Hoy he leído una carta en El País que me ha recordado algo que siempre me ha fascinado, entendiendo la fascinación como algo también perfectamente deplorable. Hace tiempo hablaba con unos conocidos que son religiosos (católicos, para más señas). Y les comenté que había visto unas imágenes en la televisión de una celebración en un país musulmán donde miles de personas se apelotonaban en la puerta de un templo, algunos llegados desde muy lejos, para sacar a una deidad del mismo. Había tal devoción y tanta pasión por sentir el peso de ese Dios, que había golpes, empujones, puñetazos, lágrimas, desmayos. Pero les comenté que lo que más me había impactado fue que varios niños, impulsados por sus padres (es de suponer) volaban de mano en mano, a llanto perdido, hasta tocar una parte de la deidad y volver a las manos paternas. Ellos me miraban con una medio mueca y se encendían hablando sobre el fanatismo islámico y no tardamos en devenir la conversación en torno a los hombres bomba y el terrorismo. Sentí pena, y no tuve fuerzas para explicarles que lo que había visto no ocurría en realidad en un país musulmán, sino en uno católico, y no a miles de kilómetros de sus casas, sino muy cerca de su terraza...no tuve fuerzas para explicarles que hablaba del Rocío.
30 de mayo de 2007
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4 comentarios:
OTRA SOBRE EL ROCIO: Nos conto un compeñero de "currelo" que la ermita a donde llega "la procesión" esta rodeada de infinidad de vasijas con las cenizas esparcidas de los incinerados que sus devotos familiares han tenido a bien llevar hasta allí para mejor gloria suya. ¡qué cosas diosanto! Quien tiene que saber de esto son nuestros amigos de Huelva.
Buen día, y ...llevas razón, los socialista tampoco hacen las cosas estupendamente. Esperemos que se fajen. PAQUITA
Pero bueno, Paquita! tú qué quieres que me ponga a rajar y me declaren persona non grata? je, je, je.
Bueno, os diré que yo nunca estuve en El Rocío en época de romería, tanta aglomeración humana me parece insana, así que tampoco tengo más claves que de las que podáis tener vosotros. Lo de las cenizas no tenía ni idea, pero lo de esos niños zarandeados por la multitud y, sin duda, aterrorizados, me parece una auténtica barbarie, ya escribí hace tiempo sobre eso -hubo un tiempo que publicaba varias veces al mes en un diario de Huelva-. Por supuesto este artículo no salió (ya no publico nada, tanto dar la vara con opiniones "políticamente incorrectas" colmó el vaso de la paciencia de los que mandan en tal diario).
Creo que cada cual puede disfrutar o demostrar su fe -el que la tenga- como bien le plazca y que El Rocío, como otras tantas, es una manifestación de la idiosincrasia -yo no diría tanto cultura, y conste que no lo digo con ánimo peyorativo- popular que hay que respetar. No obstante, hay cosas que no deberían ser permitidas ni en El Rocío, ni en ningún otro lugar. Y una de ellas es lo de esos niños naufragando aterrorizados sobre la marea "humana". No entiendo como hay padres, por muy devotos que sean, que son capaces de someter a sus hijos a una tortura semejante. Peor es la ablación del clítoris, dirán algunos. Pues sí, pero eso a mí no vale como coartada. ¿Lo de las cenizas?, que no sé si realmente sucede, bueno, me parece más anecdótico que otra cosa.
Abrazos
yo la ví detrás de las rejas, era vísperas del rocío chico que le llaman, y pude andar por allí tranquila, hacer fotos y demás. Aún no tenía niños pero solo pensar que le pierdes de la mano para ir (se supone hacia la virgen) y volver entre tanta gente ¿y si se cae? ¿y si no llega de vuelta? ¡dios mío! ... en las fiestas de getafe perdimos de vista a Aitor en un segundo y se me pusieron los cojones (q se supone que no tengo) de corbata...le encontré 4 pasos hacia atrás mirando el tren de la bruja, pero entre tanto mayor un niño de 3 años no se ve...me parece que lo del rocío lo llevan a un extremo extremis y eso no es sano.
Buen día.
a línea que separa la religión de la superstición es muy fina...
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