¿Quien se lo iba a decir?, aquella idea empresarial le ha llevado a las puertas de la Gran Academia Sueca. MFPS, así la llamó (muertos ficticios para alarma social), recogiendo la frase de su padre, el más sabio de todos: en este país hasta que no muere alguién no se solucionan las cosas. Los sindicatos de la construcción y el Estado fueron sus primeros clientes. Ahora tiene toda una multinacional.
26 de noviembre de 2007
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