14 de abril de 2007

MICROS


No te lo perdono. Eres un hijo de puta, un asesino, lo has matado, no te lo perdonaré jamás, eres un capullo, eso no se hace, no se mata al protagonista a mitad de la novela.

6 comentarios:

ralero dijo...

Es verdad, siempre es mejor cargartelos al final, más que nada porque cuesta un poco escribir con los folios manchados de sangre.

Un abrazo

Caminante dijo...

¿Y por qué tiene que morir?
¿Es ... que, es que ha sido malo?
PAQUITA

Anónimo dijo...

Paquita, en la vida los malos no mueren, mueren siempre los buenos... :(

Mar

Larrey dijo...

¿Quien?¿el escritor?, pues a lo mejor era malo y por eso tenía que recurrir a algo tan básico para salvar su novela.

Ángela dijo...

A veces los instintos criminales se escapan por entre los renglones...

Dudu dijo...

Me parece que el artículo lo escribe la chica del protagonista que se rebela con el escritor. No sería la primera vez que los personajes se te enfrentan y deciden por si mismos el camino que quieren llevar, convirtiéndose el escritor en un mecanógrafo.