicto a ellos. Vale, pues nos los llevamos. Ya, pero ¿cómo van a perder un mes de curso? Nada, lo de Argentina descartado. Una semana en Nueva York. Después alguna que otra ciudad europea. Un buen coche con espacio. Una casa con espacio. Un despacho con espacio. Un ordenador con espacio...coño, ser rico es ¡tener espacio! Y entra en juego una novedad, más allá de la obviedad espacio+tiempo+dinero=ser rico. Se me ha ocurrido que si fuera multimillonario montaría una escuela de fútbol en mi barrio. Le compraría el campo al ayuntamiento, le pondría césped artificial, unos buenos vestuarios y a buscar en lo niños del barrio al futuro Messi. Ellos firmarían contratos mediante los cuales cederían a la escuela el 10% de su primer contrato profesional. La escuela tendría también talleres para futuros entrenadores, locales de reunión, sala de estudio etc. Y aunque fuera rico, buscaría, como reto, la autofinanciación, ímplicando a los comerciantes del barrio en el proyecto. Yo solo cobraría un impuesto, un pequeño y único guiño político: el nombre de la escuela. Y ahí barajo un par de posibilidades: Libertad FC, Tercera Res, El trastero FC...Ahí es cuando suena el teléfono y recuerdo que siempre, siempre, me despierto en el ¿cómo?...

MICROS


No paraba de dar vueltas frente a la puerta cerrada. Hasta que por fin salió, con ella en brazos. Me ha gustado, le dijo, mientras le devolvía la primera copia de su novela.

5 de agosto de 2010

DEJARSE


En mi casa se está dando una circunstancia esperable: el pequeño termina pegando al mayor. Al principio reprendíamos al pequeño. Después empezamos a explicarle al mayor que no debía ni alentar ni mucho menos dejarse, que tenía capacidad y agilidad para evitar los golpes sin agredir. Ahora hemos llegado a un punto que las reprimendas son iguales: a uno por pegar y al otro por dejarse. Y me pregunto si no me ocurrirá a mí, como a muchos de los españoles encuestados por el CIS, que delego cierta responsabilidad en la mujer maltratada por el hecho de dejarse humillar y pegar. Es simplificar en una realidad plana un entramado complejo, pero no lo niego, creo que ellas tienen la llave, que no la culpa, que es muy distinto. Y en esto soy muy sexista, creo que al menos la mujer, como madre, si los padres tenemos la tarea de educar a sus hijos en el respeto y la igualdad, ellas (y de ahí mi sexismo) tienen la tarea especial de remarcar en sus hijas que jamás, jamás, deben aceptar la humillación de un hombre por ser su pareja, que eso no es amor, que no existen los tortazos en singular y que quien grita hoy mañana pega y quien sabe si pasado mañana mata.

MICROS


No, de verdad, sinceramente, dime lo que piensas, inquirió unos segundos antes de enfadarse.

4 de agosto de 2010

COMO UN ANUNCIO


¿Os imagináis que la vida fuera un anuncio? Una pareja en un parque, oye, le dice ella, ¿ya no me quieres? ¿Qué no te quiero? Y zas, ambos se convierten en una diminuta partícula, como en el anuncio del detergente, entran en el cuerpo de él, llegando hasta su corazón. ¿Lo ves? le diría, ¿escuchas ese pum / pum? pues no es pum / pum, es un Marta / Marta, Marta / Marta. Mejor aun, esa misma pareja: Él está mirando al vacío y ella realiza la gran pregunta: ¿en qué piensas? El se vuelve solícito, si quieres la verdad manda verdad al 7755, si quieres una mentira piadosa manda mentira piadosa al 7755. Claro, que de ser la vida como un anuncio yo me pido el de Axe, menudo espectáculo en el metro. El problema es que si todos usáramos Axe ¿dónde irían las mujeres desesperadas?¿se volverían locas? Pensando en otros anuncios no parece que la idea fuera mala, todos felices, todos con ganas de solucionar los problemas, hasta la mancha más recalcitrante en la camisa favorita del más gruñón de los miembros del clan. Incluso Bush se juntaría con Bin Laden en una cocina inmensa: no te preocupes Bush, tú limpia sin miedo todo Afganistán, limpia sin miedo. Lo peor que llevaría de todo esto sería lo de los nombres, porque en los anuncios las cosas, sobre todo si son una colonia, no se llaman como se llaman, sino como si fuera del mismísimo París, ya te puedes llamar Ernesto Martínez, que con decir Egnestu Magtiné ya hueles mucho mejor ¿dónde vas a ir a parar? Tampoco llevaría bien que en cualquier momento pudiera presentarse en mi cocina un tipo disfrazado de mayordomo para recriminarme, algodón en mano, que no tengo los azulejos demasiado brillantes. Tampoco llevaría bien lo de los bailes colectivos tipo anuncio Affelou, menudo desconcierto, y vaya agravio comparativo para los que tenemos el sentido del ritmo en eterna reparación. Vamos, es que si escucho música en un centro comercial ¡¡ salgo pitando ¡!

MICROS


3 de agosto de 2010

ALEGRARSE


El ser humano tiene dos tendencias claras: al dramatismo y a la alegría. A veces nos alegramos de cosas absurdas, y no voy a hablar de la, oeoeoeoeo, gesta de los locos bajitos de la roja. Me refiero a cuando nos alegramos de encontrarnos algo que es nuestro. Estoy seguro de que os ha pasado, sacáis la ropa de verano, la vais colocando, metéis la mano en el bolsillo y pum, aparece un billete. Ese dinero era tuyo, pero como no fuiste consciente de haberlo perdido, como no contabiliza en la columna de pérdidas, entra directamente en la de ingresos, la de ganancias, y te pones tan contento como si lo hubieras encontrado en la calle. No tiene sentido alegrarse de lo que ya tienes, salvo que fueras John Holmes o la pareja de Halle Barry, pero somos así de simples y, supongo, así de felices. Por no hablar de cuando encuentras algo que has perdido y llevas tiempo buscando. En algunos casos creo que es motivo de especial alegría, cuando lo que buscas es tu dignidad, por ejemplo. En fin, que lo que siempre digo, si es por alegrarse, pues que viva el vino, parafraseando al alérgico a los cinturones de seguridad.

MICROS


Tuvo que estar apunto de morir para aprender a vivir.

2 de agosto de 2010

SABER LAMER


-Me gusta, me gusta como te lo metes en la boca, como dejas la lengua para rozarlo entero. Me gusta ver el placer que sientes al notarlo dentro, como jugueteas con él, como lo sujetas con la mano fuerte, como si temieras que fuera a escaparse en el último lametazo. Así, eso es, pasa la lengua desde la base, despacito, llega a la punta y luego a la boca. Eres buena, muy buena, me estás poniendo a cien, sigue por favor, no pares, sigue revoloteando con tu lengua, a un lado, al otro. Eso es, me encanta ver como buscas las gotas que chorrean con tu lengua y después con el dedo y como te llevas el dedo a la boca, y lo chupas como…
-¿Decía algo?
- No, nada, que veo que te gustan los helados…

MICROS


1 de agosto de 2010


Papi, papi, voy a contarte un secreto al ojo. Hugo, dos años.