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El caso es que me da mucho miedo tiranizar la infancia de mi hijo, sobre todo en el tema del deporte, donde uno ya viene más que escaldado. Pero claro, puede darse el lado contrario, y es que él realmente se interese por un deporte y quiera intentar vivir de él. Entonces tendré que asumir y estimular el esfuerzo máximo y la tiranía, porque salvo el fútbol, en cualquier deporte profesional se requieren unas horas de entrenamiento inhumanas (es un decir).
Es lo que me da miedo. Y en el deporte como con la educación. En la última reunión que tuvimos en la escuela una educadora nos intentaba explicar que debíamos estimular a nuestro hijo en la creación de un compromiso diario, una tarea, divertida, pero que en el fondo son deberes. Y yo, claro, no acababa entenderlo: si le siento a pintar y nos lo pasamos genial ¿qué estímulo recibe con respecto a las tareas del cole?, ¿tengo que decirle que estamos haciendo deberes?, ¿tengo que hacerle que se ponga con algo tedioso para que vaya aprendiendo a comprometerse?. No, no puedo. Intentaré evitar que tenga que hacer deberes hasta que el ritmo del colegio le obligue. Y por lo que me cuentan por ahí, va a ser no tardando mucho. Tengo una compañera que con seis o siete años dice tener a sus hijos horas cada tarde con las tareas. Piano, violín, natación, otros deportes, ¿no son bantantes tareas extraescolares?, y ¿cuando juegan, eh, cuando juegan por jugar?. Hablo con gente que con esa edad, ocho o diez años, lleva a los niños a un colegio donde si sacan todo sobresaliente el premio es irse un trimestre a estudiar a Irlanda. Que no digo yo que no esté bien, pero ¿no estamos sometiendo a demasiada presión a nuestros pequeños?, ¿no habrá en su apatía adolescente una respuesta a nuestro exceso de exigencia infantil?. Me da que pensar, y miedo también, la verdad, pero supongo que en eso consiste ser padre.
1 comentario:
los padres siempre pensamos que lo hemos hecho mal. Siempre tenemos miedo.
Supongo que la cosa cambiaría si en lugar de empeñarnos en educar, nos limitasemos a darles ejemplo de lo que consideremos importante en para su vida.
Jugar a sus juegos inventados
ir a los lugares que te lleven
inventar junto a ellos
aprender de sus deberes
en fin...mucha teoría es lo que tengo, que ni siquiera he puesto en practica.
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