23 de julio de 2007

POLANCO


Entiendo perfectamente que la muerte de una de las figuras más relevantes en la historia de los medios de comunicación sea portada y forme parte del grueso de la actualidad en los medios, sobre todo en aquellos vinculados con la persona que ha fallecido. Entiendo incluso que desaparezca una de las secciones para mí más significativas de su periódico, el País, la sección de "cartas del director". Todo eso lo entiendo, no me gusta, pero lo entiendo perfectamente. Lo que no entiendo es que 36 horas después todas las cartas que los lectores hayan mandado al periódico tengan que ver con la muerte de Polanco. No me lo creo, por tanto he de pensar en la acción activa de la selección. Está bien que se nutran las noticias, que se decida la posición y el grosor de los titulares en función de los intereses del grupo, pero de ahí a manipular el conjunto de las cartas, el vehículo de expresión (teórico, siempre teórico, de los lectores) va un avismo. Estoy seguro de que los lectores con inquitudes por mostrar sus opiniones al director tienen otras muchas preocupaciones que ensalrzar la figura de Polanco. Les ha faltado un poquito de mesura, o al menos un poquito de cordura y dejar que fuera la sección del lector la que ofreciera una visión de la realidad diaria cercana a la ciudadanía de a pie, que no estuvo en el entierro y que no fue invitada al funeral. Sentimos mucho la muerte de cualquier persona, puede incluso que admiráramos a Polanco, pero de ahí a ser esa nuestra única preocupación...un poco de mesura ¿no?.

4 comentarios:

ralero dijo...

Querido larrey, supongo que esa ingenuidad es fingida ¿no? Pues claro. Tú sabes bien que en los medios de difusión masiva interesada escritos (así los llama un amigo mío), o, al menos, en la mayoría, la opinión del lector a través de las cartas al director no existe, sólo es un modo más de reforzar la línea editorial, nunca independiente, y la selección que se hace de las cartas que llegan siempre es interesada y dirigida(hay en este sentido, pues, una especie de censura, tanto activa como pasiva), cuando no son cartas al director falsas que se escriben en las mismas redacciones de los periódicos. Te lo juro por el brazo incorrupto de Santa Teresa.

Un abrazo

Larrey dijo...

Falsamente fingida, más o menos. Quiero decir que no se puede ser tan torpe. Sabía que lo hacían, pero no que lo dejaran tan claro. Hay que mantener las formas.

Anónimo dijo...

pues sí, estoy deacuerdo, ya sabemos como todos llevan es ascua a su sardina. Para eso lo ideal seria crear opinion propia, de una version y la contaria; y no crear dogma de lo que te dice una fuente concreta.
por cierto, adelantandome a paquita y dando por hecho que el que escribe se equivoca, no caigamos en el aBismo.
salu2, un abrazo

Larrey dijo...

pues la verdad es que la "ausencia" de paquita me va a obligar al final a releer lo que escribo (con la pereza que eso me da), pues hala, no lo cambio hasta que ella lo diga.
De todos modos que ascua a que sardina han arrimado. Me da que ha sido un caso más de ombliguismo de centrodelmundismosoy