Cuando empezó aquella tremenda enfermedad vio en la televisión que un famoso enfermaba al mismo tiempo y de la misma dolencia. Entonces pensó que curiosa es la vida, que al final los iguala a todos. Pero cuando aquel famoso logró superarla, el mundo de su profesión le rindió un sentido homenaje. En cambio él, que perdió el trabajo, murió pobre y rodeado de los suyos, sin tiempo de volver pensar como era la vida. 21 de noviembre de 2007
MICROS
Cuando empezó aquella tremenda enfermedad vio en la televisión que un famoso enfermaba al mismo tiempo y de la misma dolencia. Entonces pensó que curiosa es la vida, que al final los iguala a todos. Pero cuando aquel famoso logró superarla, el mundo de su profesión le rindió un sentido homenaje. En cambio él, que perdió el trabajo, murió pobre y rodeado de los suyos, sin tiempo de volver pensar como era la vida.
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1 comentario:
Queda claro que aquello de que la muerte nos iguala a todos nos es más que una burda táctica burguesa para aplacar a los hambrientos. Sólo está la vida, y en la muerte no se existe; por tanto en ella no hay comparaciones posibles.
Abrazos.
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