28 de agosto de 2007

LAS PIEDRAS EN TU TEJADO


Ya lo he dicho muchas veces, no soy sociólogo (¿qué soy en realidad?). Así que mi comprensión del mundo se limita a lo que leo, veo y oigo, y lo que todo ese batiburrillo de realidades va generando en mi cabeza. Me considero una persona reflexiva, pese a todo, sin que eso sea necesariamente una virtud, porque no siempre van a ser geniales los resultados de ese ejercicio neuronal. Por eso creo que al decir que no entiendo al ser humano, en su conjunto y, sobre todo, en sus particularidades, no estoy diciendo que no lo haya intentado. Me centro. En 24 horas ha habido dos ataques contra las obras de la variante de Lekeito. Son obra, obviedad al aire, de los radicales del llamado entorno abertzale. También fue atacada la tienda de un familiar de un político. Soy capaz de reflexionar asépticamente, con empatía; eso sí que creo que es una virtud. Y no lo entiendo. No entiendo que defendiendo la identidad de tu pueblo (de forma violenta y equivocada según mi parecer, pero esa es otra cuestión), la libertad de tu gente, tu futuro, ataques los bienes de uso común. Entendería, dentro de la lógica de un grupo terrorista y su entorno violento, que se viajara a Madrid, por ejemplo, y se quemara un autobús en mitad de la Castellana. Que de verdad lo entendería, pero ¿quemar el autobús que lleva a las personas por las que se supone has renunciado a tu futuro a cambio de una lucha callejera?. No lo entiendo. Que atentes contra las obras de una carretera que probablemente beneficiará a tu pueblo, tampoco lo entiendo. Lo entendería por la edad de los culpables, (en Estados Unidos no podrían beber y aquí lanzan cócteles molotov). Pero sé que esos culpables no queman, intimidan, destrozan, como ejercicio digamos casi natural de su indolencia y rebeldía juvenil, sino como parte de un engranaje con una rutina histórica. Son una pieza más de la maquinaria de presión terrorista. Ellos, que buscan liberarse del yugo estatal rojigualda, están hincando la rodilla ante otro mucho más irracional y caprichoso. Pero claro, ya lo hemos dicho aquí, la vida de bandolero es muy emocionante, mucho más, dónde va a ir a parar, que trabajar en una tienda de ropa o estudiar una ingeniería. ¿Quien llega a un bar gritando he entendido la transmisión de calor por conducción en régimen estacionario y recibe el aplauso del respetable?. Nadie, pero entrando con un pasamontañas humeante y sin aliento pasas a ser un héroe al que se le echa un cable.
En fin, que por muchas vueltas que le de uno, y mira que lo hago, seguiré sin entenderlos. Claro, que eso a ellos les debe importar bien poquito.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Soy un anónimo distinto del anterior, que te ha plantado por el morro un link porno, Larrey; lo que dices en tu reflexión es tan cierto como la respuesta del anínimo anónimo, o sea el anterior, fuera de toda comprensión. Nos asombramos/lamentamos de nuestras desdichas, y olvidamos que a la vuelta de la esquina se están matando diariamente (Irak). Esquilmamos África, y nos extraña la invasión silenciosa de sus hambrientos habitantes. Conocemos la manga ancha de ciertos políticos, y los votamos. Somos incomprensibles. Mira si somos incomprensibles que yo, cada vez que te leo, me digo: de hoy no pasa. Y paso. Pero hoy te lo voy a decir: cuando cierres una oración con un signo de interrogación o de admiración, (Ortografía de la lengua española), no debes poner el punto. Solo admite la coma y el punto y coma. Ya sé que son cuestiones menores, y también incomprensibles; intranscendentes; pero cada uno tiene sus manías, y a mí me interesa el fondo y la forma.
Me gustan tus micros.

Larrey dijo...

Pues mira, hasta ahora tenía una correctora particular en este blog (Paquita, vuelve, te echamos de menos). Pero todo lo que me decía entraba dentro del cajón de los despiste. En este caso no, en este caso estamos hablando del cajón del desconocimiento. Escribo muy rápido y no tengo el tiempo necesario para la revisión de los textos, así que no te lo tomes por lo personal si sigo cometiendo el fallo algún tiempo. Ahora, necesitaría una aclaración y perdona que me tome la libertad. ¿Esa norma afecta a los signos de admiración?, si es así entendería cierta lógica y me ayudaría a meterlo en rutina. ¿También debo entender que la frase anterior no debe terminar con un signo de interrogación?
Gracias.

Larrey dijo...

aclaración de la frase final ¿También debo entender que la frase anterior no debe terminar con un punto previo a la interrogación?

Anónimo dijo...

Anónimo anónimo.
Larrey: el capítulo V de "Ortografía de la lengua castellana" está dedicado a la puntuación, y es muy completo. Puedes descargártelo en PDF de internet (yo lo compré hace años porque me hacía un lío con ciertos detalles ortográficos, y lo tengo siempre cerca). El signo de interrogación y el de admiración prescinden del punto solo en el final de la frase, el punto es parte de la frase que cierra, de forma que en tu pregunta, la respuesta es que lo haces bien.
A ti se te puede leer (se te lee) muy bien; he visto tu queja sobre la sonrisa vertical, y me parece oportuno comentarte que hay jurados que ante una coma mal puesta abandonan. Te aconsejaría que pensaras si es lo mismo que que qué. Hoy se advierte en los escritos en internet una falta de cuidado ortográfico que asusta, sobre todo en los e-mail. Nadie es perfecto, (y yo menos).
En cuanto a Paquita, creo que ha sufrido un grave accidente en la montaña, y que se está reponiendo bastante bien; esperemos que pronto esté con nosotros.