Ha sido el cumpleaños de mi hijo mayor. Además de algunas aventuras de las que os iré hablando, vamos aprendiendo, como siempre, un montón de cosas. La primera, que es muy difícil hacerle entender a un niño de cuatro años lo que es el día de después de mañana. Esta fiesta ha sido el gran evento del año. Los otros tres cumpleaños han sido cosa de los padres. Esta vez no, era la gran fiesta del pequeño, así que durante semanas hemos comentado cómo lo íbamos a hacer, quien iba a venir, cuantos regalos tendría, lo bien que nos lo íbamos a pasar. La última semana fue de vigilia total. El lunes me preguntó ¿papá, cuando es mi cumpleaños?. Así que, padre moderno que es uno, me senté a explicarle. Bueno, pues mira, esta noche, que es lunes, nos acostamos, te levantas, que será martes, vas al cole, jugamos, cenamos, nos vamos a la cama y cuando te despiertes ya será miércoles. Otra vez al cole, a jugar con los amiguitos, cenar, cama y cuando te levantes será ya jueves, fíjate. Y cole, juegos, cena, cama y cuando te levantes ya será viernes. Y ya sabes, cole y los viernes papá te va a buscar, jugamos, cenamos, nos metemos en la cama y cuando te levantes ¡ ya será tu cumpleaños !. Ah, así que cuando me levante mañana ¡ será mi cumple, bien !. Toda la parafernálea de padre dialogante zanjanda en un segundo. Y esto del cumpleaños le ha generado no pocas confusiones. Todo el mundo durante la fiesta de cumpleaños le preguntaba ¿cuantos años cumples?, 4, respondía dedos al alza. Así que, como tuvo dos fiestas, a la segunda preguntó: Papá, y en esta fiesta, ¿cuantos años cumplo?
1 comentario:
¡¡Feliz cumple a Rubén!!... nosotros también hemos tenido cumple de Pau, 7 años, y es que como bien dices, a partir de los 4 años son muy conscientes de sus cumples, fiestas y lo que hay alrededor....un beso.
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