12 de enero de 2009

MICROS

A los quince años una rarísima enfermedad a la que pusieron su nombre le dejó medio cojo, perdió sus doce trabajos en circunstancias rarísimas, dos de sus hijos murieron en un incendio. El más pequeño no murió en dicho incendio pues lo había hecho dos semanas antes atropellado por un carrito de helados sin frenos. Todo esto pasó un mes después de que su mujer lo abandora por su mejor amigo. Al salir del funeral de sus hijos el trozo de una cornisa le cayó en la cabeza matándolo de un certero golpe. Ya en el infierno se recostó sobre la piedra candente y suspiró ¡ esto es vida !.


Inspirado en un tanto popular y dedicado a mis primos Casleros.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Jo!, no me extraña que dijera:
"esto es vida"

Una curiosidad:
Inspirado en un tanto popular?

Larrey dijo...

Es un tango, es que eso de que al que madruga Dios le ayuda no te creas que tan prontito las teclas bailan.

Caminante dijo...

(...)su mujer lo abandora por su mejor amigo (...)

Se me adelantó Carpe Diem con lo del tanto/tango, pero se os pasó abandora/abandona.
saludos. Paquita

Larrey dijo...

JOlín voy a cambiar el nombre del blog sacaherrorexalarrey.com...jejejeje