Lo que pone en la caja es para tomárselo en serio. Uno tiende a no hacerle caso, como dice mi amigo Carlos, que me ayudó en esta aventura, somos la generación experimental, estamos probando todo lo nuevo en tecnología y eso nos ha hecho una especie de adictos a los no manuales, la intuición es lo primero. Bueno, también es que somos hombres y no nos gusta preguntar. En este caso, pese a todo, miramos, y vaya si tuvimos que mirar, el dichoso manual. En la caja, repito, ponía que era un juguete para 5 a 12 años. Pensábamos, al comenzar a montarlo, que se trataba de la edad recomendada en los niños, pero ¡ que va ¡, es una advertencia, entre 5 y 12 años te puedes tirar, a poco que seas inconstante, en montar el dichoso helicóptero de Lego. No es broma lo que digo, dos tipos duchos en el universo Tente (profanos en Lego, pero mismo perro con distinto collar) más grandes que un castillo (casi 70 años entre los dos) luchando contra los 56 pasos y las más de cien piezas que componen el dichoso aparatito legoso. Estuvimos más de una hora de reloj en una cadena de montaje sofisticadísima, con dos departamentos fundamentales: manipulación y búsqueda de piezas, que dirigía Carlos, y colocación y verificación, que era mi responsabilidad. Trabajamos a destajo, sin apenas incidencias, ni interrupciones (no meamos hasta terminarlo) y no fuimos capaces de hacerlo en menos de una hora, es decir, cada paso más de un minuto. ¿De verdad, señor Lego, espera usted que un niño de cinco años va a ser capaz de montarlo?, supongo que si no le pone mucho empeño, cuando termine ya habrá sobrepasado la edad recomendada. Y después, cuando orgullosos mostramos la obra, mi hijo lo cogió entusiasmado, lo elevó al aire con un hala, que chulo, y la mitad de las piezas, concentradas entre los pasos 38 y 43, cayeron al suelo en un odioso ruido que nos supo a frustración. En fin, pese a todo, mereció la pena, así que León, Andrea, Teo…Rubén está encantado con su regalo. Y su padre, también.
4 de noviembre de 2008
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4 comentarios:
esto de la construcción empieza con los famosos huevos kinder....quizás el señor lego esté dentro de alguno, ja,ja,ja...un beso.
En el fondo, Larrey, los padres acaban entrando en el rollo de la play y demás porque en lo que no quieren entrar es en ponerse manos a la obra y construir con sus hijos.
Es más cómodo lo otro, pero las consecuencias, te puedo asegurar que serán más incómodas.
Saludos
Merce
jajajajajaja,he imaginado tu cara de emocionado al terminar la "faena", y la que pusiste luego cuando a tu hijo se le desmoronó el artefacto...
Señor lego por favor!!!
Ah Larrey,la frase: "Bueno, también es que somos hombres y no nos gusta preguntar."
La ha dicho un hombre!!! y es ciertoooooooo 100%
La voy a enmarcar...jajajajja.
Un abrazo
Ahhhhh, ya estamos!!! habia olvidado que no puedo entrar con el nick,pero cuando arreglas eso????
CARPE-DIEM
es que no sé que pasa, porque unas veces sí, unos sí, otras no, otros no...
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