ADRIANA: Ya no me abrazas, recuerdo cuando empezamos a vivir juntos que siempre te dormías abrazado a mi espalda, y me dabas besos en la nuca...
ADRIAN: Ay, madre, mi gruñonceta, ven aquí.
ADRIANA: Ay, que fríos tienes los pies...me estás haciendo daño con el codo, baja un poco el brazo...la almohada, que me has quitado la almohada...no me claves la rodilla, hombre...
ADRIAN: Ay, apaga la luz, anda, apaga la luz.
5 comentarios:
ADRIANA: Mañana sin falta compramos dos almohadas, cada uno a su gusto.
¡que será será, que nos volvemos mas gruñones con la edad!..a veces, no siempre, pero sí a veces aquel lunar tan lindo que tenía al borde del labio se ha convertido en una berruga....¿qué querrá decir eso?...que alguien me lo explique..
El roce, pasa con el roce, que desgasta ...además de hacer cariño.
Buen día ... sin pescozones. PAQUITA
Bueno, sí, suele pasar, aunque imagino que Adrián, con el paso del tiempo, también tendrá lo suyo que rascar.
Abrazos.
...la usura...
(Por fin se acceder desde blogger)
Besitos
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