VAYA DÍA

Hoy es un día interesante para un ateo republicano: vienen los reyes cristianos ¿se puede pedir más? pues sí, que los pajes fueran Aznar y Bush. Y aun así, con hijos de por medio, es un día muy divertido. Desde esta mañana vamos cociendo el ambiente ¿a que no sabes quien viene esta noche ? ¡ los reyes ! Después de que los reyes (que previamente habrán cenado, puesto una lavadora, recogido el salón y la cocina y hasta bajado la basura) dejen sus regalos en el árbol preceptivo, con los primeros rayos de sol se levantan los peques, todavía legañosos, buscando su paquete, y todo son hala, lo que yo quería, que chulo, como mola, y los reyes, digo, nosotros, los padres, cámara en mano, con la lágrima al relentí. Tengo que controlarme, lo reconozco, porque me gustan mucho los juguetes, unos más que otros (incluso los que son para mayores...), y tengo que elegir los momentos en que los compro y regalo para que mis hijos no piensen que todas las semanas hay un cinco de enero. Por eso este día es tan especial. Pero, además, esta noche es especial dentro de las especiales, hace 18 años me llegó un regalo en forma de beso, el primero de un millón de ellos. Aquel, cuando lo recuerdo, aun consigue que se me erice el alma. Fue mi mejor regalo de reyes.