Él, pelo rapado al cero. Ella, morena, pelo muy corto. En la oscuridad de la noche practican el sexo oral, ella lame con paciencia a su marido. De golpe enciende la luz. Se miran, mete los dedos en la boca y va sacando léntamente un larguísimo pelo rubio...
4 comentarios:
Pues pienso que en estos casos, independientemente de que sea ella o él quién en ese momento esté chupando, lo mejor... "pelillos a la mar". Que para tres días que vamos a estar por aquí, dos de ellos en la consulta del psiquiatra, no merece la pena estropear unos buenos orgasmos por un "pelo" ajeno.
Un abrazo
Ps. Mucho mejor el 69, que al "nublarse" mutuamente la razón, y encenderse la sensibilidad, apenas quedan oportunidades para reparar en la longitud y color de un pelo.
eso digo yo, además, todavía nadie ha hecho un estudio científico sobre la incapacidad de movimiento autónomo de los pelos (rubios o no rubios)
hombres, pues pa' mosquearse un poquito, si da juego....
Larrey, se me acaba de ocurrir una cosa, si hubieras omitido lo de marido, el cuento sería al revés, quizás la morena es la amante o prostituta del día, y la rubia su señora ¿verdad?
Estoy con Rafa, lo mejor el "nublado" mutuo.
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