Adjunto remitimos, mi corazón y yo, el detalle de los malos momentos regularizados con abrazos, los gritos compensados con besos y los silencios anulados con sonrisas, agradeciendo un año más el esfuerzo por realizar un cierre contable positivo.
A mi vida, porque 18 años no son nada.
2 comentarios:
¡ole, ole y ole!
¡¡que bonito!!
Un besazo
precioso... muy bonito... si es que cuando usted quiere...
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