28 de febrero de 2008

EL CAPITAN EÑE


VOCEROS

A mí sin embargo el debate me gustó. Cierto que un debate debe ser para debatir sobre ideas desde la palabra y el discurso, pero también es verdad que es difícil discutir con alguien que sólo insulta y confronta desde el no argumento.

Defiendo la política constructiva dentro del desarrollo de la labor política, algo que Rajoy no ha utilizado en cuatro años de oposición y todo lo que ha hecho ha sido destruir y confrontar sin aportar nada a cambio más que errores. Es curioso que en la mayoría de votaciones hayan estado todos los partidos a un lado y el partido popular a otro. Ha obstruido continuamente, desde la reforma de elección de miembros del Tribunal Constitucional hasta la política antiterrorista. Esto último, rozando el vómito con la utilización de las víctimas a beneficio propio. Odio su tono desafiante y de superioridad tratando al contrario como inferior.

Por otro lado Zapatero estuvo nervioso al principio, pero mejorando a medida que pasaba el tiempo, cada vez más certero, si bien estuvo un tanto espeso de ideas. Es poco ágil a tiempo limitado. Su política en cuatro años ha sido acertada en política social con el avance en derechos. Cierto es que no estoy a favor del superávit de las cuentas, aunque lo que dijo Solbes de reserva de fondos para cuando haya apuros económicos y poder ayudar a los más necesitados, no me pareció mal. Me gustaría más izquierda, si bien es cierto que Izquierda Unida ha apoyado muchas de las medidas sociales que se han aprobado en la legislatura aunque ahora parezca que están en las antípodas. Y me parece estupendo su apoyo. Ojalá pudieran gobernar juntos después del 9-M, unos para tender a la izquierda, los otros para implicarse de verdad.

Una vez pasado el debate, aparecen las opiniones con los voceros de turno. Todos son muy listos, todos lo harían mejor, a todos el debate les ha parecido un muermo, a todos, los candidatos les parecen muy malos. Qué fácil es opinar. Somos el país de la opinión, yo mismo opino de todo y me quejo de muchas cosas. Pero me encantaría ver a todos esos listos allí delante de la televisión explicando sus proyectos. E insisto como otras veces, a los políticos se les elige, y si no nos gustan se les puede no votar y listo. Mientras que a los medios y la gente que trabaja opinando en los mismos no. Y todos esos que opinan son muy listos, y los demás son todos tontos.

Los políticos son solo un reflejo de la sociedad. Si son tan malos, los que opinan deberían alguna vez mirarse al ombligo y pensar que ellos también son malos, incluso muy malos. La opinión unida a la demagogia, tan en boga últimamente, es también un reflejo de la sociedad.

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