29 de enero de 2009


ALGUNOS JEFES

Muchas veces en la vida uno tiene que tomar aire antes de decir algo, el mejor consejo es el de tener paciencia e intentar no precipitar las cosas. Pero también hay muchas ocasiones en las que uno hierve por dentro, se está aguantando durante un tiempo alguna cosa que le parece incorrecta o mal, y de pronto, estalla.

Estoy cansado del despotismo, de la prepotencia absoluta. Cansado de que a uno le traten como a miseria, que se crean superiores a ti por el mero hecho de ejercer un cargo. Estoy harto de que la mayor parte de esos individuos prepotentes en el fondo sean unos auténticos inseguros e incapaces que acaban vertiendo sobre uno sus propias miserias y que son incapaces de respetar y se dedican a machacarnos.

Creo que soy una persona responsable, incluso a veces creo que demasiado responsable, posiblemente muchas veces me meta en más charcos de los que debería con tal de hacer mejor mi trabajo. Hay muchos días que voy a trabajar y estoy cansado, triste, cabreado o contento y feliz, o como mi estado de ánimo sea. Pero todas las mañanas cuando llego al trabajo intento ser la persona más feliz del mundo, agradar a todas las personas con las que trabajo, colaborar con ellas, y dejar mis problemas y mis malos rollos aparcados en mi cabeza hasta que vuelva a mi vida.

Sin embargo mucha gente con poder no sabe. Son déspotas, o se hacen los graciosos y esas bromas se ven envueltas en descalificaciones personales o profesionales. Hay mucha gente que no tiene ni idea de formar un equipo de gente, de motivarlo, de hacerle trabajar bien. Hay mucha gente que a determinadas personas de una empresa no es que ni siquiera le hablen, sino que ni siquiera le miran ni se dignan a considerarles sólo por el hecho de ejercer oficios que ellos consideran que no están a su altura.

Estoy harto de tiranos que se creen que sus ideas son las únicas que valen, que se ríen de tus opiniones, que consideran que lo más insignificante es un mundo y que digan que no pueden trabajar porque los muebles de la oficina son espantosos siendo sólo eso, unos muebles de oficina que además son bastante convincentes y convencionales, además de modernos para lo que es una oficina, que únicamente es un lugar de trabajo.

2 comentarios:

Ángela dijo...

Pero esa sucede en todos los aspectos de la vida, Larrey.
Claramente lo refleja el refrán castellano que dice "no pidas a quien pidió ni sirvas a quien sirvió".

Larrey dijo...

Gracias por el consejo y solo un recordatorio, esta sección, la del capitán, no es mía, es del Misterioso O...