31 de enero de 2009


LEJOS DE BETANIA

Bajo esta costra marmórea
De tristeza y de dolor,
Sigo siendo el mismo de antes
Aunque no me alumbre el sol;
Sigue latiendo en mi entraña,
Generoso, el corazón,
Aun pudriéndose en lo oscuro
Y entre el silencio su son.
Y, con las uñas gastadas
Y apenas ya sin vigor,
Mi angustia araño anhelando
Abrirme paso al albor.
Pero en mi esfuerzo y mis ansias
Mora la desilusión;
Nunca un sepultado en vida
Sin ayuda regresó…
Y, sin esperanza, añoro
La quimera de una voz
Que quiebre el mármol gritando
¡LEVÁNTATE Y ANDA, AMOR!

1 comentario:

Anónimo dijo...

El amor siempre tiende una mano, Lázaro, aférrate a ella !

Dame tus manos vacías, decía el cantor...

las llenaré con las mías

Como siempre, hermosísimo!

Ay! este Poeta!