ESA CERVECITA RICA

Debe de ser que hoy me he levantado con buen pie, de buen humor, porque tenía ganas de escribir sobre algo positivo, una buena noticia, que se dice. He buscado con ahinco en el periódico y he decidido, después de un buen rato, que la detención de más políticos corruptos no era una buena noticia, no al menos la que necesitaba. Así que he tirado de archivo y ahí la he encontrado. El titular no invita al optimismo: de cañas en el convento. Pero si ya profundizas un poquito más el nivel de euforia va creciendo. Que si la cerveza puede disminuir los factores de riesgo cardiovasculares, que reduce el daño oxidativo, que si detiene el proceso de envejecimiento, que baja el colesterol...Todas estas conclusiones, de ahí el títular, se ha extraído de una curiosa experiencia. Las monjas de tres conventos cistercienses de Leon accedieron a participar en el experimento, ya que los autores, científicos de la facultad de medicina valenciana y de la sociedad española de dietética y ciencias de la alimentación, consideraban que para valorar los aportes positivos del lúpulo contenido en la cerveza era necesario cuantificarlo en no consumidoras habituales y personas con horarios y dietas muy estables. Las conclusiones, como ya he comentado en la parte eufórica del artículo, no pueden ser mejores para quien como yo, entra en casa y sueña con un botellín de mahou casi congelado, ese sonido de la chapa, ese primer trago...En fin, que el estudio fuera financiado por la Asociación de Cerveceros de España es lo de menos, lo importante es que esta noche no tendré remordimientos dietéticos al saborear mi cervecita. Claro, que luego viendo la foto que he elegido para el artículo, da que pensar. En fin, imaginemos que la cerveza no tiene nada que ver para que estos dos personajes con 35 años sigan en la tuna...