En el fondo no esperaba sorpresa alguna. Sospechaba de la infidelidad de su esposa desde hacía tiempo. Aun así, la hubo. Abrió el armario colérico esperando enfrentarse a un hombre y no lo hizo, pues fue una voz de mujer la que suspiró de entre la ropa, lo siento.
8 de enero de 2009
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2 comentarios:
Conozco un caso al contrario y a ella le costó mucho aceptar ser "sustituida" por un hombre.... hombre o mujer, creo que da igual, la infedilidad es lo que cuenta ¿no?
Quizá la infidelidad no de plantea tan dolorosa en este caso.
Puede que la esposa descubriera en una mujer la ternura y sensibilidad que muchos hombres olvidan a lo largo de su matrimonio.
Y esa amiga del alma,la que todas conservamos siempre, nos aporta las carencias de ese macho, orgulloso de su patrimonio, pero que olvida muchas veces cuidarlo como se merece.
¿Quién no ha sido "infiel" alguna vez?
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