Ayer le tocó el turno a Marianito. Cien ciudadanos y cien teóricas preguntas. Esta mañana el turno es para las anécdotas (la jubilada que le preguntó el sueldo ha sido la triunfadora) y para los analistas políticos. Es un programa de televisión, y, por tanto, parece lógico que se preocupen de como estuvo el político frente a las cámaras, que si utilizó un bolígrafo para limitar los movimientos de su mano, que si salió del atril, que si se adaptó más al formato del programa. Todo eso es muy interesante, sobre todo para preñar de tinta la prensa y de argumentos a los tertulianos, pero yo me pregunto ¿y a mi que más me da?. Verá, señor Larrey, le presento al neurocirujano que le va a operar, es siempre educado con las enfermeras, muy ordenado con el material, puntual y limpio. Ya, pero ¿qué tal se le da el tema del bisturí?. Lo que le pido a un político es, por un lado, coherencia con sus ideas, que para eso las representa y se debe a quienes las comparten lo votan, y que sea consecuente con su papel en la política nacional. Supongo que como no soy votante del PP no puedo opinar sobre lo primero, pero sí puedo hacerlo sobre lo segundo, aunque esta vez me lo guarde.
Es interesante ver como valoran a los políticos por su capacidad de vender, como si su programa electoral fuera un producto y ellos los delegados comerciales. Ahí reside parte del problema, que luego funciona como la publicidad en general, que es bastante engañosa. Aunque como ciudadanos estamos más que escamados con estas decepciones, igual que como consumidores, y elegimos al que consideramos menos malo. Parece que lo hiciéramos más por descarte que por convencimiento.
He leído lo que la prensa reflexiona sobre el evento, y en líneas generales dan un aprobado a Rajoy, que inclsuo tuvo la decencia política de asumir que pensar que había armas de destrucción masiva fue un error, aunque lo extrapolara al conjunto de la comunidad internacional, cosa que no es cierta, a no ser que los tres de las Azores fueran a la sazón el conjunto de esa internacional comunidad. El caso es que yo vi poco en directo, lo que se tarda en cargar el lavavajillas y hacer una ensalada. Y me quedo con dos ideas. Una que Rajoy ha estudiado el encuentro pasado de ZP, ha aprendido la lección y, digamos que ha tenido una ventaja (seguro que más que voluntaria para evitar suspicacias), haciendo un símil futbolístico ha jugado la vuelta en casa. Y dos, que las ideas que lanzan los políticos, machaconamente, calan en los ciudadanos de manera manifiesta. Una mujer, entorno a los sesenta años, hizo una pregunta sobre la asignatura de religión y la de educación a la ciudadanía, y reforzó su argumentación con la siguiente frase: a la mayoría de los españoles no nos gusta esta nueva asignatura. ¿De dónde ha sacado esta señora esos datos estadísticos?, ¿ha preguntando a una porción representativa de españoles con el rigor necesario para aseverar con tanta contundencia que estamos disconformes con la asignatura?. ¿No les resulta familiar la idea, lo que le interesa al conjunto de los españoles, lo que buscan los españoles de bien, estaban todos los españoles normales...?. Pues eso, que las ideas calan, y ¡ cuanto !.
5 comentarios:
Solo lo vi un ratito. Un gallego le preguntaba por la plaga constructiva que está acabando con el litoral gallego. Que si su partido no había hecho nada durante años, qué le ofrecía ahora Rajoy para creerle. Respuesta de Rajoy: que él liberaría el suelo. Acojonado me quedé. O sea libera el suelo, lo compra un tipo y construye lo que se le ponga con las alturas que se le ponga. Después de esta reflexión me tranquilicé un poco porque Rajoy es de ideología liberal por aquello de la mínima intervención del Estado en el mercado. Era lógica su respuesta.
Juegos de prestigititación,
atentos; vienen las manos mágicas.
No caballero aquí no hay truco. Tragicas
palabras locas sin dilación
¡vamos! para captar su atención.
¿Señor? es el mundo de la fábula
¿mujer? yo en mi casa tengo fámula
¿y usted? yo vivo la mar de bien
ya ve y me manejo tan bien
¿ajeno? no soy. Es la farándula.
El espectáculo y la teletienda.
Salud.
Uf que trabalenguas. Fue un trabadedos.
el prestidigitador que nos prestidigite nos hará una buena prestidigitación.
Y áteme esa mosca por el rabo.
siento la confusión en la palabreja.
salud.
La naturalidad en Rajoy anoche se fue de copas mientras él estaba en el programa.
Es verdad que no lo vi entero, sino a golpe de mando, pero aún así me pareció que tomaba a la gente por tonta, con ese toque paternalista y absurdo con el que respondía.
Y bueno, los peridistas por lo que se ve, dan más valor a las posturas, ademanes, corbata, y poses del prota, que al contenido en sí de las respuestas.
angelusa, esa es la clave, o eso es lo que yo buscaba decir. Al final no tenemos ni idea de qué pretender hacer con España, salvo que sabe el truco del bolígrafo
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