3 de mayo de 2007

MICROS


Siempre pensó, en su empresa, que era un tipo gracioso. Hasta que un día, dejó de ser jefe, y entonces sus chistes ya no tuvieron ni puta gracia.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Vaya, lo que no tiene gracia es la gente que le reía los chistes, pelotas, pelotas, hipócritas, interesados y de esos hay muchos, ya sabemos todos, lo mejor es ser sincero aunque a algunos nos consideren antipáticos.

Pienso que no todos encajamos la sinceridad y luego la pedimos, hay mucha "autocomplacencia" y se prefiere al que alaba, al que nos ríe los chistes...pero lo mejor es ser lo más auténtico posible ah! y tener un jefe con sentido del humor; o mejor, no tener jefe.

Besos

Caminante dijo...

Pos´¡vaya puta pena!
PAQUITA

Larrey dijo...

asínes, corazón