Le golpeó con fuerza. Una y otra vez. Solo se detuvo cuando su sed de venganza fue saciada. Fue entonces cuando se dio cuenta de que se había equivocado de persona.
Bueno, cuando alguién sacia su sed de venganza a golpes -o con cualquier otra crueldad, que a veces los golpes que más duelen se dan sin manos-, siempre, siempre se equivoca de persona ¿no? Aunque en este caso que describes la equivocación es doble.
una vuelta de tuerca que merece otro corto. Me equivoqué de persona. Pero ¿no era este el culpable?. Sí, pero jamás pensé que sería capaz de hacer algo así
3 comentarios:
Bueno, cuando alguién sacia su sed de venganza a golpes -o con cualquier otra crueldad, que a veces los golpes que más duelen se dan sin manos-, siempre, siempre se equivoca de persona ¿no? Aunque en este caso que describes la equivocación es doble.
Un abrazo.
una vuelta de tuerca que merece otro corto. Me equivoqué de persona. Pero ¿no era este el culpable?. Sí, pero jamás pensé que sería capaz de hacer algo así
Ese respondió con la "amigdala" más que con el "córtex"... o no, quizá respondió con "otro tipo de bolas"
"Mu" brutito, si "señó"
Besotes
Merce
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