Un padre recrimina a un niño que esté llamándole tonto. Le amenaza incluso con castigarlo sin bajar a jugar si vuelve a decirselo. Entonces el niño coge a uno de sus muñecos y le pregunta, oye, osito ¿tú crees que mi padre es tonto? y hace el movimiento necesario con la mano para que la respuesta del osito sea afirmativa con su cabeza.
GRACIAS, M.CARMEN.
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