14 de mayo de 2007

OPINAR


Tengo una buena amiga, a la que quiero mucho. Es de esas personas que llegan como adjuntos (es compañera de facultad de mi pareja) y que con el tiempo se quitan (como yo para ella) la etiqueta de "amiga de" para serlo sin más. Este fin de semana ha sido su cumpleaños y he cometido el pecado de no felicitarla. Ha habido un conjunto de casualidades que lo han propiciado, y entre ellas está mi natural despiste para con los teléfonos y las fechas señaladas. Ella me lo ha reprochado con cariño, como mi pareja, si es que lo reproches pueden ser cariñosos.

Y eso me ha hecho reflexionar. Cuando era adolescente tenía una especie de carcasa impermeable que impedía que lo que los demás dijeran sobre mí me afectara lo más mínimo. Eso me permitía llevar el pelo largo cuando a mi padre le llevaban los demonios o de todos era sabido que me quedaba fatal; o usar pantalones viejos, rotos y pintarrajeados. Con la edad, esa pátina de indiferencia (pasotismo lo llamaban otros) ha ido perdiendo grosor (quizá los michelines le ganaron espacio) y parece como si ya no estuviera dispuesto a escucharlo todo con indiferencia. En toda mi vida, no, en los últimos años, para ser más exactos, he tenido que escuchar que soy un gordo dejado (ay que ver, con lo que era este Larrey, como está ahora), que soy un insensible desgraciado y desagradecido, un chuleta de barrio, un egoista, que no doy nada por los demás, un cabezota, que menos mal que su hijo ha salido a la madre, que si no menudo borde. En fin, todo tipo de adjetivos calificativos despectivos. Pensaba que no le daba importancia, pero va a ser que sí. Todo eso ha ido haciendo un surco en mi paciencia y ahora ya no parece tan fácil saltárselo a la torera. En cambio intento no reprocharle a los demás su forma de ver la vida. Soy muy histriónico cuando defiendo mis ideas, pero eso solo una divertida pose. Si cuestiono lo que hacen los demás (al menos de forma consciente) es porque se me pregunta, y aun así muchas veces dudo, porque no estoy seguro de que las personas pregunten realmente para saber tu opinión, sino para que les des la razón, de no ser así jamás entendería algunos reproches y enfados. Y me he dado cuenta, y siento si soy machista en ello, pero hablo de mi vida, y sé de lo que hablo, de que quienes más me reprochan son las mujeres de mi entorno.

¿Por qué la gente se empeña en reprocharme constantemente?, ¿por qué no reflexionan un poco antes de emitir jucios sobre mi forma de ver y de hacer las cosas?, ¿no se dan cuenta de que todos hacemos y vivimos como creemos que debemos hacerlo?. ¿Hay unos parámetros establecidos, inmutables e indudables de lo que es o no importante en una amistad?. Tengo amigos con los que jamás hablo por teléfono, a los que apenas veo, pero que sé que si los necesitara tardarían en ayudarme lo que tardaran en recorrer la distancia que nos separa. No hay reproches, ni un no me llamaste o no preguntaste por mi hijo cuando tuvo tos (y debí hacerlo, de veras que debí hacerlo) porque saben que soy como soy, y si han elegido quererme es porque algo hay en mi que les despierta ese sentimiento. Tengo la sensación de que las personas esperan de mi lo que no soy, algo así como si quisieran moldearme y cuando el moldeo fracasa me lo reprochan como si siempre hubiera sido así, como ellos esperan, y ahora lo estuviera dejando de lado. Tal vez el que viva engañado sea yo y las personas me quieran, precisamente, por la etiqueta, porque en el fondo no dejo de ser el padre de su hijo, su hermano, su hijo, el amigo de la amiga, el amigo del amigo, el amigo de toda la vida...sí, tal vez el que viva engañado soy yo y sea egoista, cabezota, insensible, despistado, desagradecido...

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Larrey,

...A veces la vida, no es como esperabas que debía ser, a veces los amigos no son lo que esperabas que fueran, a veces tu familia no es la que esperabas que fuese, a veces la vida...simplemente es como tú quieres que sea, ó a veces "tu" vida es como los demás quieren que sea...

