DI MÁS, DIMAS, DI MÁS

Se ha montado un pequeño revuelo con la aparición en las listas del PP en Albacete del periodista Dimas Cuevas. La SER, en su búsqueda de algo de chicha en las elecciones, encontró artículos de este personaje que realmente sacan los colores al más homófobo. Él se defendió (yo lo escuché en directo) aludiendo el tono siempre jocoso y abriendo la posibilidad a unas disculpas en caso de que pudiera haber ofendido a alguien; político que ya es, al meno la arrogancia y la soberbia no la tiene aún. A mí me convenció, me pareció sincero y sensato en sus argumentos. Así que a la mañana siguiente me vi buscando las frases que tanto habían alarmado. Las encontré jocosas, "dijo Fernandez de la Vogue (chiste malo, pero chiste, al fin y al cabo, muy patrio) que en España hay cuatro millones de homosexuales (...) de ser cierta (...) a la especie humana le queda un telediario". ¿De qué cadena?, porque claro, si he de morir frente a un noticiario me gustaría que no fuera, por ejemplo, uno de Telemadrid, dadme ese gustito. No van a darle el Nobel de la risa, pero tiene cierto estilo, algo barriobajero y de torrezno y barra de bar, pero aceptable. Lo que pasa es que no todas las frases son así, jocosas, sino que algunas suponen acusaciones que se lean por donde se lean son nefastas, si no denunciables. Acusa al gobierno, por ejemplo, de repartir guias por-lesbianismo. Primero, considera el lesbianismo un problema, lo que no me sorprende lo más mínimo, y segundo, acusa al gobierno de alentarlo. ¿Con qué pruebas?, ¿en qué términos?. A este chiste no le he pillado la gracia, la verdad. Y puede llegar a ser peor, y lo dejo aquí, con otro ejemplo: "solo me cabe una duda: si los que se casan son dos machos (con perdón)- ahí estuvo sutil- y en el supuesto caso de que uno (...) tenga la mano larga, ¿su pareja tendrá derecho a la protección de la nueva ley contra la violencia de genéro?". ¿Diría lo mismo si su padre hubiera apuñalado a su madre?. No sé quien sale peor parada, si la ley o los homosexuales. Bueno, con esta frivolidad quien sale peor parado ha sido él, pero desde luego que ni le importa ni probablemente lo acepte.
De todos modos, ¿a qué tanto revuelo?. En este país, más que pese a muchos, hay libertad de expresión, y este tipo pudo decir lo que quiso gracias a ella. Hay que respetarlo, además, hay que considerar a los electores lo suficientemente inteligentes y maduros como para obrar en consecuencia. Y si quieren votarlo, que lo hagan y si no quieren, que no lo hagan. Otra cosa es que me impusieran su cargo. Así, si llega al parlamento, es porque no nos parece tan mal lo que piensa.
Ahora, mi opinión personal sobre el tema es que tanta manía, tanta obceación, esconde una homosexualidad latente que lucha por salir a la luz que le obliga a bromear para escapar de esa evidencia molesta. Eso sí, viendo el historial de sus artículos, lo que no me extraña lo más mínimo es que haya acabado en las filas del PP. Esa sí que no ha sido una sorpresa.