1 de marzo de 2007

MORIR POR UN SALARIO


Hay en el hospital un obrero al que ayer, en la capital de España (siglo XXI), le cayeron una serie de cascotes del edificio en demolición donde trabajaba. Han actuado todos con rapidez, me refiero a los servicios de emergencia, para que el herido salvara la vida. Ahora se encuentra grave pero, repito, salvó la vida. Los sindicatos también acudieron con rapidez y van a exigir responsabilidades y a revisar si la obra cumplía todos los requisitos de seguridad. Y yo me pregunto, ¿no podían haber actuado un poquito antes?. Con un día, en caso de haber una deficiencia de seguridad, hubiera bastado para que el hombre ahora no estuviera bailando entre la vida y la muerte. Da la impresión de que en este país tan taurino todo se hace a toro pasado (hasta reconocer que uno se equivoca en llevarnos a una guerra, mire usté.). Y sobre todo, da la impresión de que en la piel de toro (por seguir con los símiles taurinos) lo que más gusta es hacer leña del árbol caido. Y eso de admitir responsabilidades, uy, quite, quite, no diga tonterías. Soy de izquierdas, más de lo que en público me gusta reconocer, y tengo, como profesional de la historia, cierto poso de respeto al sistema sindical (como ente mundial, sin localismos). Cada vez que inicio unas vacaciones no puedo evitar una mueca de agradecimiento en memoria de los obreros (hombres y mujeres) que lucharon por la dignidad del trabajador, la mía, que ahora la disfruto sin tener que pagar peaje. Por eso me duelen más que a nadie los oportunismos de los sindicatos, la falta de solidaridad y contacto con el trabajador (osea, yo). Me gustaría escuchar, por una vez (puede que alguien me replique, feliz sería) que la presión de los sindicatos ha cerrado tal obra por falta de seguridad. Sé que es responsabilidad del gobierno, que para eso lo hemos puesto ahí (las urnas, eh, las urnas), pero el carroñismo sindical nunca ha sido de mi agrado. Para ir repicando hay que tocar las campanas alguna vez. Claro, que esto lo dice quien le ha perdido por completo el respeto a los sindicatos españoles. No le cuentes a nadie que trabajas sin contrato para el sindicato, haznos el favor, le dijeron a un amigo mío. ¿Es o no es para perderles el respeto?.

2 comentarios:

Dudu dijo...

El tema de los accidentes laborales es acojonante. Te levantas para ir a currar a ganarte unos euros de mierda y no vuelves a casa. Sobre los sindicatos se me quedó grabada una secuencia de "cuéntame" en la que Antonio le decía a un compañero que no quería saber nada de COMPLICACIONES OBRERAS. Pues eso.

Caminante dijo...

ES PÁ PERDÉRSELO, es pá perdérselo. Trabajando en la demolición de un edificio y se le caen los cascotes en cima ¡manda cojones! A los empresarios no les pillan "esos" accidentes nunca ¿por qué será?
Buen día. PAQUITA