25 de abril de 2007

COLEGIOS RELIGIOSOS


Soy de esas personas que dramatizan mucho sus presentaciones orales, le doy mucho bombo a mis principios y a mis reflexiones cuando el auditorio es el adecuado, entre amigos fundamentalmente. Si no es así, suelo mantenerme en un discreto segundo plano (a nivel de opinión) y recurrir al humor como desengrasante de incómodos silencios. Por eso mis amigos saben de mí tanto como yo, en cuanto a los principios que rigen mis estructuras mentales o morales. Ahora los hay que están con la réplica al "relentín" esperando ver donde termino escolarizando a mi hijo. Incluso, ante los rumores o los primeros intentos, algunos me han reprochado que haya vendido mis principios, yo que parecía que vivía por y para ellos. Y es que siempre me han dicho, por todo lo que he comentado, por esos fuegos artificiales con los que acompaño a mis ideas, que no son más que marketing para hacer divertidas las cenas, que soy un cabezota. Hay veces que me molesto en responder que cuando dos personas no se ponen deacuerdo, normalemente, hay dos cabezotas. Otras veces me limito a aceptarlo, sí, soy un cabezota. Pero claro, ahora esos que me llaman cabezota, en lugar de reflexionar y decir, vaya, pues no lo era tanto, simplemente mantienen que lo soy y que lo que pasa es que me he vendido. Con lo que han tenido que aguntar.

Hay, como siempre, muchas formas de interpretar lo que cuento. Y es que el tema de la escolarización de los hijos tiene muchas complicaciones y cuando uno es ateo y cree que la religión es, como las drogas, un peligro para los niños, la cosa se complica mucho más. Me encuentro en una tesitura con varios puntos de amarre y todos tiran con la misma fuerza. La primera evidencia es que mi hijo no es solo mi hijo, sino que tiene una madre con el mismo, como mínimo, nivel de responsabilidad que yo. Mi pareja no tiene los mismos problemas con las religiones que yo, por lo que su abanico de posibilidades de escolarización es mucho más flexible. Luego está el problema del evidente deterioro de la escuela pública. Creo que es evidente que se trata, como en la sanidad, de una campaña sibilina orquestada en favor de lo privado. Pero esa es otra historia, como siempre cuestionable, lo incuestionable es el bajísimo nivel de la gran mayoría de colegios en la zona en la que estamos buscando. Porque esa es otra, debido a que ambos trabajamos, necesitaremos, igual que ahora, que nuestro hijo tenga un abuelo a mano a la salida del cole. Por eso el entorno también es un condicionante. Así que hemos puesto sobre la mesa los colegio públicos y los concertados (los privados son prohibitivos para nuestra economía) y nos hemos propuesto elegir (ja, que quimera). Y resulta que todos los concertados están vinculados más o menos a la religión (más más que menos, para mi enfado). Esto me sitúa en una disyuntiva complicada, abdicar de mis principios con lo que más quiero, mi hijo, o mantenerme firme con ellos (en sus contenidos mínimos, que son la religión) y condenarlo a un colegio con patios sucios, comedores sucios, clases sucias, material defectuoso...No es una decisión sencilla, ni mucho menos. Quizá la solución esté en luchar por la educación pública, que si bien puede que mi hijo no pueda disfrutar, sí que lo podrán hacer otros.

7 comentarios:

Dudu dijo...

Cabezota eres cabezota, eso es innegable. Ahora bien, de mucha ayuda no te puedo servir porque estoy más del lado de la madre, en cuanto a los principios. Lo que me parece es que no hay nada más importante que tu hijo, aparta tus ideas y dale la mejor educación que puedas. Busca un colegio que os venga bien para conciliar la vida familiar y laboral y que tenga todas las comodidades para Rubén.
Por cierto, yo fui hasta los 14 años a un colegio concertado, Los escolapios. Como los castaños brothers, y mira como hemos terminado, JA,JA,JA...

ralero dijo...

Pues, larrey, ya somos dos, porque parece que hubieses descrito mi caso. Yo soy ateo, pero mis hijos, por un cúmulo de circunstancias idénticas a las que describes, están en un colegio religioso. Todos, sin renunciar a nuestros principios, tenemos el derecho y el deber de asumir determinadas contradicciones, porque ni somos el centro del mundo ni de nuestra familia. A mí, cuando me hacen alguna crítica al respecto, me río y me la resbala, pues los críticos de salón y barra de cafetería, puestos en el pellejo del otro -y a cada cerdo le llega su San Martín- terminan agachando la cabeza y haciendo lo mismo que habían criticado.

