31 de mayo de 2007

MICROS

Cuando cerró la puerta metálica, acto mil veces repetido, sintió frío. Mientras se alejaba miró hacia atrás y pudo ver un sturbacks café, tal vez un restaurante de comida rápida o una cadena de calzado. La neblina de la noche apenas le permitía ver el cartel de Librería.

1 comentario:

Caminante dijo...

Las librerías pequeñas, como cualquier otro tipo de establecimiento de venta están en declive total, absorbidas por las macros. Por el camino perdemos mucho, sobre todo, calidad.PAQUITA