....A veces nos quedamos nada más que en la fachada, a veces la fachada no es todo "lo rosita" que quisieras que fuese, a veces, a veces todo se complica...

...Pero simplemente el hecho de reconocer que, a veces no eres lo "perfecto" que los demás quieren que seas te honra, y mucho...A veces, los demás deberían aprender de ti...y reconocer que "ellos ó ellas" tampoco son "perfectos ó perfectas", sólo a veces todo gira y gira para "rozar" la perfección...pero es tan efímero...

Un guiño, y a seguir adelante...

Anónimo dijo...

Por alusiones voy a contestar, aunque no sé si la resaca me dejará explicarme.

Perfecto todo lo que dices, pero eso es lo que TU PIENSAS DE LA AMISTAD, pero un amigo no debe( por lo menos los míos) pensar como yo. por lo tanto yo la Amistad la entiendo de otra forma, yo quiero a un amigo por como es ,por supuesto, pero como le conozco EMPATIZO, Y le intento dar lo que a él le gutaría recibir, no lo que a mí me gustaría recibir......Para mí la Amistad es tener la libertad de escuchar, y por supuesto opinar , eso si sin ofender y lo mas importante si DE VERDAD QUIERES A UN AMIGO JAMAS PIENSAS QUE TE REPROCHA NI TE ECHA LA BRONCA....porque ya te conoce y te quiere como eres, eso sí te seguirá pidiendo siempre lo que necesta....un beso AMIGO

Anónimo dijo...

Igual tienes razón...

Larrey dijo...

Ok, pero no por alusiones, que el tema no iba por ahí. ¿Resaca?

Caminante dijo...

Los reproches ... una puta mierda, y ya está. ¿Quienes somos los demás, seamos pareja, madre, hijo, amigo, o lo que sea, para echar en cara a alguien su comportamiento? ... salvo que estemos frente a un reprochador nato, ahí es otra historia.
Nos debemos mutuo respeto, y conforme a esto cada uno debe actuar como tenga por conveniente, como le parezca oportuno, como le "salga"; porque ¿quienes somos los demás para intentar variar el comportamiento del otro? ... cuando este otro ya tiene una edad en que consideramos que nuestra tarea formativa está más o menos finalizada, y que tiene la base suficiente para afrontar las cuestiones con criterio, y es que ... se hace camino al andar, nadie nace enseñado, pero solo cuando queremos aprender aprendemos, por la fuerza ... nada.
Si he desvariado algo, perdona, ya sabes que me gusta desbarrar un tanto. Un abrazo, y ¿sabes? creo que la gente "te quiere".
PAQUITA

Elena dijo...

y pienso...¿desde cuándo te conozco? pues calculo que te ví la primera vez hará unos 7 años, ¿y la segunda vez? quizas un par de años después, ¿y la tercera? pues lo mismo...¿desde cuando nos hemos visto mas a menudo, si es que a menudo es una vez al año?, pues desde que somos padres,....decía tir, "voy a llamar a larrey que hace mucho (1 año o mas quizás) que no se de él...

Me alegro de que con el tiempo la comunicación y la amistad sea mayor, pero mientras fue así, sabíamos que Larrey e Inma estaban ahí, y esperamos que para vosotros fuese igual.

Besos. Elena & Cía.

Larrey dijo...

A eso me refería Elena. Bueno, a eso y a que seguro que cuando nos vimos por primera vez le dirías a TIrso, ¿y de dónde dices que conoces al chulito este?

Elena dijo...

chulito no, me dijo "amigo de mi primo, del pueblo (de Iniesta - cuenca), de las fiestas y las corridas (de toros)..."

ja,ja,...¿sabes lo que sí me llamó la atención?...pues q otro que conozco y tú sois quienes teneis unos ojos azules tan claros tan claros que parecen transparentes. Eso sí q me llamó la atención. Besitos.

Larrey dijo...

Pues me ofende eso de amigo de su primo, que conozco a tirso casi una década antes que a Luis. ¿Sabes que Tir es el amigo con el que mantengo contacto de forma estable más antiguo que tengo?