La impuntualidad y la informalidad son dos de las peores características de los brasileños.
Trabajo como profesor (de español) durante el día, y soy alumno durante la noche.
Como profesor es frecuente que los alumnos cancelen sus clases con unas pocas horas de antelación. Esta semana he tenido suerte: tres alumnos han cancelado y todos ellos han avisado con, al menos, un día de margen.
Como alumno, voy todas las noches al Senac (Redes de ordenadores). Esta semana he tenido mala suerte. El martes avisaron de la cancelación; el miércoles, no. Viaje en balde.
En total, tres clases que no doy y dos clases que no me dan.
28 de agosto de 2010
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