22 de junio de 2007

MICROS

Sobre la mesa los resultados de la analítica. La palabra esterilidad como una losa. A su derecha el teléfono. Tiempo, mucho tiempo y el rencor. Al fin se decide. Marca. Al otro lado una voz familiar. Hola, hijo, felicidades, treinta tacos ya...

2 comentarios:

Elena dijo...

¡que fuerte tiene q ser descubrir que tu hijo no es tu hijo biológico!...pudo ser un desliz, lo importante es analizar si en esos 30 años tu vida familiar fue estable. Eso es lo importante hoy, ¡para qué mirar atrás!

Dudu dijo...

Estoy con Elena, no tiene porqué coincidir los padres biológicos con los reales. En todo caso prefiero los reales