12 de noviembre de 2007

MICROS

¡ Me cago en la puta !, ni de coña, chaval, no te me cuelas delante por mis santos cojones, me da igual el tiempo que lleves esperando y esa miradita de cordero degollado, que me la suda. Da un tremendo acelerón a su flamante Mercedes y le corta el paso. Apenas cinco minutos después suena el teléfono y se activa el bluetooth. García, tranquilo, claro que iré a la cena benéfica, no te preocupes, esos niños no se quedarán sin mi cheque, la solidaridad es lo primero.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Y es que somos tan contradictorios!
entre lo que decimos y lo que hacemos media, en muchas ocasiones, un abismo.

He conocido a poquitísimas personas que estén a la altura de sus palabras y la que escribe esto, desde luego, dista de estarlo también.

Buen día !