28 de junio de 2007

EL EXTRANJERO


Emilio llegó tarde. Cuando los demás contábamos por decenas las muescas en forma de novela en nuestro intelecto, él apenas era capaz de juntar una docena de palabras para darlas sentido. Llegó tarde pero lo hizo con prisa. Como quien pirde un autobús y tiene la esperanza de, corriendo, llegar antes que él a la siguiente parada. Ahora, que tiene quien le ayude, sale a borbotones un mundo interior repleto de sensaciones y lo hace en pequeños relatos que el extranjero nos regalará durante unas semanas. Gracias, Emilio.


Aplastado, en mi ventana de este Carabanchel sin vistas al mar, Colgado, como ropa tendida que se airea al sol con miedo a la tormenta, Drogado, con el humo de la chimenea y sus trazos efímeros, Inclinado, igual que los tejados dejando que solo me acaricie y resbale por mi piel esa lluvia que desaparece en las aceras, Duplicado,en todos y en cada uno de los seres que deambulan queriendo instalarse, Plantado, trentaidos años en este mismo lugar, coetáneo de mi árbol preferido, Sitiado, entre dos bloques que apenas me regalan unos rayos de sol y un pedacito de cielo que conozco, como tu cuerpo pulido.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Adelante Emilio!

Lo importante no es llegar antes... sino llegar!!! Y tu parece ya vas por buen camino.

Sigue amalgamando palabras para sacar todas esas vivencias que llevas dentro.

mega
xx

Anónimo dijo...

Hola Emilio, te saludo desde Dublín y seguro que ya sabes quien soy. Me encanta que la gente ecriba lo que realmente piensa, sin miedo a ser juzgado. Hablas de Carabanchel y te recuerdo que yo dentro de poco me voy a vivir allí.Ya no me queda nada de estar en el extrangero...¡quiero sol español por favor! Espero que nos sigas deleitando con tus palabras y cuando sea casi tu vecina ya nos veremos para tomar un café o salir de cachondeo..jaja. Cuidate.

Larrey dijo...

eh, que yo también soy carabanchelero (charnego, si vale la comparación) así que me apunto a unas cañas siempre que sean cerca de un parque infantil...con tierra, que todos los del sureste tienen tierra.

Anónimo dijo...

Somos amigas de 'mega' de Oviedo. Lo estás haciendo genial Emilio, sigue así.

Mucha suerte te desean,
amigas de mega

Para Larrey: tu novela Gigolo nos encanta.

Larrey dijo...

Me alegro de que os guste, es el mejor elegoio para mi ego de escritor, bueno, el mejor elogio sería algún detalle sobre la lectura, pero bueno, mejor dicho, una forma muy concreta de leerlo.

Anónimo dijo...

Viendo ese escrito uno se puede imaginar a Emilio sentado en el sofá de su humilde casa en el barrio de Abrantes, muy cerca del denominado por todo el vecindario como Parque Sur, pero sin llegar a ver la frondosidad de sus árboles y el frescor que proporciona ese gran pulmón de Madrid.
Aunque da la impresión de estar algo cansado o abatido, quizá porque no lleva la vista lo suficientemente atrás, cuando era un pequeño gamberrete que jugaba en esas calles y en ese parque de Carabanchel Bajo. Algún día deberías escribir sobre ello Emilio, seguro que sería interesante y sabrías expresarlo de una manera tan bonita como este texto.
Tu amiga Embarazada.

Anónimo dijo...

Tu haces que el mar exista en nuestro carabanchel, ellas sueñan con tu pescadito, y tu con pescar en sus almejitas. Ropa ¿para que?, desnudos, libres, sin miedo a nada, dejando la lluvia, que nos propones, moje nuestros sentidos, empape nuestra alma. Tu emilio das sentido a esta porción de tierra, y todo carabanchel te venera y te protege entre esos dos muros de los cuales nos hablas....la ventura te espera, con sus venturinas nocturnas, y allí estaremos como siempre, este sábado de nuevo.
Te quiero Emilio.
Tu desconocida almeja rubia, que desea que la pesques.

Anónimo dijo...

Lejos queda ya aquel día en que rebosaba la ilusión, las ganas de comerse el mundo, los nervios por el primer día de trabajo. Que bonito recordar los comienzos, hacen que no olvides de donde vienes, lo que has dejado en el camino para llegar donde estas, la gente que has conocido y los que esperan tu vuelta…los obstáculos que se han esquivado.
Te sientes fuerte al ver que sigues ahí, en carabanchel, que aún habiendo días donde creías que no había fuerzas para seguir las tuviste y que cuando tanto apetecía vivir y no había nadie poco a poco los tuviste.
Cuanto me queda por pasear, reír, llorar aquí, a veces reina el estrés, el ruido, el agobio…pero… me quedo con Madrid.
...

Un besote chico guapo.

Anónimo dijo...

no me gusta la poesia , pero esta esta bien , no intenta contar nada , pero lo dice todo, quien te conoce sabe que estas nuevamente pensando en irte a recorrer el mundo, carabanchel, Madrid, España se te queda todo pequeño.

animo Capitan.