Jan Grzebski sufrió un accidente laboral en 1988, con la mala suerte de que desarrolló un tumor cerebral que lo postró en la cama en coma. Así ha estado hasta ahora, cuidado y mimado por sus cuatro hijos, pero sobre todo por su mujer, Gertruda, que no se ha separado de su lado ni un instante en estos 19 años. Me la imagino cuidándole, moviéndolo cada hora para evitar las escaras, hablándole, contándole las evoluciones de los chiquillos en el colegio, las trastadas que hizo el pequeño, lo responsable que es la mayor. O como fueron llegando, uno a uno, los once nietos. Seguro que familiares y amigos la miraban con pena indisimulada, y tal vez incluso, con la mano en el hombro, condescendientes, la encomiaban a que no lo hiciera, que no podía ser sano hablarle a quien no podía escuchar. Ella, seguro, les sonreía a todos y en silencio les diría, sé que me escucha. Ahora, como si la naturaleza hubiera decidio claudicar y darle la razón a Gertru, su marido ha vuelto a la vida. Lo ha hecho con sentimiento de agradecimiento hacia los cuidados de su esposa, cuidados que, según su propio testimonio, pudo sentir en estos casi 20 años de cautiverio biológico.
La historia de Romeo y Julieta al lado de Gertru y Jan no es más que un folletín de anuncio de colonia. Y este texto no es, ni mucho menos, una defensa velada del No a la Eutanasia. No es más que la admiración al amor que un ser humano puede sentir por otro. Un amor que no conce el desánimo, sino la fe inmensa y peremne que, esta vez, tuvo su recompensa. Para la anécdota quedará que este hombre se durmió en un país comunista y despertó bajo la batuta del capitalismo galopante. Pero seguro que a él, eso, en el fondo, le da igual. Mirará a su mujer, con lágrimas en los ojos, y se dará cuenta de que, realmente, esas cosas, poco importan.
3 comentarios:
A mí también me impactó 19 años cuidando con tanto amor a su pareja....otro ejemplo es el de la mujer de "superman", que 2 o 3 meses después de su muerte, decidió irse con él...es increible que una pena tan grande en el alma, haga que abandones esta vida para irte con tu amor...
¡Qué hermosa historia de amor y esperanza! Entre tú, Jan y, sobre todo, Gertru, lo habéis bordado.
Un abrazo
Yo ... creo que ...ese amor romántico duró tanto porque no hubo espacio para los desencuentros. Veremos, ahora, si con el día a día, sobreviven al contacto "real".
Así somos los humanos, capaces de grandes cosas, y de inmundicias, paradójicos.
Buen día tengamos todos. PAQUITA
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