12 de agosto de 2007

LA SONRISA VERTICAL


EP3, viernes 10 de agosto: (...) la editorial Tusquets fue la pionera cuando en 1977 creo la colección y el premio "La sonrisa vertical", (...). Después de 26 años se suspendió el galardón porque de los escasos ejemplares que se presentaban ninguno tenía la calidad adecuada. Gigoló, escrita por un tal Antonio Larrey se presentó a esa última edición.
Recuerdo cuando supe la noticia que me sentí ciértamente indignado. ¿Ni una sola?. No es que mi novela no hubiera ganado el premio porque había otras mucho mejores, a lo que ya estoy más que acostumbrado (aunque mi ego de escritor tardó en aprender), sino porque como el resto, y siempre su subjetiva y engreída versión, era una mierda. ¿Por qué no dicen la verdad?, y es que la colección carecía de sentido y, sobre todo, las ventas habían caído alarmantemente. En el momento en el que nació tenía su espacio, el erotismo era un lugar privilegiado y único, pero ahora cualquier novela puede incluir como un ingrediente más unas buenas dosis de erotismo. Por eso no hace falta acudir a colecciones marginales para, de vez en cuando, verse en la necesidad de leer a una sola mano. Que lo disfracen diciendo que todos los escritores somos unos mediocres me parece ofensivo. Eso al menos piensa mi ego, que no tengo claro si tiene bien aprendida la lección.

1 comentario:

ralero dijo...

Todo, todo (bueno, venga, lo admito, pude haber alguna excepción), está basado en la mercadotecnia y en las cuentas de resultados.

Relaja ese ego, hombre, y... qué les den.

Un abrazo.