7 de noviembre de 2008

MICROS


Cuando vio su cuerpo rajado por aquel bisturí primero sintió terror, después hasta asco al ver su propio corazón en las manos del médico. Lo siguió por pasillos y habitaciones hasta que sintió una extraña paz cuando lo vio latir en otro cuerpo.

2 comentarios:

Dudu dijo...

También hay otras cosas que si las pinchas.... SE AGRANDAN!!!!... ja,ja,ja

Dudu dijo...

El anterior comentario es un error, me equivoqué de artículo.
Amigo Larry permíteme que haga publicidad de una entrada antigua de mi blog
http://enfinyetcetera.blogspot.com/2007/06/dia-del-donante.html

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