6 de febrero de 2008

MICROS

Toda la vida criticando que su hijo perdiera el tiempo con tanto libro, con tanto cuadro, con tanta música, que no se dedicara a algo realmente lucrativo y ahora se descubre emocionado leyendo clandestinamente una novela suya.

1 comentario:

ralero dijo...

Creo que muchos padres acabamos adquiriendo ese vicio, el de criticar lo que consideramos que no ayudará demasiado a los hijos en su futuro. Acertada o equivocadamente, pero siempre queriendo lo mejor. Y si los hijos alcanzan a ser seres humanos plenos, tanto para sí como para los demás, siempre terminamos por alegrarnos, más aún si ha sido por la vía de aquello que criticamos en su día. Nunca deberíamos, no obstante, ocultar esa alegría, por ellos y por nosotros.

Un abrazo.

Ps. Un micro que hace pensar.