23 de octubre de 2007

MICROS


Cuando pasó junto a la farola, que tozuda abrazaba el coche como si lo quisiera partir por la mitad, el corazón le dio un vuelco. Apenas cuarenta segundos antes, cuando le había obligado a dar un frenazo y un volantazo, le había espetado a ese conductor, allá te estampes contra una farola.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

jo..tío !

coincidencia muy desafortunada, porque no me dirás que crees en las premoniciones?

Yo te voy a contar algo bonito, porque toy todavía chunguilla por lo que te dije de mi colega de profesión.

Ayer, iba un poco distraidilla sintiendo esas cosillas y recordando lo de ese colega, el pobre había dejado en su último post una entrada que titulaba "ausencia temporal" debido a que estaba pendiente de una operación. La ausencia temporal, como te dije ya, se convirtió en "definitiva". Yo iba pensando en esa ironía y, al entrar en la rampa del parking del gimnasio donde voy a hacer aerobic, subía un coche justo en ese momento y nos quedamos los dos a un centímetro de darnos un estampazo.

Yo pensé, joderrrr, casi nos la pegamos, yo venía despistada y era yo la que había actuado mal. De repente el tío salió todo corriendo del coche y vino hacia mí, yo, le imaginé superviolento por su forma de moverse, pero, ....cuando llegó me dijo con una gran sonrisa ¿estás bien? ¿te encuentras bien? y nada de "tía es que no miras por donde vas o qué"?
sí, estoy bien ¿y tú? ,le dije yo... y nos sonreimos y seguimos nuestro camino. Gracias, le dije, es la primera vez que alguien reacciona así conmigo en una circunstancia similar, gracias.... y me alegré de comprobar que no todos somos unos bocazas y que también hay mucha gente amable que te transmite buenas sensaciones.

Buen día...

Anónimo dijo...

Larrey..

te sienta bien esa sonrisa, te devuelvo otra.

Chao

Larrey dijo...

También es verdad que algunos bocazas lo somos por la irracionalidad que nos da el coche. A mi me pasó al contrario. Un tío aparcando no puso el intermitente, se paró y dio marcha atrás sin percatarse que estaba yo. YO le pitaba (porque no iba muy fuerte) y veía a dos niños en la ventana gritando, claro, que ellos veían el coche al que se iban a pegar. Al final intenté dar marcha atrás porque no me oía, pero ya tenía otro detrás y zas, se estampó con mi coche. Salí enfadado, porque el tío no me hacía caso, pero luego salió una persona mayor pidiendo perdón que no me había visto, que los nietos estaban gritando (claro, gritaban, para, para, para abuelo) y no dije nada, le pedí que tuviera más cuidado. Es más, me pidió poner el nombre de su hija en el parte, que era la dueña del coche y no me importó. Hay tanto que celebrar en el que él (en tu caso) fuera tan amable como en el tuyo reconocer tu culpa. Eso aplaca a los irracionales como yo.