Eso sí, también hay magníficos colegios públicos -aunque en muchas ocasiones pillen a trasmano- y colegios religiosos que dejan mucho que desear. Y tampoco deja de ser cierto que parte de las deficiencias de la enseñanza pública devienen del presupuesto público dedicado a los conciertos educativos. Y que se dedica mucho a subvencionar a empresas con enormes beneficios -que a las primeras de cambio se marchan dejando en el paro a un montón de trabajadores, como a pasado con Delphi, en Puerto Real- y para ello hay que reducir el gasto en politicas básicas como la educación y otras.

Abrazos

Elena dijo...

Cierto es que mirando coles en la zona que nos interesa, podemos encontrarlos de muchos colores...a mi, a nosotros, nos pilla un colegio público a 4 min andando ¡fantástico!, le veo, hablo con la dire, me cuenta que al estar "perdido" entre los chalés de la urbanización, pues que no hay apentas inmigrantes (2 hermanos rumanos, 1 ecuatoriano y 1 chino)todos ellos dice que majísimos. Es un cole donde el ratio no pasa de 15 niños clase, aunque los de 3 años vienen empujando porque la natalidad subió hace eso, 3 años...total, me gustó y yo me pregunto ¿y si hubiera mucho inmigrante (q me perdonen los peques) hubiera cogido ese cole? pues sinceramente no lo se (lentitud porque muchos no saben el idioma, etc..). Hay un cole en Getafe que una amiga mia dice que eso es una ONG. Decir decimos, pero cuando hay que buscar algo bueno para tu hijo está claro que las cosas a veces cambian mucho. Sabes que Tir es ateo (somos como vosotros, yo soy "monja") y si el cole no nos hubiera gustado, posiblemente, andaríamos buscando uno concertado. Perdón por alargarme tanto. Besos.

Larrey dijo...

Ya, dudu pero es que pensando precisamente en mi hijo es que no quiero que lo eduquen sobre el cielo, la tierra, los buenos, los malos y el pecado. A mi ya no me pueden aleccionar, precisamente es por él por quien tengo que luchar. Mi única herramienta será la contraeducación de esos mensajes. Que son más peligrosos de lo que parecen.

Elena dijo...

Cuando llega la navidad, el niño jesús, los reyes magos, yo les cuento lo que a mi me contaron y me gusta contar... pero ahí está mi querido diciendo "esos son jilipolleces"....asi que yo tengo la "contra" en casa. No somos iguales y en la educación siempre surgen disparidades, es lo normal, en religión o en otras cosas....

Caminante dijo...

¡Me toca! Pienso que la educación de un infante es terriblemente importante como para ponerla en manos de alguien que te va a adoctrinar a tu hijo, porque esa es la base del adoctrinamiento, del adocenamiento, LA EDAD IDÓNEA, de todo. Les inculcarán ideas totalmente contrarias a las tuyas, ideas que crujirán de contínuo. A mí se me ponen los pelos como escarpias cuando escucho lo que acaba de escribir Rafa, "soy ateo pero llevo a mis hijos a un colegio religioso", es que ... la coherencia es fundamental, es vital, porque si no ¿de qué vamos? luego ... pasa lo de las "peteneras". Porque si todos pasamos por el aro del concertado se estará demostrando con nuestra conducta que "la gente los prefiere" y eso "justificará" la desviación de los dineros públicos a ellos, en detrimento de la escuela pública. Mis hijos fueron a la escuela pública más cercana a nuestro domicilio y de su experiencia mis hijos concluyen que, salvo que hubiéramos elegido uno privado de renombre (ej: Nuevo Estudio, el Brithis ...), los privados son peores, y aclaro, los que van mal en la privada se los despachan a la pública para no bajar sus "medias", medias retocadas, claro.
Otra cuestión: ¿problema que le veo a escolarizar a tu hijo lejos de su domicilio? que los amigos del cole no los tiene a pie de casa ¡no tiene amigos! y sé por conocidos que están de la Ceca a la Meca, para llevar al niño de cumple, esas cosas.
Acabo, que no es decisión fácil pero hay que intentar racionalizarlo lo más posible.
Hagáis lo que hagáis, un abrazo PAQUITA

Larrey dijo...

Muy interesantes tus ideas, sobre todo lo de los amigos, sinceramente no lo habíamos barajado. Nosotros pensamos en un entorno muy cercano a nuestra casa, pero porque es donde los cuatro abuelos viven. Pero es un elemento más a tener en cuenta.