30 de marzo de 2007

LOS PIRULEROS


Paso demasiado tiempo en el coche, así que, amén de escuchar la radio, suelo pensar. Espero que algunos políticos no descubran esta evidencia o considerarán el vehículo más peligroso todavía. Además de pensar, también observo el exterior, las obras, las calles, la gente que camina(en invierno las madres- sí, casi siempre madres- que van con bebés de madrugada me dan una sensación enorme de desamparo) y el resto de los conductores. Y es de ellos, los que van al volante, de los que hablaré hoy. La pirula. Creo que es uno de los gestos más castizos que nos queda, como el timador, el cantante flamenco, el torero, el cura y el maestro, el pirulero es un elemento más del patrimonio patrio. Y si hiciéramos un premio al pirulero del año creo que sobrarían tantos candidatos que ni operación triunfo.

En estos últimos veces he decidido hacer un ejercicio cualitativo y cuantitativo de lo que me voy encontrando. Y he hecho una especie de clasificación:

- El listo: este actúa de formas muy variadas, pero yo le daría el premio en una de sus interpretaciones. Vía de tres carriles, el derecho no circula porque los que ahí esperamos pacientemente nos vamos a salir de ella y no hay fluidez. El listo, que para serlo en condiciones ha de sentir que el resto es tonto (de no ser así no se entiende), apura hasta el final por el carril central, que fluye tranquilo, y en una maniobra invasiva se sale en el último instante, provocando que se frene de golpe y que jamás tenga fluidez la salida.

- El carrilero: este es muy popular en las operaciones salida y también en los atascos de las grandes vías urbanas. Debe considerar que su tiempo vale más que el del resto y que los démás no manejamos el volante como él, porque pensando que la lentitud es problema de los que conducen y no del volumen y la capacidad de la vía, cambia de carril constantemente buscando un hueco con la esperanza de ganar una posición. Debe pensar que se trata de una carrera, una salida a lo Alonso, sin darse cuenta de que en el semáforo siguiente su puesto sigue siendo el mismo: el del tonto de turno.

- El derechista: éste considera, como tantos otros, que los que deciden ir a la velocidad que solicita la vía por la izquierda, todos en procesión adelantando a un vehículo lento, son tontos también, y apura por la derecha, con cara de velocidad (la misma que ponen carrileros y listos) hasta llegar al culo del camión y entonces se cambia de carril generando frenazos y falta de fluidez en quienes educada y pacientemente íbamos adelantando por la izquierda. Hoy he encontrado una nueva vertiente. El listo derechista. En esta caso es la vía la que circula lenta y la salida de forma fluída, en el momento oportuno y por el orden establecido, nos vamos saliendo, intermitente en ristre salvo él, que saltando contínuas y normas de educación adelanta un par de puestos por la derecha.

- El comeculos: Este es mi favorito. Cuando la carretera no da para más y los dos o tres carriles van a la misma velocidad, él, que tiene alma de carrilero y de listo, apura la frenada (otra vez Alonso, ¡ cuanto mal ha hecho por este país ese muchacho! ) y se queda pegado a tu parte trasera, tanto que no logras verle la matrícula y sí los pelos de la nariz. La variedad más molesta de estos comeculos es el comeculos ráfagas, que no es que ahora te coma el culo, ahora no, sino que además de incordiarte con su evidente cercanía lo anuncia con ráfagas de luces que él cree que significa "aparta que voy" y todos sabemos que quiere decir "aparta que soy idiota".

- Daltónico: esta es una variedad propiamente urbanita, y son los que no diferencian bien ni color ni posición de los semáforos. El ámbar, por ejemplo, en mi ciudad significa, en lugar de precaución ve deteniendo el vehículo, acelera que pasas seguro. Esta semana me he encontrado el caso más grave de mi vida. Calle Toledo, que para los que no sean de Madrid es un calle del centro a la que se debe ir a 40 a lo sumo. A unos 20 del semáforo este se pone en ámbar, con lo que voy deteniendo mi vehículo con tranquilidad, momento en el que el dáltónico aprovecha para acelerar, adeltarme por la izquierda y pasar ¡ por el carril contrario ! el semáforo en rojo. Evidentemente, y ahí está mi victoria, en el siguiente semáforo él estaba detenido y yo detrás, momento que suelo aprovechar para saludar con la manita.

Estos son algunos ejemplos, sé que hay muchos casos, así que os invito a que me ayudéis a terminar este glosario de piruleros.

3 comentarios:

Larrey dijo...

es verdad, pero difícil encajarlo ¿el culpador?,que siempre encuentra que los demás tienen la culpa

Caminante dijo...

A mí me "encantan" los que se te suben a la chepa, pese a que el carril no dé más de sí, tú mantengas la distancia prudencial con el de adelante, y, aunque le cedieras tu puesto tendría que pegarse al anterior.
Con estos ... con estos yo me relajo, e incluso, cuando ya puedo tranquilamente pasar al carril central adelantando a un camión o lo que sea ... me traslado tranquilamente ... tranquilamente. ¡Un gustazo! ¡Que le den!
Buen día, buen fin de semana y buena semana. PAQUITA

Dudu dijo...

El ventanillas bajadas. El tipo, generalmente joven, que lleva la música a todo trapo con las ventanillas delanteras bajadas en verando o en invierno. Cuando lo veo en verano pienso- sí, sí, un equipo de música acojonante pero prefiero el climatizador de mi coche-. Cuando lo veo en invierno pienso -será gilipollas, no sabe que existe la calefacción hace tiempo?-