7 de noviembre de 2007

EL DESPACHO DEL FARAÓN


El alcalde de Madrid ha estrenado un despacho que es más grande que mi casa. Y me hace gracia justo este fin de semana que he tenido invitados y hemos tenido que dormir en el suelo. Pero me consuela que Gallardón haya dicho que ese espacio, el del nuevo edificio del Ayuntamiento, es de todos los madrileños. La próxima vez que tenga invitados nos vamos a ir allí. Pero que esté tranquilo, llevaremos cena y colchones. Además, mi gente suele ser educada, limpia y divertida. Encima, como está bien situado, a los invitados les resultará más fácil conocer Madrid que desde mi casa, donde hay que hacer malabarismos con el transporte público.
De todos modos hay que reconocerle al alcalde sus méritos. Tiene los cojones cuadrados. ¿Que quiere tener el despacho más grande que el del presidente del gobierno?, pues se lo hace, y punto. ¿Que quiere tener el túnel más grande de Europa?, pues saca la tuneladora, se enfangue lo que se enfangue y se endeude lo que se endeude. Y como la alcaldía se le está quedando pequeña puede que eso explique porque Marianito anda tan tristón y torpón estos días, debe de temer sufrir para siempre el síndrome de la eterna promesa, porque viendo lo cuadrados que los tiene este muchacho con pinta de curilla reciclado, debe de estar temblando. Aunque realmente quien tiembla soy yo imaginando extrapolado al conjunto de la nación la forma que este Faraón tiene de hacer política. Miedo me da, que ahora tiene el túnel más grande de Europa, pero desde la Moncloa este es capaz de hacernos el más grande del mundo y llevarnos al mismísimo Oviedo sin ver la luz del sol. No le deis ideas, no le deis ideas, que tiene a la "Dulcinea" al "relentí".

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