26 de agosto de 2010

LA FAMILIA


Coincidimos en un semáforo. Era una monovolumen. Detrás iban dos adolescentes de entre doce y quince años. Ambos a los mandos de una máquina electrónica tipo DS o PSP. Ambos con unos cascos conectados al aparato para no perder un solo vatio de potencia musical del juego. Pero también ambos totalmente aislados del mundo y la realidad. Formada, básicamente, por un semáforo en rojo y unos padres. Ellos ocupaban los asientos delanteroS. El conductor se aferraba al volante como si lo tuviera que sujetar incluso parado. Ella miraba por la ventanilla. Ajenos el uno en el otro. Sin decir nada. Dentro de aquel monovolumen había cuatro personas y un profundo silencio. Cuando el semáforo se puso en verde aceleré, quería alejarme de ellos lo antes posible, convencido de que eso jamás me pasaría a mí ¡¡¡ yo hablaré con mi pareja !!!

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