Nadie entendió en la editorial como el escritor revelación del año quería salir en la fotografía de la promoción haciendo un corte de mangas. Ni tan siquiera su antiguo jefe en la multinacional lo entendió cuando se sentó en su despacho y por la ventana vio el enorme cartelón promocional. Coñó, si a eso lo eché yo...
9 de agosto de 2007
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3 comentarios:
Querido Larrey,
Este no lo he entendido... o estoy cansada (que lo estoy!) o no le he pillado el sentido... Es el antiguo jefe el que echo al escritor revelacion?
Un saludo,
mega
xx
Pues yo sí lo pillé. Y es que una imagen -a veces, sólo a veces- vale más que mil palabras. Pero hay tipos tan torpes que, tras echar de su lado a quien podría haberle proporcionado buenos dividendos o gratificantes -ya fuesen económicos o de otro tipo- no son capaces de comprender ni el significado de un corte de mangas. Es un buen relato, me gusta, porque, además del caso particular citado, podría aplicarse o otras muchísimas situaciones que se dan en la vida.
Un abrazo.
Sí, es una vieja historia que tenía escrita que ahora he sintetizado en un micro. En mi anterior empresa (otra multinacional) el edificio estaba justo enfrente de la sede de una editorial, y todo él era el cartel promocional de alguna obra a la venta. Por eso, como todavía soñaba con que mi careto pudiera aparecer algún día ahí, me imaginaba la cara de mi jefe (que acabó echándome más o menos) si me viera ahí. Y de ese juego surgió la idea. Es demasiado complejo, lo sé, es como un sudoku hecho cuento. Demasiadas cosas al aire para que cuadre ¿no?
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